SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL: RETOS Y FACTORES LIMITANTES ACTUALES

SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL: RETOS Y FACTORES LIMITANTES ACTUALES.

M.C. ROMÁN-VEGA MARTIN A. – AHUMADA CERVANTES BRENDA.

Universidad Autónoma de Occidente. Avenida Universidad S/N, Fraccionamiento Villa Universidad, 81048 Guasave, Sin.

Correspondencia: biologia_martin@hotmail.com

Junio de 2018.

1.- Resumen

El desarrollo sustentable se enfrenta a una serie de limitantes que impiden la consolidación de este desde una perspectiva global. A pesar que desde hace más de tres décadas se han intensificado las acciones y los planes en pro de la sustentabilidad los resultados obtenidos han quedado como un paradigma no satisfactorio debido a que no se ha logrado visualizar a este esquema como un proyecto policéntrico desde la perspectiva de las naciones que proponen a la sustentabilidad como una necesidad apremiante de nuestra era.

En el presente documento se abordan temas como la urbanización, la producción de energía, la globalización, y la pobreza como factores antagonistas del desarrollo sustentable. Si bien es cierto que hemos avanzado en materia de sustentabilidad, sigue siendo necesario incrementar el esfuerzo de las naciones, principalmente de aquellas con elevados niveles de industrialización y altos índices poblacionales por ser las que ejercen mayor presión sobre nuestro planeta.

En tanto las naciones no visualicen a los problemas y las necesidades básicas de la sociedad actual, y no pongan en marcha las políticas diseñadas para tal efecto, todas las acciones dirigidas a los planes de desarrollo sustentable estarán condenadas al fracaso.

Palabras clave: Sustentabilidad ambiental, urbanización, energía, globalización, deterioro ambiental, pobreza.

2.- Introducción

Una de las propuestas más aceptadas por la sociedad actual en torno al desarrollo, es la del “Desarrollo Sustentable”, la cual se expone como un modelo basado en el agotamiento continuo de los recursos naturales.

El concepto de desarrollo sustentable se estableció en 1987 a través del informe “Nuestro futuro común” de la comisión de Brundtland, y en él se establece que para que las generaciones futuras puedan disfrutar de las bondades que la naturaleza ofrece a las generaciones del presente en forma de recursos naturales, la explotación de estos deberá realizarse de una manera responsable (Informe de Brundtland, 1987).  

Bajo este esquema, el desarrollo sustentable busca el crecimiento económico de las naciones a través del aprovechamiento moderado de los ecosistemas, integrando así la participación de tres ciencias fundamentales; la económica, la social y la ecológica.

A pesar de los avances logrados en materia de sustentabilidad, tales como los generados durante la cumbre de la tierra celebrada en Rio de Janeiro en 1992, el protocolo de Kioto en 1997, o acuerdos más recientes como el acuerdo de París en 2015, todo parece indicar que los intereses capitalistas de los principales países industrializados, y  de aquellos que aún se encuentran en vías de desarrollo, siguen inclinando la balanza de la sustentabilidad hacia un desarrollo económico que no precisa del cuidado del ambiente.

En el presente trabajo se abordan algunos factores que limitan el desarrollo sustentable, y se hace un análisis general de la forma en que estos impactan sobre la sustentabilidad ambiental. Actualmente existen componentes sociales que de forma sinérgica han propiciado un atraso circunstancial de la sustentabilidad, tales como la conjugación de la urbanización y la economía, la producción de energía y las políticas públicas ambientales relacionadas con esta, el aumento de la globalización y sus externalidades, y la relación de la pobreza con el deterioro ambiental. El objetivo del presente documento es emitir un análisis crítico que permita  dar a conocer las principales limitantes a las que se enfrenta el desarrollo sustentable, y los retos a los que afrontan las sociedades del mundo actual.

3.- Desarrollo

3.1.- Urbanización y economía

Desde el siglo XVIII y principios del XIX, filósofos sociales y economistas, como Thomas Malthus (1969),  y David Ricardo (1962), advierten acerca de la posibilidad de que el planeta presentara dificultades para satisfacer las necesidades del ser humano ante un crecimiento poblacional que, se anticipaba, excedería la capacidad del Planeta para producir bienes económicos. Sin embargo, estas advertencias fueron ignoradas, aun cuando la revolución industrial manifestaba el inicio del cumplimiento de tales predicciones (Redcliff, 1991).

La revolución industrial fue la llave que abrió la puerta que conduciría hacia la senda del inicio de una era donde se intensificaría la presión sobre los ecosistemas y los recursos que estos nos proveen, ya que a raíz del nacimiento de esta, distintos países del mundo empezaron a sufrir grandes transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales que marcaron para siempre la historia de la humanidad.

Con el desarrollo de la revolución industrial surgieron cambios en distintos campos productivo, uno de los más impactantes fue el que se dio en los sistemas de producción agrícola, ya que los propietarios de campos de cultivo optaron por invertir en la adquisición de maquinaria e insumos que permitieran optimizar la producción de alimentos.

Todos estos cambios propiciaron un crecimiento demográfico debido a la mejora de la alimentación. Asimismo hubo adelantos significativos en el campo de la medicina y en la higiene. Estos factores fueron grandes detonantes en la mejora de la esperanza de vida de las personas, razón que provocó un crecimiento de la población. A causa de estos cambios hubo una emigración del campo a la ciudad porque la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de trabajo en las ciudades.

Estos movimientos hacia zonas urbanizadas incrementaron la necesidad de producir más energía para abastecer las necesidades de los hogares y la industria, asimismo surgieron cambios relevantes en los sistemas económicos de la época, provocando que el sistema capitalista se apoderara de los principales países del mundo.

Uno de los retos más grandes a los que se enfrenta la economía actual es contar con modelos policéntricos que contemplen todos los escenarios y espacios interdependientes que mueven la economía de las ciudades, tales como; la producción de bienes, indicadores en materia de vivienda, tipos de transporte utilizados, comercios, sistemas educativos, actividades agropecuarias, entre otras.

Se requiere de una comprensión a fondo del comportamiento económico de las ciudades y para esto es necesario analizarlas de la forma más objetiva posible. Una ciudad es un sistema abierto y complejo, que puede ser visto como algo capaz de acabar con los recursos naturales que se encuentren alrededor con tal de satisfacer las necesidades de la población, como un sistema que demanda una gran cantidad de bienes y servicios (INE, 1997), como complejo antropocéntrico que genera una enorme cantidad de desechos y residuos sólidos urbanos, como una mancha consumista que provoca una serie de impactos y estragos sobre el ambiente; pero también se necesita ver desde otra perspectiva, ya que las ciudades también operan como sistemas de abastecimiento a las necesidades humanas, donde es posible alcanzar los mejores índices en cuanto al nivel de vida se refiere, aunque esto implique en algunos casos, renunciar a una buena calidad de vida, ya que aunque pareciera que estos dos últimos conceptos son iguales, presentan una enorme distancia entre sí.

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