SITUACION DEL EMPLEO Y DESEMPLEO DEL PERU
Enviado por Nicolas Arone Romero • 11 de Diciembre de 2022 • Examen • 1.384 Palabras (6 Páginas) • 64 Visitas
SITUACION DEL EMPLEO Y DESEMPLEO DEL PERU INTRODUCCION:
La crisis de Covid-19 llegó en un momento de lánguido dinamismo económico a nivel mundial, basándonos en los registros de la CEPAL sobre el PIB mundial. Un acontecimiento mundial sin antecedentes que afectó multisectorialmente a todos los países, sin la necesidad de una crisis financiera como sucedió en año 2008. Esta vez el impacto económico se vio como consecuencia a la prioridad sanitaria y la cuarentena obligatoria. Al preservar los recursos humanos, se detiene la producción y la economía, o se paraliza o empieza una profunda recesión. Sin duda estas opciones dependerán de las medidas optadas por cada país y del cómo afrontar esta coyuntura. Y en este punto es que especificaremos sobre lo vivido en el Perú los últimos meses y la relación con años pasados. En consecuencia, se analizará algunos de los más relevantes indicadores sobre la situación del empleo y desempleo en nuestro país, y la desigualdad existente respecto a los ingresos totales, relacionándolo con el PBI per cápita que no refleja la realidad como tal. También, se hará un breve alcance a un problema que atañe en gran medida al trabajo, nos referimos a la informalidad y el por qué nos limita como sociedad. De ahí la importancia de diferenciar la informalidad de lo formal, pero que eso no implica necesariamente la estabilidad del sector formalizado, pues muchas de sus normas salariales y dedicadas al empleado se basan en el aprovechamiento de la necesidad de un trabajo
DESARROLLO:
-Antes de la pandemia, las expectativas del empleo en el Perú podían ser variadas de acuerdo al punto de vista. Por así decirlo, se tenía planes en reducción de la informalidad en mejora de un mercado laboral más equitativo. Pero si existía posibilidad alguna de contrastar la crisis laboral, ahora con el tema pandemia, se disipó por completo.
Una simple comparación entre el trimestre móvil de abril- mayo - junio del 2019; con el trimestre de este año 2020, refleja una disminución del 39.6% de la población ocupada. Es decir, que para el mes de junio se contaba con casi 6 millones 720 mil personas sin una ocupación laboral. En esta parte, no sorprendería que el mayor porcentaje perteneciera a las zonas costeñas, pues su densidad demográfica supera ampliamente al de la región sierra y selva. Lo resaltante de este aspecto, es analizar los sectores más perjudicados y otros que vieron un crecimiento de personal. La población ocupada del sector primario creció en un 17.3%, siendo así la agricultura de la actividad que aumentó su porcentaje, mientras que la pesca y minería disminuyeron su población ocupada. Los sectores secundarios y terciarios, que incluirían la manufactura, construcción, comercio y otros servicios, fueron los que tuvieron que recortar los recursos humanos a niveles enormes y de donde procederían los casi 6 millones de personas desocupadas.
Teniendo en cuenta estos datos, podemos predecir que el futuro de la oportunidad laboral y la reducción de sus desigualdades están distantes de lo que uno quisiera. Si bien con la flexibilización de las restricciones sanitarias y la estimulación de la economía, el margen laboral se amplió. Esto queda irrelevante, a lo que en el transcurso del auge de la pandemia se vivió. Como ejemplos tendríamos: el impulso de la necesidad para recurrir a la informalidad, o del fracaso de bonos y subsidios a instituciones y familias. Ambos casos tendrán sus consecuencias debidas, ya sea sociales o económicas, como reflejo de la alineada planificación estatal y sus medidas ineficientes. Para terminar esta primera parte, quisiera destacar el esfuerzo del estado por la graduada reactivación económica, tomando las medidas sanitarias adecuadas. Sabiendo que, en otros países europeos, se apresuraron con la reactivación económica y hoy sufren nuevas olas de contagios masivos. Esperemos que lo vivido hace unos meses, sea motivo de cavilación a nuestros representantes. De tal manera que opten por una heterogeneidad económica y la diversificación del empleo. Con políticas en apoyo al pequeño empresario e inversión tecnológica en actividades económicas discriminadas como es la agricultura. Y nos genera más preguntas como: ¿Por qué ser campesino en Perú es sinónimo de ser pobre? Mientras que la pandemia nos demuestra lo mucho que podemos dar de esta actividad indispensable.
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