Rousseau apuntes teoria politica

Rousseau

Texto 1

Capítulo V: Que siempre es necesario remontarse a una primera convención.

Habla sobre una primera convención, es decir, un primer acuerdo, un pueblo antes de entregarse a un rey, ya era una pueblo, es decir ya habían hecho un contrato, de voluntad general, refiriéndose esto a que cada ciudadano, o la mayoría u minoría con poder, dependiendo del tipo de gobierno que se estuviera propenso en la situación, llegó al acuerdo de entregar su voluntad a una estructura política por bienestar propio, llegando a un bienestar común, y a un fin del estado de naturaleza. Ya que si un conjunto de gente no fuera un pueblo o hubiera llegado a una convención antes de entregarse al rey y fuera mandado por un soberano, sería una relación de amo y esclavo, ya que este mandaría sobre cada uno por su parte, siendo esto no una asociación, más sin más una agregación.

Capítulo VI: Del pacto social.

Cuando el hombre llegó a un punto en el cual el estado de naturaleza le estaba dando muchos obstáculos para que el ser humano pudiera subsistir, cambiaron del estado natural al estado social, es decir, a través de un pacto social el individuo propio llegó a encontrar una forma de asociación que velará sus bienes en común con otros individuos, pasando de una libertad natural a una libertad convencional. Cada uno se unió a un “todos” creando intereses generales, poniendo su persona bajo una voluntad general, haciendo un acto de asociación que creo un cuerpo moral y colectivo. Este cuerpo colectivo o persona pública formada por la unión recibía en otro tiempo el nombre de ciudad, ahora de republica o cuerpo político.

Capítulo VII: Del soberano.

El acto de asociación del estado social compromete al individuo como miembro del estado social hacía el soberano y cómo miembro de tal soberanía hacía los particulares.                                           Todos los súbditos tienen  una obligación con el soberano, pero el soberano no tiene obligaciones, es decir no puede imponer una ley que no pueda violar. Por lo mismo el soberano no puede enajenar una parte de el o someterse a otro soberano, ya que perdería su poder de cuerpo político cediéndolo; lo que nada es, nada produce. El poder soberano no tiene necesidad de ofrecer garantía a los súbditos porque el cuerpo nunca querría perjudicar a los miembros; no lo hace. El soberano es siempre lo que debe ser. En la soberanía cada uno puede tener su interés particular, y a lo mejor este puede sobre pasar el bien general, llegar a aprovechamiento, o ir en contra de lo  general, en caso de esto, para que el pacto social no sea inútil, el cuerpo obligará a quien no quiera seguir la voluntad general, obligándole a ser libre, dentro de la libertad convencional antes mencionada.

Texto 2

Capítulo III: Si la voluntad general puede errar.

Existe la voluntad de todos Y la voluntad general, velando la primera por el interés privado y la segunda por el interés público. La suma de los diferentes tipos de voluntades particulares dan a la  voluntad general.    Cuando se forman intriga y se crean asociaciones parciales las cuales son externas al estado crean intereses generales para ellas, pero particulares para el estado. Para que la voluntad general exista no tiene que haber una sociedad parcial, y si está existe se debe multiplicar su número y prevenir la desigualdad y que el pueblo no se equivoque.

Capítulo IV: De los límites del poder soberano.

El estado o ciudad es una persona moral compuesta por miembros que velan por su propia conservación. Esta conservación es a través de un pacto social el cual le da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos, dirigido por una voluntad general; soberanía.                                                                    Una persona pública está compuesta por personas privadas cuales vidas y libertad son independientes de ella. Están los derechos de los súbditos( ciudadanos) y el soberano. El ciudadano tiene que cumplir los deberes de calidad de súbdito con respecto al derecho natural que deben gozar, es decir la conservación de su vida y la libertad convencional. En el pacto social el ciudadano enajena de el sólo la parte cuyo uso importa a la comunidad, y el soberano es el que impone esto, siempre y cuando sea útil para la comunidad; nada se hace sin causa.                                                                      El cuerpo social tiene compromisos que nos ligan obligatorios porque son mutuos, por aquello se piensa en la felicidad de cada uno y la voluntad es general, ya que debe partir de todos para aplicarse a todos, lo que te toque a ti me tocará a mí, todos bajo las mismas condiciones y derechos. El acto de soberanía que se implica en el pacto social tiene un acuerdo o “convención” del cuerpo con cada uno de sus miembros, una convención legítima a través del contrato social, una equitativa ya que es común a todos, una útil porque tiene por o jeto el bien general y una sólida porque es aplicada por la fuerza pública y el poder supremo. Es una convención de voluntad general ya que se someten a algo por decisión propia es decir se someten a su propia voluntad.                        A pesar de que el poder soberano sea absoluto, sagrado e inviolable,  no puede traspasar el hecho de que el soberano tiene que ver a todos los individuos por igual, y su peso no debe recaer en sólo un individuo en particular, si esto ocurre el soberano pasa a ser incompetente para el cargo. El cambio de un estado natural a social no es más que un hecho de cambio ventajoso de pasar de un estado inseguro y precario a otra mejor y más segura, de una independencia natural a la libertad. Por aquello y por el hecho de consagrar los individuos su vida al estado le devuelven lo que de él han recibido al defenderle, a lo mejor  a través de un combate inevitable, pero no uno peor al que se vivía en el estado natural, sino que combatir todos por la patria, y no por si mismos todos contra todos como ocurría antes del estado social.

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