Relación entre Política y educación

Relación entre política y educación

Freire afirma que la escuela tiene como misión fundamental formar el pensamiento reflexivo de los alumnos, logrando así desarrollar ciudadanos comprometidos en brindar soluciones a los problemas sociales e individuales, a través, de una participación activa, creativa y responsable en la política de una sociedad.

Desde la educación se puede contribuir al logro de significativas transformaciones políticas y culturales. Pero, esto resulta complicado debido a que se ha delegado a la escuela una serie de responsabilidades, que también corresponden a la familia y a la sociedad, generando mayores tensiones y dificultades en la vida escolar.

La educación política es uno de los propósitos de la escuela como institución educativa. Sin embargo, existe la creencia en la sociedad que las instituciones educativas son neutrales en la vida política del país. En este sentido, cabe destacar que la formación ideológica ha sido tarea de la educación para transitar hacia nuevas formas de organización cultural y social.

Los proyectos políticos educativos progresistas inciden en la transformación de la sociedad. Mientras, las pedagogías críticas, promueven el ejercicio o desarrollo de la democracia en las escuelas, más allá de los simulacros de democracia electoral. Estas tratan de darle a la educación y en especial a la escuela un carácter emancipador en donde el diálogo, la participación, la deliberación y la acción social conduzcan a prácticas verdaderamente democráticas.

Se propone a la educación como fuerza para el cambio y la libertad. Donde se puede optar por una educación para la domesticación alineada a un sector o bien por una educación para la libertad. Es aquí donde radica la inquietud de los docentes por darle un sentido real a la democracia, es decir la construcción de una cultura política. Entendiendo que la política es una expresión social producto de la interacción de sujetos en un contexto histórico específico.

Las escuelas democratizadas son aquellas en las que los alumnos y profesores se comprometen a un trabajo serio que deriva en expresiones de aprendizaje ricas y vitales para todos. No obstante, existen en las instituciones prácticas discriminatorias que segregan a aquellos individuos que por razones étnicas, de género, culturales o económicas no logran adaptarse al sistema institucional. Para combatir estas prácticas se promulgó la Ley de Educación con el fin de revitalizar la democracia escolar y ciudadana.

La escuela tiende a cumplir dos papeles, por un lado como aparato ideológico estatal y por otro lado en la producción de tipos de conocimiento concreto que precisa una sociedad desigual. Permitiendo delegar la responsabilidad de la cultura en los maestros y la autonomía de las instituciones escolares para el desarrollo de sus propias iniciativas. Con esto las escuelas pretenden formar ciudadanos autónomos, pero no hay iniciativa propia ni creatividad de las personas en estos lugares.

La construcción de cultura política o de juicios políticos que les permitan a los individuos posicionarse frente al mundo es un derecho social. La capacidad de juzgar debe ser una de las tareas prioritarias de la escuela cuando se trata de intereses por el bien común.

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