Revolución social. Crisis social

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Facultad de Humanidades

Técnico nivel superior

Trabajo social

 Vespertino

Revolución social. Crisis social.

Autor: Laura Catalina Rosales Neira

Introducción a la Sociología

Profesor: Juan Rojas  

-2017-

“Nos dirigimos hacia un mundo dominado por la ciencia^[1]”.

(Auguste Comte)

¿Esperamos y contemplamos o protestamos, generamos y hacemos revolución?

El hombre es un ser histórico, es un ser en potencia, se entiende que esta en evolución constante. Teniendo esto presente señalo que el estudio de la sociología como ciencia, presenta sus inicios alrededor del s. XVIII, marcada por grandes revoluciones sociales, ideológicas, tan trascendentales que forjaron las bases de la sociedad que actualmente contemplamos, vivimos, y resentimos. Revoluciones que fueron impulsadas en sus raíces más básicas por una sensación de descontento, de injusticia, de opresión. Por la necesidad de generar un cambio, de hacer sentir la voz que dijera, que lo que estaba establecido como sociedad no podía continuar estática y era necesario un giro, un movimiento social. Explota la Revolución Francesa, y se comienza a sentir fuertemente por Europa el impacto de transformación social, liderada por la palabra Libertad, en el amplio sentido de su raíz, ser-libre.

Aparecen como protagonistas, de este cambio algunos teóricos, filósofos, pensadores como Saint- Simón, Comte, Durkheim, fundadores de la sociología en sí, dedicados a estudiar con gran interés, esta gran transformación social que se está vivenciando, ¿Por qué? Porque el mundo acá comienza a ser otro, viene a construirse una nueva sociedad, hay tanto por expresar y crear. Pero debo decir que a los tres se les identifica el temor al desorden social, al caos, y van a realizar sus planteamientos desde la búsqueda de soluciones para evitar estos.

Sujeto y Razón, son términos propios de la modernidad, llegan a ejemplificar cual es el Rol y el camino que se vive, y se siente, y es que otra gran revolución envuelve y genera cambios, y ya no salimos de esta, y somos parte, y la aborrecemos porque fue injusta, y aún lo es, porque enriquece y empobrece a la vez, y es desigual, y genera aun diferencias, y da poder… y ese poder genera que el Sujeto se aleje de la Razón, y nos envuelve en el consumo hasta hoy en día; La Revolución Industrial y consigo el sistema de mercado Capitalista. Y se intenta dar explicaciones de lo que ocurre, se buscan respuestas a las problemáticas sociales que genera, hasta se anhela regresar a la edad media, pero muy pocos hablan abiertamente de derrocarlo, entre ellos Marx y las bases del Socialismo, sistema social-político que busca administra el poder económica desde los trabajadores…

¿Qué incomoda a la sociedad occidental hoy en día?, (y me centro en occidente por la compleja situación que acarrea la sociedad de medio oriente). ¿Estamos dando una revolución o somos parte de una sociedad más bien contemplativa del impopular, pero tan bien aceptado, sistema Capitalista imperante, destructor, pero a la vez impulsor económico? Me cuestiona la idea de revolución en nuestros días.

Continúo desarrollando mi reflexión. Ya se venía fraguando notas de un cambio en el pensamiento, por un lado la corriente filosófica Racionalista, con el francés René Descartes, proponiendo la independencia de la Razón frente a la Teología (Bascuñana, 1999), con este postulado central Descartes se asegura que el pensamiento sea libre y autónomo, ya que solo la Razón basta para explicar todo lo que existe.

Por otro lado se encontraban los Empiristas ingleses, Locke y Berkeley que proponen a la experiencia como la base del conocimiento (Bascuñana, 1999). Del “pensamiento” de Descartes, pasamos a las “Ideas” de los Empiristas. Y se va desarrollando una nueva manera de cuestionar la realidad en la que se está. Nace un movimiento de renovación intelectual, la Ilustración.

Ilustración del siglo XVIII, también llamado siglo de las luces, que presentó esas luces que iluminaron el otro camino, aquel que marcado por la luz de la razón, hace cuestionar el antiguo régimen, provocando la gran revolución, aquella que parte del pensamiento y que es más poderosa que la material, ya que se acompaña con las ansias de libertad, justicia e igualdad social. Y que trasciende en gran parte de la sociedad europea, tanto en la política, en la cultura (artes y letras) y en las ideologías. Y en las ideologías sí que golpea fuerte, tan fuerte que estas se hicieron escuchar, derrocando una monarquía, esa que largamente manejaba el poder por elección divina; la Revolución Francesa, como gran ejemplo de esta. Y como madre de tantas otras que bajo su alero, fuerza y lema sirvió de motivación para otras a lo largo del s. XIX.

Pero esta gran Revolución no solo genero cambios favorables para la sociedad, entre los que puedo recordar la libertad de culto, de expresión, y de conciencia; que unidas al lema de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, trae ideas libertarias para Latinoamérica, que a la época era casi en totalidad colonia española y portuguesa.  Siendo este dato, gran ejemplo del impacto de transformación social que tuvo. Y también mencionar la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, base para las constituciones políticas de muchos países.

Aun teniendo esto presente, también genero cambios desfavorables, como fue, el caos y desorden social que se podía percibir en la ciudadanía. Y es que las revoluciones son así, con ruido, con desorden, con movimiento, después del caos reina la calma. (O el cansancio) Y es en este cambio desfavorable en donde se centraron las investigaciones y los argumentos de los primeros teóricos de la sociología que añoraban el orden de la época anterior, otros más arriesgados aseveraban que esos tiempos son irrecuperables por la fuerza de la transformación social. Y así fue.

En este contexto social comienza a aparecer como ciencia la Sociología, intentado explicar el porqué, las razones y los resultados de esta revolución, manejando un método, por eso es ciencia, entendiendo por revolución un cambio o una trasformación radical (Ferrater, 2000). Y es que este camino ya está trazado, la transformación social alcanza la industrialización que va en auge, junto al avance e incorporación de mejoras tecnológica a la producción, tiene como resultado la migración de las zonas rurales hacia las ciudades, de la granja a la fábrica, en busca de trabajos mejores remunerados, (al menos eso se idealizaba).

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