SOBRE COLOMBIA COMO LA PATRIA BOBOA
Enviado por Sergio9712 • 3 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.364 Palabras (6 Páginas) • 244 Visitas
SEMINARIO CONCILIAR DE BOGOTÁ
COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DISCURSIVA 3
DOCENTES: Santiago Pinzón- Mónica Ramírez
ESTUDIANTE: Sergio Cárdenas
PARCIAL PRIMER CORTE
01.04.2017
Érase una vez un país tan corrupto, que hasta sus gobernantes protestaron en contra la corrupción: La paradoja colombiana
“Voy a ver si aprendo, y escribo a un periódico quejándome de la incultura que existe actualmentete”
Anónimo
En el pasado ensayo deslicé mi pincel por la hermosa pintura de la riqueza colombiana, abarqué todo cuanto se trataba de lo bueno de la patria latina, sin embargo no hay que ser ingenuos, no hay que tener dos dedos de frente para reconocer que hasta la maravilla más majestuosa tiene sus descaches. Pues bien, Colombia, si quisiéramos, podríamos llamarla: “la gran paradoja”, así es, vivimos en un país de contradicciones, que profesa una ley que abarca hasta el más diminuto de sus habitantes, pero a la hora de ser cumplida, ni siquiera el mayor de los mandatarios la hace válida; un país en donde la riqueza es tanta, que llegamos a ser los más pobres. Las siguientes líneas intentarán mostrar de qué les estoy hablando, y basándome en ejemplos (para que este texto cumpla con todo lo que nos predican acerca de la comprensión lectora) trataré de mostrarles cómo los colombianos adaptamos comportamientos que dan fe a lo expresado hace un par de años: “vivimos en una patria boba”.
Cuando Antonio Nariño declamaba estas palabras frente a la situación tan abrumadoramente compleja que vivía la época, no escatimaba ningún detalle para describir de manera perfecta y asignarle si no el mejor, uno de los adjetivos más adecuados a los habitantes residentes en esta parte del mundo, y saben ¿por qué?, porque ese conjunto de signos que querían dar a entender lo estúpidos que fueron nuestros libertadores, hoy día se han convertido en una especie de profecía. Así es, el país del glorioso “cinco a cero”, se ha convertido en un nido de letrados un tanto iletrados, un país en el que nos matamos unos a otros simplemente para sobresalir, un país en el que el dicho popular “al caído, caerle”, se cumple de manera cabal.
Opto por criticar en este ensayo a nuestros queridos miembros del capitolio, porque pienso que una de las raíces más hondas del nivel de impiedad que tenemos unos con otros radica en ellos. En la época del gran Aristóteles (la Grecia Antigua) se le daba suma importancia a la educación de los políticos, ¡pero ojo!, no los políticos que conocemos hoy día, se trataba de hombres que debían cumplir con una serie de virtudes que los llevarían a alcanzar un nivel de madurez tan alto, que se convertirían en un ejemplo para toda la polis. El político debía ser “templado, magnánimo, generoso, prudente, pero sobre todo justo” (Ética, 2008). ¿Lo ven?, Aristóteles no estaba tan errado cuando comprendió que la clave para hacer de la polis un pueblo decente recaía en la educación que había vivido quien estuviera al mando, por consiguiente, si el mandatario era justo, la polis sería justa, mientras que si quien gobernaba era un tirano, por pura lógica, el pueblo estaría sometido.
Siendo consecuente con lo dicho anteriormente, la idea de política se limitó a las instituciones, se formalizó a tal punto que los valores humanos del gobernante se habrían tergiversado por el bien de la institución. Precisamente, Iván Cadavid Guerrero, docente de la universidad Autónoma Latinoamericana, defiende en su libro El buen político según Aristóteles, la hipótesis de por qué debemos volver a creer que “la política es un rasgo central que se encuentra inherente en el hombre”, y no “un gobierno o una institución”.
Es vergonzoso ver al país atado y esclavizado por un sistema político que de político no tiene nada, un patria sufriente a cargo de unos cuantos que despilfarran los recursos del país de tal manera que hacen que el territorio se deteriore rápidamente.
Pero no nos desviemos, mi objetivo es ratificar la manera en que nuestra amada Colombia padece el cumplimiento de unas palabras pronunciadas hace un par de siglos, una patria que se desangra por los conflictos internos que posee, una patria que se desmiembra a sí misma, mientras países extranjeros como viles aves rapaces colaboran con la causa del martirio. Perdón si me emociono un poco en la escritura pero duele ver como una tierra tan fértil y con tantas riquezas como las expresadas en mi anterior escrito, se va desmoronando poco a poco.
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