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Repensando la política: nuevos paradigmas sociales. Corporativismo


Enviado por   •  20 de Abril de 2020  •  Ensayo  •  1.303 Palabras (6 Páginas)  •  119 Visitas

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Repensando la política: nuevos paradigmas sociales. Corporativismo.

Nuestra sociedad hoy en día se encuentra en un estado de cosas que sólo le permitirá dos caminos posibles a seguir: o se produce un quiebre, o se apaciguan las cosas de tal forma que el problema no se solucione, sino que se postergue. Ello porque el modelo de sociedad que la estructura no ha funcionado.

Tal fracaso se debe a dos factores, el primero de ellos es el factor ideológico. Las ideas que enmarcan y dan vida a nuestra sociedad no responden a la realidad de las cosas, por lo que es lógico que no  funcionen. El otro factor depende del primero. Al ya ser defectuosas las ideas que inspiran a nuestra sociedad, sería esperable que ni siquiera los hombre virtuosos y de gran talento pudiesen hacer maravillas con ellas. Así, no debe sorprender que una vez pasada la época de los gigantes – Patricio Aylwin, último espécimen de una raza ya extinta-, los pigmeos que les sigan fracasen.

Como consecuencia de lo anterior, es imperativo que se encuentre una solución al problema. Lo ideal sería un completo estudio sobre las ideas que hacen de principios a la sociedad de hoy, para luego estudiarlas y analizarlas una a una, a fin de derrumbar y vencer al error. Pero la extensión de este ensayo es más modesta que eso, por lo que tendremos que dejar ese interesante estudio para otra ocasión.

Por lo tanto, me limitaré hacer una tabla rasa y proponer una forma de estructurar nuestra sociedad de forma que sus bases sean sólidas, racionalmente coherentes, y verdaderas.  Si por algún azar tengo la oportunidad de comentar alguna de las ideas a combatir, lo haré tangencialmente.

Antes de entrar en materia, debemos aclarar algunos puntos.

Primero, la sociedad es una entidad natural a la que los hombres pertenecen por virtud de su nacimiento. Su fin último es lograr el bien común de sus integrantes.  Tal bien común no es otro que la vida buena o virtuosa, que definió Aristóteles como la vida de acuerdo a la razón, característica única y especial del ser humano. A la vida social tienden los hombres en virtud de su misma naturaleza, que se perfecciona y completa en la vida con los demás, y en la cual encuentra la forma más fácil de lograr su fin.

La sociedad por su estructura, es jerárquica, con estamentos y magistraturas superpuestos y subordinados unos a otros, para que los superiores dirijan la acción de los inferiores y velen por su bienestar. Esto es análogo a lo que ocurre en la familia, de la que la sociedad civil no es más que una amplificación, donde los padres están sobre los hijos a fin de velar por su bienestar y dirigirlos en su educación.

Al estar la sociedad compuesta de diversas estructuras superpuestas entre sí y diferentes, se puede afirmar con certeza que la sociedad es un organismo, un cuerpo compuesto de diversas partes desemejantes entre sí y distinta cada una del todo. La reunión de la totalidad de estas partes y no menos, es lo que hace a la sociedad.

Luego de aclarado lo anterior, hemos llegado al quid del asunto, el cual procederé a explicar a continuación.

Como podemos afirmar con certeza la naturaleza de la sociedad como análoga a la de un cuerpo, y su composición en partes, se deduce de ello, mediante el recurso a la analogía antes dicha, que el bien de la sociedad – el bien común de todos-, sólo se logrará cuando cada una de las partes cumpla su función específica dentro del todo, asegurando de esta forma el correcto funcionamiento del organismo y con ello la tendencia hacia el fin de éste.

Así pues se sigue de lo anterior la naturaleza compuesta de la sociedad, la cual se halla dividida en diversas corporaciones, gremios, municipios, regiones y, en la base, familias, siendo esta su unidad básica y primera. Ello es lógico, dado que nadie en la sociedad se encuentra completamente aislado o de manera única, pues siempre encuentra semejantes con los que comparte algo, ya sea el parentesco, la profesión, el oficio, el lugar de residencia, etcétera, y lo natural es que se asocie a ellos o tenga algún grado de colaboración.

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