Resumen las principales características de la Sociedad Burguesa
Enviado por Norma Almaraz • 21 de Septiembre de 2015 • Informe • 1.830 Palabras (8 Páginas) • 242 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA. |
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS. |
DEPARTAMENTO DE HISTORIA. PARCIAL DOMICILIARIO N° II. ALUMNA: NORMA ALMARAZ. AÑO: 2015 |
“Pues bien; lo que yo quiero son realidades. No les enseñéis a estos muchachos y muchachas otra cosa que realidades. En la vida sólo son necesarias las realidades.”
Charles Dickens, Tiempos Difíciles, Libro Primero: Capítulo I.
PRESENTACIÓN:
En el siguiente informe se presentan las principales características de la Sociedad Burguesa que se manifestó durante el siglo XIX. Se tendrán en cuenta los siguientes autores: Eric Hobsbawm y Jürgen Kocka.
DESARROLLO:
Hobsbawm señala que el resultado principal de la Revolución Francesa fue poner fin a una sociedad aristocrática; aunque de todos modos no implicó el fin de su influencia. La revolución conservó algunas características aristocráticas con gran pureza, asimiló valores como una herencia del pasado y los protegió de la erosión del tiempo. Hay que resaltar que aun así el régimen antiguo había muerto. La sociedad francesa posrevolucionaria era una sociedad burguesa en estructura y valores. Una sociedad en la que el hombre se hacía a sí mismo. Vale destacar que en 1840 la mitad de los senadores franceses pertenecían a familias de la Antigua Nobleza. La Revolución Industrial creó nuevos bloques de burgueses que coexistían con la sociedad oficial. Los hombres de las provincias adquirían una conciencia mayor de ser una clase y no un término medio que oficiaba de puente entre estamentos superiores e inferiores.
En un sentido marxista, Hobsbawm asocia la definición de clase media al plano económico. La quintaesencia del burgués es el capitalismo, es decir, es el propietario del capital y receptor de un ingreso derivado del mismo. Jürgen Kocka difiere del anterior autor ya que el término clase media que define incluye tanto, trabajadores independientes como asalariados y, más generalmente, personas con diferentes posiciones en el mercado. Es un concepto que porta diferentes capas de significado que van desde “burgués” hasta “ciudadano”. Sin embargo, desde principios del siglo XVIII y durante el siglo XIX, solo comprende a mercaderes, manufactureros, banqueros, capitalistas, empresarios, gerentes, rentistas (la clase media económica), doctores, ministros, abogados, científicos, profesores, administradores de las burocracias públicas y privadas (la clase media educada). Es conveniente hacer notar a quienes estaban excluidos: nobles, campesinos, trabajadores manuales y clases bajas.
Existen, según Kocka, dos teorías que explican las características que unifican y definen a las clases medias: Una de ellas es relacional: esta clase compartía un sentido de distancia social respecto de la aristocracia privilegiada y de la monarquía absoluta. Enfatizaban los principios del logro individual y la educación, compartían una sociedad civil moderna y opuesta a los privilegios y a la autocracia del antiguo régimen. Tenían un sentido de identidad por tensión con otros grupos. Los variados subgrupos estaban unidos por sus oponentes comunes: la nobleza, el absolutismo irrestricto y la ortodoxia religiosa. Se constituyó como una heterogeneidad particular. Pero a pesar de sus diferencias, la clase media compartía una distancia defensiva del pueblo, de la clase trabajadora y del movimiento obrero. La otra teoría es cultural: las familias compartían el respeto mutuo por el logro individual, principio sobre el cual basaban sus reclamos de recompensa, reconocimiento e influencia. Compartían valores, una actitud positiva hacia el trabajo regular, una preferencia a la racionalidad y al control de sus emociones y una lucha por la independencia, individualmente o a través de las asociaciones. Esta característica se observa claramente en el libro de Dickens cuando Bounderby remarca su procedencia y como gracias a su esfuerzo individual progresa no solo económica sino socialmente.
“Era un hombre que jamás creía haberse jactado lo suficiente de que era hijo de sus propias obras. Era un hombre que proclamaba constantemente, por la metálica trompeta parlante de su voz, su ignorancia de otros tiempos, su pobreza de otros tiempos. Era un hombre al que podría llamársele el fanfarrón de la humildad.”
Charles Dickes, Tiempos Difíciles, Libro Primero: Capítulo IV.
El mundo burgués poseía un ideal de familia como un fin en sí misma: una comunidad que se mantiene unida por lazos emocionales y lealtades fundamentales, estrictamente diferenciada por sexos y dominadas por el padre de familia. Fue un refugio del mundo materialista y competitivo de la política y lo público. Una esfera de privacidad con influencia femenina, pero que a su vez generaba que los roles entre hombres y mujeres sean menos equitativos. Tenían centros de sociabilización, de reunión, como clubes, círculos, asociaciones, festines y eventos culturales para los cuales se tenía que tener cierto status económico por encima del nivel de subsistencia y tiempo libre.
La nueva función de la esposa burguesa era demostrar la capacidad del esposo burgués ocultando la suya en el ocio y el lujo, cosa que chocaba con las viejas funciones de dirigir una casa. Sin embargo, esta preciosa, ignorante e idiota mujer también era solicitada para ejercer el poder, no tanto sobre los niños (cuyo señor seguía siendo el padre de familia) como sobre los criados, cuya presencia distinguía a la burguesía de las clases inferiores. Una señora podía definirse como alguien que no trabajaba y que, por lo tanto, ordenaba a otra persona que lo hiciese, siendo manifestada su superioridad por esta relación. Sociológicamente, la diferencia entre clase obrera y clase media era la existencia entre aquellos que tenían criados y aquellos que lo eran potencialmente.
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