Resumen 1a epoca telefonica

La transferencia a España de la segunda innovación de las comunicaciones con base eléctrica fue rápida, pero su difusión fue costosa y lenta. La situación política del país a finales del s. XX no había ayudado a mejorar esta situación. Todo esto, dio que la estructura del mercado telefónico en el país estuviera compuesta por un compuesto de monopolios locales de carácter privado en su inmensa mayoría, y por otra parte, redes locales y regionales públicas. El estado cedía los derechos de explotación y renovación de estas redes a las empresas a cambio de unos tributos. La difícil situación política y varios pensamientos de a incautación de las redes por parte del estado para su posterior nacionalización o para ceder los derechos a una empresa privada que explotara el servicio a nivel nacional, no daba incentivos a las empresas para renovar y mejorar el sistema de telefonía, dado la dificultad de rentabilizar la inversión. Esto provocó una red anticuada con numerosos problemas de conexión que no hacía más que generar un malestar social.

Tras numerosas propuestas para renovar el sistema telefónico, la mayoría en el olvido, y el fin de muchas de las concesiones de explotación, surgió la propuesta de la empresa americana ITT, que veía en España el lugar perfecto de entrada hacia Europa del capital norteamericano.

Así envío una propuesta al gobierno español que se basaba, básicamente, en la creación de una empresa privada, que actuara en condición de monopolio, que explotara a nivel nacional el sistema de telefonía. Esto se asemejaba a la idea del gobierno, que pretendía la incautación de todas las redes interurbanas por parte del y la centralización de todas las funciones en un consejo superior de telecomunicación.

Esta propuesta contó con el aval del gobierno que rápidamente inició los trámites para hacer viable el proyecto. Pero todo se torció con el golpe de estado de Primo de Rivera. La llegada de dictadura enfrío las relaciones con ITT, ya que sus intenciones pasaban por la nacionalización del servicio mediante la adjudicación de las redes para su posterior traspaso a los ayuntamientos. Las dificultades para hacer viable este plan, la fuerte crispación social ante un red embrionaria y primitiva y el nuevo intento de ITT, ahora respaldado por otras empresas, para la incautación del servicio, propiciaron a que la dictadura cambiara de dirección y empezará a elaborar el contrato con la empresa norteamericana.

Así marzo de 1924 en Madrid, se estableció el contrato, con el título Proyecto sobre el Desarrollo delas Comunicaciones Telefónicas en España, en el que se apoyaba la concesión del servicio a una compañía española en su base jurídica y en su composición, que con los apoyos financieros suficientes contrataría con el gobierno la construcción, en el plazo de ocho años, de un completo

y moderno sistema telefónico para toda España. La tarea empezaría por la reconstrucción y mejora de las instalaciones en manos del gobierno y de aquellas que fuera adquiriendo por compra o por finalización de las concesiones la segunda tarea consistiría en formar al personal y dotarle de la capacidad suficiente para atender un servicio mejorado y modernizado, a cambio de la explotación del servicio abonaría un porcentaje de los ingresos al estado, que, además, contaría con tres representantes en la dirección de la empresa. Al final de la concesión, el estado se haría cargo de la totalidad de las redes.

Así en abril del 1924 se fundó la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), con un capital de un millón de pesetas. La empresa tenía a su cargo el monopolio del servicio telefónico desde el 11 de mayo del mismo año. La participación de ITT se basaba en la prestación a CTNE del asesoramiento técnico-financiero y contable, así como la inspección y planificación de la infraestructura inmobiliaria del servicio. ITT era la propietaria, aunque la que operaba era CTNE.

El adjudicamiento de la concesión del servicio a CTNE no estuvo exenta de polémica durante la dictadura y la Segunda República.

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