Renuncia Voluntaria
Enviado por drifits • 18 de Mayo de 2012 • 2.702 Palabras (11 Páginas) • 829 Visitas
sitio enero de 2012
Renuncia voluntaria
Por medio de la presente le comunico que por convenir así a mis intereses particulares, con esta fecha he resuelto dar por terminada voluntaria e irrevocablemente la relación laboral y/o contrato individual de trabajo que me unía con usted(es), en términos del artículo 100, de la Ley Orgánica del Trabajo.
Dicha decisión responde a motivos estrictamente profesionales, que espero que sepan comprender, y que me llevan a desempeñar mi carrera profesional en otro sector empresarial.
Le manifiesto asimismo expresamente que durante el tiempo que presté mis servicios, nunca sufrí riesgo de trabajo alguno, de igual modo a la fecha no se me adeuda bonificación alguna de ningún tipo, y por último y en virtud de esta renuncia voluntaria no me reservo acción o derecho de ninguna naturaleza en el futuro, ni en contra suya ni de su negocio, ni de su representante legal, ni de ninguna otra persona que hubiere sido mi patrón.
Así mismo, apelo a su solidaridad y le solicito sea tomada en cuenta mi buena conducta y años de servicio a la hora de calcular mis prestaciones por antigüedad evitando se me hagan descuentos como los expresados en el articulo 107 de la L.O.T.
ATENTAMENTE.
TESTIGO TESTIGO
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NOMBRE Y FIRMA NOMBRE Y FIRMA
3. Actitud posmoderna
El reconocimiento de que nuestro planeta es un mundo pluri-civilizacional, los estudios de diferentes antropólogos sobre los valores propios de otros culturas, los abusos de los occidentales en el dominio de otros pueblos, el hundimiento del optimismo respeto al progreso humano, etc. han llevado a cuestionarse los ideales de la modernidad, especialmente, la confianza en las posibilidades de la razón como herramienta capaz de resolver los conflictos entre los humanos y de establecer aquello que es éticamente válido para todos. Así, en las últimas décadas del siglo XX, ha surgido una nueva sensibilidad o una nueva actitud, la posmoderna, que tiene como característica clave asumir el debilitamiento de la razón frente a los grandes cuestiones: la razón no puede fundamentar unos valores universales.
Los pensadores llamados "postmodernos" argumentan que los ideales de la modernidad, en un mundo más y más plural, no pueden llegar a ser universales; una valoración ética de ninguna manera se puede imponer por encima de otra. Se resume las actitudes posmoderna defendiendo, en dirección opuesta a la de los pensadores modernos, que el ideal occidental de humanidad se ha mostrado como uno ideal más entre otros, no necesariamente peores, y que se no puede pretender establecer la verdadera esencia del hombre. Desde una cultura determinada, por ejemplo para la Occidental, no hay manera racional de fundamentar unos valores o unos ideales más que no paso otros.
Esta sensibilidad posmoderna recoge la posición de muchos antropólogos según la cual las maneras de vivir y los ideales o valores más diversos de la humanidad tienen igual validez. Un relativismo cultural que tiende en remarcar las innegables diferencias debilitando la fuerza de lo mucho que hay en común.
Valores Universales
Todas las sociedades tienen unas necesidades básicas compartidas y un sistema de valores que satisface estas necesidades. Desde una perspectiva filosófica podemos argumentar que la razón humana es una capacidad que los humanos tenemos en común y que hace posible, utilizando argumentos, ir más allá del punto de vista particular.
Esta razón compartida nos permite hablar de una humanidad compartida: entre los humanos no pueden haber diferencias tan grandes que hagan imposible unas exigencias mínimas compartidas. Una ética mínima compartida puede ser asumida, pese a las discrepancias dogmáticas por todas aquellas culturas que se hallan en las raíces de las civilizaciones de nuestro mundo.
Una valiosa propuesta para ir más allá del propio punto de vista y acercarse a una visión más universal. Es un imperativo ético formulado en Occidente pero también vivo en las raíces de otras civilizaciones; el chino Confucio, en el siglo VI antes de Cristo, ya decía: Lo que no desees para ti, no lo hagas a los otros hombres. Esta pauta común es conocida como la regla de oro de la ética. ¿No podría constituir esta regla de oro, este principio de que no exige sino intentar ponerse en el puesto del otro, la primera exigencia ética mínima? Unida a la regla de oro, una segunda exigencia: considerar al otro, a todo ser humano, un sujeto con dignidad y derechos. Un ser que tiene un valor en sí mismo; que es fin, no un medio o un instrumento en utilizar.
Leonardo Boff propone una Ética Mundial o Consenso mínimo entre humanos, que incluye:
" LA RESPONSABILIDAD: Para que nuestros actos no destruyan los sistemas de vida
" LA SOLIDARIDAD: En función de la ley de sinergia, no la lucha para sobrevivir,
no la ley del más fuerte, sí la tolerancia, el apoyo mutuo.
" EL CUIDADO: No siempre actuar en función del LOGOS (razón), sino del PATHOS. La capacidad de sentir, tener simpatía. Relación amorosa con la realidad.
" LA COMPASIÓN: No como misericordia, sino en cuanto capacidad de frenar los deseos de posesión, de renunciar a dominar al otro, respetar su alteridad, sufrir con el que sufre.
" LA LIBERACIÓN: Intentando mediar para cambiar la situación de inequidades. "Pero necesitamos antes que nada una utopía: mantener la humanidad reunida en la misma casa común contra aquellos que quieren bifurcarla haciendo de los diferentes desiguales, y de los desiguales desemejantes."
JUSTICIA
Es la concepción que cada época y civilización tiene acerca del bien común. Es un valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
La justicia como único fin, es preciso cuidar y atender a otro valor vecino de la justicia, el valor que consiste en mostrarse unido a otras personas o grupos, compartiendo sus intereses y sus necesidades, en sentirse solidario del dolor y sufrimiento ajenos. La solidaridad es, pues, una virtud, que debe ser entendida como condición de la justicia, y como aquella medida que, a su vez, viene a compensar las insuficiencias de esa
IGUALDAD
Es la que establece que todos los hombres y mujeres son iguales ante la ley, sin que existan privilegios ni prerrogativas de sangre
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