Resumen El Alma De La Toga
Enviado por 19251925 • 26 de Julio de 2013 • 3.537 Palabras (15 Páginas) • 1.156 Visitas
Prólogo:
El derecho no es una ciencia, esta es una de las afirmaciones de Ossorio que a pesar de la época en que se encontraba, en donde predominaba el método dogmático, predominación de los silogismos (premisa mayor, premisa menor y la conclusión) que no son más que una lectura científica de los hechos, es decir se aplica la norma a cada circunstancia dejando de lado el humanismo jurídico, Ossorio se desvía por el camino de que los errores en la práctica jurídica pueden suceder, ya que el Derecho son probabilidades que encuentran una ayuda en las normas pero son meras conjeturas que tendrán una solución contingente con características de un arte.
Hay una ciencia del derecho, pero la solución de una controversia judicial no lo es. Para la solución de una controversia judicial el abogado no solo debe utilizar las normas y aplicarlas tal y como están redactadas, también en él debe surgir “la conciencia, el hábito, el engranaje de la vida, el ojo clínico, mil y mil elementos que, englobados, integran un hombre, el cual, precisamente por su oficio, se distingue de los demás”1.
1.- extracto del comentario de Recasèns Siches, libro Alma de la Toga Ángel Ossorio y Gallardo
ALMA DE LA TOGA
QUIÈN ES ABOGADO
Refiriéndonos a quienes son abogados, “en España se cree que todo el mundo es abogado, hasta que no se pruebe lo contrario” como lo dice el autor. Esto es un bagaje cultural, ya que pensar así es una manera equivocada, pues la abogacía no es una mera consagración académica, la abogacía es un estado permanente en el que las experiencias tomadas y las que se van a vivir son muy importantes, la abogacía es una concreción profesional.
El pensamiento equivocado de que el derecho es algo tan simple lo crean las facultades de derecho, sin generalizar, la mayoría de estas tienen profesores que ignoran el derecho social de nuestros días y prefieren dictar cátedras del Derecho del siglo XX, profesores que piensan que reducir la hora y media de clase a cuarto de hora es un bien para los estudiantes, que piensan que el derecho es sinónimo de memorizar todas las leyes al revés y al derecho, es decir, las clases son cansadas y aburridas lo que se espera de los estudiantes es que sean rebeldes, protestantes, anárquicos, etc…
La pasión del Derecho, es decir la pasión para abogar se refiere a dedicar su vida a dar consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales. Licenciado en derecho es aquel que llega a obtener el título, abogado es aquel que vive para la justicia.
En el abogado la rectitud de la conciencia vale mil veces más que el tesoro de los conocimientos.
LA FUERZA INTERIOR
El hombre debe confiar en sí mismo independientemente de cual sea su oficio u ocupación.
El poder divino es aquel que todos los hombres llevamos, partir de este surgen poderes que nadie nos ha de dar, debemos confiar en nosotros, y no esperar nada de nadie.
Siempre en nuestra vida van a existir voces, gritos, gente desesperada que nos querrán dar “consejos” y otros que nos darán criticas algunas constructivas y otras venenosas, el abogado deberá evadir todo esto, ser indiferente pues, si se detiene a escuchar perderá su ética, su sentido común y empezará a llenarse de dudas, de incógnitas, opiniones erróneas.
Se dice que la abogacía a diferencia de las otras profesiones como la ingeniería, arquitectura, medicina que actúan con el alma y otro ingrediente el Derecho solo actúa con el alma porque en este solo obra la conciencia y nada más que ella. El Derecho es algo que se interpreta y que se aplica con el alma es por eso que el alma trabaja aislada.
El interés por la persona, el sentimentalismo, las convicciones, la correcta definición de justicia y el aliento para sostenerla, son características de aquel que abogue, de aquel que tenga vocación para ejercer y dar vida al Derecho.
La injusticia para aquel que abogue es sinónimo de ira, el remedio para evadir la ira es saber despreciar venales e influibles, hipócritas y necios.
El abogado siempre debe estar seguro que le asiste la fuerza interior, esa fuerza que ha de hacerle superior al medio ambiente. El abogado debe estar seguro de lo que hace y como lo hace, no debe dejar que le asalten dudas pues si es así todo acabará.
LA SENSACIÒN DE JUSTICIA
En este capítulo el autor nos da como introducción una breve reseña histórica de como las circunstancias de un determinado momento influyen en pensamientos que un día fueron sostenidos; nos da ejemplos como: el surgimiento de un derecho socialista que destruye el individualista, el aparecimiento del patrono, los atributos de usar y disponer en lo antiguo aparecían como cosa sagrada ahora ya se ve la expropiación forzosa, las expansiones de la vida han creado un derecho mercantil, hombres que abogaron contra la pena de muerte, ahorcan y fusilan a mansalva, es decir se ven cambios muy extremos.
“Lo que al abogado importa no es saber el Derecho, sino conocer la vida” como lo dice el autor. En los libros el Derecho está escrito, eso es algo secundario para el que aboga, la vida es impredecible y eso en los libros no está, es decir nosotros debemos tener cargos de serenos, ampliar nuestra visión hacia más allá de las leyes.
Una parte importante en la vida del abogado nos dice el autor es el momento de la consulta. El letrado en jurisprudencia después de haber escuchado al consultante, debe hacerse preguntas tales como: ¿Quién es este hombre que me consulta? ¿Qué se propone íntimamente? ¿A quién dañara con sus propósitos? ¿Dónde ESTA LO JUSTO? Preguntas como ¿qué dice la ley? Son secundarias.
Cuando al abogado se le presente un pelito deberá tener muy claros sus pensamientos de justicia, no deberá dejarse llevar por cosas banales, la inclinación que tome será debida a lo que le diga su sensación, su corazón y deberá abogar sin perjudicar a nadie.
LA MORAL DEL ABOGADO
El pensamiento de la gente sobre lo que es el abogado es basado lo que diariamente se ve en nuestra sociedad, es decir ser abogado para la gente es algo corrupto, el abogado debe ser deshonesto para triunfar en su carrera pues esto no es para nada cierto.
Se dice que el joven más astuto y más despierto es el prospecto atinado para abogado, porque tendrá agilidad mental y sabrá manipular muy bien la mente de los demás, pues no es así ya que la abogacía requiere de rectitud de la conciencia y no de ingenio.
Llegamos a un punto muy importante en la vida del abogado que se basa en una pregunta ¿defender un asunto que a los ojos del abogado sea infame? La respuesta es sencilla:
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