Rio Inambari
Enviado por esulcaq • 18 de Noviembre de 2012 • 9.144 Palabras (37 Páginas) • 295 Visitas
La Central Hidroeléctrica del Inambari será la más grande del Perú y la quinta en America Latina, implicando una inversión de $ 4.847 millones de dólares. Esta central tendría 2000 MW de potencia instalada, de los cuales $ 882 millones serían para una línea de transmisión de 810 km de largo que la uniría con las centrales del río Madeira en Brasil. Su construcción se daría en el marco del convenio firmado entre los gobiernos del Perú y Brasil en abril del 2009, para la construcción de seis hidroeléctricas en el Perú.
El impacto social y medio ambiental sólo de la central de Inambari será considerable: la evacuación de entre 4.000 y 8.000 personas a causa de la inundación de 378 km2, por lo cual 65 centros poblados de los departamentos de Puno, Cuzco y Madre de Dios deberán ser reubicados y compensados; la deforestación de unas 308.000 hectáreas, sobre todo a causa de la migración de la población en búsqueda de trabajo y negocios; la destrucción de la biodiversidad del área y la severa alteración de los sistemas acuáticos aguas abajo y aguas arriba. Además serán afectados 161 kms de la Carretera Interoceánica por el embalse de la represa.
Los beneficios de la exportación de energía al Brasil para el Perú, serían la inyección de unos $ 2.000 millones en la economía durante la construcción de la central, que duraría unos 5 años, a los que se sumarían más tarde el 30% del impuesto a la renta sobre los beneficios declarados, todo lo cual no parece gran cosa frente a los altos costos medioambientales y sociales, con daños irreversibles a los ecosistemas amazónico.
Contexto
En Brasil ha existido un crecimiento económico sostenido en los últimos años, lo cual ha contribuido a convertirlo en la nación más influyente de América del Sur.
Instituciones como el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) con activos de $159 mil millones, son instrumentos de una política nacional que apuesta por el fortalecimiento a empresas que contribuyan al desarrollo del país, mejoren la competitividad de la economía y eleven la calidad de vida de la población brasileña. El crecimiento sustancial de la economía brasileña ha conllevado un incremento considerable de sus necesidades, energéticas y es ahora el tercer consumidor mundial de electricidad por $ del PIB aunque su electricidad es cara.
El interés del Brasil en impulsar la integración energética sudamericana responde en gran medida a la necesidad de asegurar su abastecimiento de energía eléctrica. Entre 2009 y 2017 su demanda debe crecer, en promedio, en 5.900 megavatios anuales para poder mantener un crecimiento económico del orden de 4 al 5% anual [1].
Diversos consultores privados afirman que en los próximos 10 años el Brasil necesitará una capacidad adicional de producción de 50.000 MW, de los cuales 37.000 ya están en diferentes niveles de avance. Por esta razón están en marcha grandes emprendimientos que también constituyen grandes oportunidades de inversión para la empresa privada y la banca multilateral brasilera. Actualmente Brasil viene apostando por la construcción de grandes represas como Tucuruí, Balbina y Itaipú, y actualmente está promoviendo represas como Belo Monte, Inambari, en Perú y Cachuela Esperanza, en Bolivia, y el Complejo hidroeléctrico del río Madeira cerca a la frontera entre Perú, Bolivia, y Brasil.
En este contexto, los presidentes Alan García del Perú y Luis Ignacio Lula da Silva del Brasil lanzaron formalmente, el 28 de abril de 2009, la carrera que debe culminar con la puesta en operación de un número indeterminado de grandes represas en los ríos de la selva alta peruana que, según lo informado, principalmente deben abastecer la demanda energética del país vecino.
La noticia de la firma del memorando de intención entre Brasil y Perú —uno de cuyos seis puntos hace referencia a las hidroeléctricas— fue mucho más comentada en Brasil que en el Perú, donde, a pesar de su evidente importancia geopolítica, económica, social y ambiental, pasó casi desapercibida. En esencia, el memorando plantea permitir que el Brasil estudie, financie, construya y opere hasta seis grandes hidroeléctricas en territorio peruano para abastecer sus necesidades de energía, comprometiéndose a comprar al Perú gran parte de la energía producida. Las hidroeléctricas
por construir son Inambari (2,000 MW), Sumabeni (1,074 MW), Paquitzapango (2,000 MW), Urubamba (940 MW), Vizcatán (750 MW) y Chuquipampa (800 MW), con un costo conjunto en el orden de los US$16 mil millones.
El mercado eléctrico peruano
La potencia instalada en el Perú es de 7.158 MW. En 2009 se produjeron 29.807 GWh, de los cuales 63% fueron hidráulicos y 37% térmicos, principalmente de gas natural. Esto significó un crecimiento de 0.84% con relación al año 2008. La máxima demanda se registró en diciembre y fue de 4.322 MW[2].
Según el Plan Nacional de Electrificación, la cobertura eléctrica en el país debería llegar a 93.1% en el año 2015. Pero la fuerte demanda de energía no proviene del sector residencial sino del minero y será la entrada en funcionamiento de nuevas minas lo que determinará su rápido aumento. Entre 2001 y 2008, la demanda de electricidad creció a 8.3% anual y se espera que ese ritmo continúe después del bache que significó la crisis económica mundial.
En los últimos años en el Perú, ha habido una fuerte inversión en el desarrollo de plantas termoeléctricas para la generación de electricidad, en razón de los bajos precios del gas natural de Camisea. Pero la disminución de las reservas de este recurso para el mercado nacional debido a la priorización de su exportación, ha evidenciado un crítico contexto de seguridad energética para el país en el corto plazo. En el mismo período no ha habido inversión en el sector hidroeléctrico ya que las tarifas eléctricas, calculadas sobre el costo del gas natural, no aseguraban la rentabilidad de las inversiones. Por esta razón, muchas veces se ha declarado en el MEM y en OSINERGMIN que las tarifas eléctricas deberían subir, lo que, por razones políticas, no se ha hecho.
Antecedentes del proyecto Inambari
• 1976-1979. La Dirección de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, con apoyo de la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), realizó la Evaluación del Potencial Hidroeléctrico Nacional, eligiendo al río Inambari como parte de diez proyectos para el desarrollo de centrales hidroeléctricas en el Perú.
• 2006, Noviembre. Memorándum de entendimiento entre los Ministerios de Perú y Brasil para el establecimiento de una comisión mixta permanente en materia de energía, minería y geología.
• 2007, Noviembre. La Dirección General de Electricidad (DGE) del
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