Resulta difícil tratar de dar una definición de Estado que tenga en cuenta sus múltiples dimensiones y sea unánimemente aceptada..

Estado

Resulta difícil tratar de dar una definición de Estado que tenga en cuenta sus múltiples dimensiones y sea unánimemente aceptada.

El Estado podríamos decir que es la organización política más extendida entre las sociedades humanas, entendiéndose por sociedad, un conjunto complejo de individuos con lazos familiares, culturales, religiosos, económicos, ideológicos, políticos y que pueden  ubicarse generalmente en un lugar geográfico

Por esta razón, el estudio del estado se debe tomar desde las diversas ramas del saber como lo son la Ciencia Política, que se ocupa de los fenómenos de poder, la Historia, que lo enfoca hacia su dimensión de fenómeno histórico de carácter universal; la Sociología, cuya visión radica en determinar las relaciones con la sociedad civil; la Filosofía, ajustada en la apreciación del concepto teórico y ético del Estado y la Jurídica, la cual se interesa en su vertiente legislativa e institucional

En la antigüedad, los autores clásicos deliberaron acerca del modelo político de su época, concibiendo la ciudad-estado o polis, como un ente autosuficiente que aportaría consigo la satisfacción de las necesidades de la comunidad. Aristóteles, en su obra Política, concibió la polis como el resultado de desarrollar el aspecto moral de la personalidad humana e intentó distanciar la forma de gobierno típica de una familia de la propia comunidad política, dado que en aquel tiempo, la identificación entre Sociedad y Estado era mayor, debido a la escasa extensión demográfica y territorial de las ciudades-estado, lo que otorgaba una relación directa y fluida de los pobladores con los asuntos de gobierno, teniendo en cuenta que gran parte de los miembros de la comunidad no contaban con  esta condición (esclavos, prisioneros, etc.).

En Roma surgió la Res publica, forma política sustentada en el sistema jurídico (ius civile) de carácter personalista, que era aplicado a todos los ciudadanos romanos, independientemente del territorio en el que se encontraban, sin ser este incluyente para los no ciudadanos, a los cuales les aplicaba otro cuerpo normativo, el ius gentium.

En la actualidad, el modelo romano fue asimilado a los actuales estados plurinacionales, mientras que la polis griega comparte algunas de las características esenciales del concepto moderno de nación

Durante la época medieval se afianzo la necesidad de contar con formas de poder consistentes, fue en este contexto donde surgió el concepto moderno de Estado, siendo este el poder concentrado y capaz de perdurar en el tiempo, destacándose en el siglo XV teóricos como Nicolás Maquiavelo y Jean Bodin.

En la obra  El Príncipe, Maquiavelo delinea los requisitos que debían cumplirse para asegurar la permanencia del Estado, teniéndolo como objetivo por encima de cualquier consideración de índole moral. Sus sugerencias acerca de las cualidades que debía reunir un gobernante ejercieron gran influencia en la ciencia política de la época, otro teórico, Jean Bodin, propuso la necesidad de contar con un Estado fuerte para garantizar la paz en tiempos de crisis, ya que en aquélla época, Europa era escenario de graves conflictos religiosos, en su teoría la estabilidad del Estado depende de la determinación del príncipe, el cual es soberano para proclamar las normas a su voluntad, en conformidad con los imperativos de la moral y el Derecho natural. Su obra fomento la doctrina del “derecho divino de los reyes” e instituyo uno de los soportes teóricos fundamentales del Estado absolutista, convirtiéndose este en el modelo político de la época. Otro de los filósofos representativos del absolutismo, el Británico Thomas Hobbes, concibió el Estado como resultado de un pacto o contrato denominándolo también como Tratado de Paz, en virtud del cual el hombre, que es egoísta y antisocial por naturaleza, que tiende a satisfacer sus propias ambiciones aún en perjuicio de sus semejantes, cede parte de su libertad a una entidad superior capaz de impedir que la discrepancia entre los diferentes intereses individuales (bellum omnium contra omnes) degenere un conflicto social. Es así como el Estado surge a modo de poder absoluto que dicta el Derecho y la moral, y se impone a la voluntad de los miembros del colectivo. Hobbes también se ocupó del conflicto religioso, que vivía su momento crítico provocado por la Reforma de Lutero. Separando en su propuesta la independencia el poder del Estado del ejercido por las autoridades eclesiásticas, John Locke en su teoria, el poder del soberano representa a la sociedad sobre la que es ejercido, que está legitimada para despojar a aquél del mismo si lo usa de manera contraria a los intereses de sus miembros. El Estado surgiría en virtud de un tratado social por el que los individuos deciden no infringir los derechos inalienables de cada uno ( la vida, libertad, propiedad), cuya protección debe ser el objetivo fundamental del gobernante, y estaría constituido por tres poderes: legislativo, ejecutivo y federativo o alianza para la defensa.

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