Rehabilitacion De Carceles Mexicanas

Hablar del sistema penitenciario en nuestro país, es hablar de un sistema fallido por parte de quienes velan por la existencia de estos centros y sus concubinos en base a programas de rehabilitación, pues la falta de interés o poco empeño ha hecho que la corrupción, siga aumentando no solo por sus internos si no por los propios personajes encargados de mantener en orden dichos centros llámese directivos o celadores.

Es urgente su restructuración en base a programas que cumplan con su objetivo de rehabilitar al interno de forma adecuada, pues los fenómenos anti sociales que el delincuente realiza no solo daña de forma directa a una o unas personas, sino a toda una sociedad, pues su comportamiento por la falta de cultura, lugar, estado psicológico, nivel socio económico etc. Nos habla de un problema en el cual no solo el gobierno u organizaciones sociales deben atender antes de que surja este fenómeno, sino todos y cada uno de nosotros donde nos encontremos podemos intervenir de forma directa o indirecta para frenar que un individuo se vuelva un delincuente.

Pues cabe recalcar que la manera de formar un ciudadano con ética y principios que se desenvuelva con libertad, sin dañar el patrimonio o estado físico de terceros es tarea de todos, empezando por el núcleo familiar, religioso y escolar, como bases más importantes de formación.

¿Las cárceles mexicanas propician la rehabilitación del delincuente?

Como ya lo habíamos mencionado, estos centros se encuentran catalogados como escuelas del crimen, el ingreso de una persona en prisión supone su aislamiento afectivo y social, conlleva la pérdida de sus roles sexuales, familiares y sociales, y produce un deterioro de su propia identidad y de su autoestima. Haciéndole vulnerable para los demás internos, donde estos aprovecharan la forma de hacerle saber el código que ahí dentro deberá seguir, el cual es impuesto por los delincuentes más antiguos para su propio beneficio.

Así que de un delito que este cometió y catalogado en nuestro código penal como no grave llámese robo de autopartes o lesiones culposas por citar algunos, donde el individuo carece la forma de cubrir económicamente su pena, el estado le impondrá entonces su castigo a manera de pagar con cárcel, y ahí es donde queda un hueco que aprovechan los sujetos que en realidad si son delincuentes y que están recluidos para enseñar nuevas maneras de delinquir a alguien que por convicción nunca pensó en dedicarse a eso. Toda persona que ingresa en la cárcel se somete en alguna medida, algunos sólo aceptan los valores de la comunidad de presos por conveniencia o por miedo, otros son escasamente influenciables, ya que la institución rara vez tiene capacidad para garantizar la seguridad del preso, y este se ve obligado a agruparse, tanto para defenderse como para dominar.

Aunque su comportamiento es supervisado continuamente por los funcionarios de la prisión y corregido dominantemente por un sistema de normas formales que le exigen una subordinación que llega a lo servil y que invaden su intimidad. Como consecuencia se desarrolla un código de normas y valores en contra de las normas y fines oficialmente declarados por la institución, en dónde no solo los internos participan en esto, le agregamos sus familias como parte de la forma de delinquir del exterior al interior de estos centros penitenciarios.

Está claro que los niveles mínimos de educación y cultura son un elemento fundamental para conseguir una adecuada adaptación, pero también una relación laboral que permita al individuo vivir dignamente, es indispensable para conseguir una adaptación social mínimamente satisfactoria. Por lo tanto si las prisiones tienen como finalidad, la recuperación del preso, la preparación laboral ha de ser uno de los elementos fundamentales en la intervención.

Los programas deben impactar de forma positiva en el individuo recluido durante su estancia, al momento de salir de prisión, para disponer de las garantías mínimas de reintegración social, la gran mayoría de ex presidiarios se encuentran en situación de desempleo al salir de la prisión, es decir, que no ha conseguido un trabajo con vista a su reincorporación en la sociedad, ni a través de familia, ni de las instancias penitenciarias responsables de este tipo de actividades. Entonces los centros tienen la obligación desde su ingreso hasta la salida del interno, de mantener su estado psicológico adecuado en él y su propia familia.

¿Qué se puede hacer, cómo consideran que se podría mejorar el sistema penitenciario mexicano?

La realización de órganos fuera de las cárceles capases de dar la estabilidad económica y psicológica por medios de trabajos y programas a ex internos penitenciarios sin ser discriminados y el monitoreo constante de estos en su vida diaria, una vez reingresados a la sociedad, a manera de evitar que estos vuelvan a perjudicar a toda una sociedad por su forma de actuar, es algo que hace falta que el estado implemente dentro de sus reformas penitenciarias.

La implementación de programas que ayuden a mantener el tiempo ocupado el mayor tiempo posible de acuerdo a sus capacidades y aptitudes, realizando una clasificación para actividades de autoempleo hasta llegar a una microempresa, es una manera de llegar a reinsertarlo a la sociedad así como la motivación al estudio, para posteriormente añadirse a la sociedad donde sean productivos, de calidad nueva de vida y con posibilidades a que den más fuentes de trabajo y se eviten delinquir.

Una de las posibles soluciones es que renueven la estructura de los sistemas penitenciarios donde haya transparencia en las autoridades que son la base de la justicia y que las leyes sean aplicadas adecuadamente, también se mejore las condiciones de los internos por medio de actividades como deportes, talleres ocupacionales, estudios y negocios (tiendas, talabartería, manualidades, carpintería, etc.), dentro del penal que deje algún beneficio y no les dé tiempo de pensar en hacer actos delictivos dentro del mismo penal.

La corrupción es un factor muy relevante por el cual no se cumple como se debería, la impunidad, el trafico de drogas y la complicidad de autoridades con los internos, dentro y fuera de estos centros de readaptación, creo que sería una solución para disminuir este problema sería una mejor administración para que dieran mejor resultados aquellos programas como las actividades artísticas y culturales, servicio comunitario o laborales que los internos realizan, que sean actividades de beneficio para ellos como para la sociedad.

Fotos: del Centro de Reinserción Social “Gral. Francisco J. Mújica”.

En su Artículo 3° declara que la educación impartida

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