Reseña conversatorio "derecho a la ciudad y COVID-19"

Conversatorio: Derecho a la ciudad y COVID-19

Me gustaría comenzar este reporte mencionando que nunca había ido a un “conversatorio”, al menos no estoy acostumbrado a ellos y, aclaro, en mi opinión no fue de tanto agrado para mí, dadas las siguientes razones.

        Comenzamos con la presencia del profesor Roberto Elbenschutz, el cual sirve como mediador durante el conversatorio, siendo quien anuncia a los participantes dentro de la sesión asi como marcar las pausas entre los argumentos de cada uno. Empezamos con el Ingeniero Enrique Ortiz, y he aquí mi primera queja del conversatorio: durante toda la sesión no se presenta de manera formal a cada uno de los participantes, únicamente su título y nombre, por lo cual no resulta de ayuda al momento de que, yo, como oyente, quiera saber cual va a ser su postura dentro de la conversación, dado que solo se limita a decir “no necesita una presentación especial”. Ahora, sigue mi siguiente duda: ¿Qué es el derecho a la ciudad? Algo que no se aborda ni se explica, así que siento que este conversatorio da por hecho que los oyentes saben a priori lo que el derecho a la ciudad significa y conlleva; o bien, no está dirigido a alumnos de nuevo ingreso, dado que puede confundirlos y, además, no marca una pauta a seguir ni temas que puedan resultar pertinentes dentro de un debate.

Siento importante únicamente resaltar los puntos, los cuales, los participantes van ahondando un poco más durante el conversatorio. Comenzaremos con el Ing. Ortiz, quien nos platica sobre algunas cosas que se han llegado a notar, mejor dicho, ha notado dentro de la pandemia. La cual ha sido la segregación social, un alto índice de clasismo que no resulta para nada sorprendente dentro de la cultura mexicana, pero refuerza aun mas al estipular que tanto los medios como la gente da por hecho que los barrios populares son culpables de la continua extensión de contagios del COVID-19. También menciona Palo Alto y su constante amenaza por parte de constructoras que quieren desterrar a los habitantes para construir zonas residenciales que sean acordes al estatus económico de la localidad. Luego, hace una pequeña reflexión sobre el COVID-19; nos plantea una cuestión: ¿Somos responsables del virus? ¿o es que acaso la relación con la naturaleza y su depredación dio como resultó tal virus? Dice, que el COVID no es un caso aislado, que vino acompañado de otros síntomas como son la enfermedad de las palmeras, la muerte masiva de conejos en E.E.U.U; en asía también se presenta una muerte masiva en murciélagos y el peligro de extinción de abejas polinizadoras. Sigue mencionando los constantes problemas con el ecosistema y pasa a mencionar un problema que la contingencia ha revelado: no hay forma que todo vuelva a la “normalidad”, este virus ha demostrado una falla dentro del sistema globalizado que hemos adoptado alrededor del mundo, y que, de seguir así no será sostenible durante mucho tiempo; y esto se puede ver en la creciente brecha social-económica entre la población.

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