Salud Publica En Chile
Enviado por rociomarin • 5 de Noviembre de 2012 • 3.403 Palabras (14 Páginas) • 883 Visitas
De la filantropía caritativa al estado médico asistencial
A medida que el país se internó en un proceso de urbanización e industrialización algunos problemas sociales comenzaron a sentirse cada vez con mayor intensidad, especialmente en lo que respecta a la salud de la población. La falta de una vivienda y de un entorno urbano adecuado afectó directamente las condiciones de vida y por añadidura, aumentó la mortalidad de la población. En forma creciente, la enfermedad y la muerte se convirtieron en un grave problema para las elites dirigentes del país. Además de los cuestionamientos morales, la inhabilidad de los trabajadores por enfermedad o muerte implicaba una menor fuerza de trabajo y pérdida de producción económica.
La filantropía, expresada a través de la caridad cristiana, seguía siendo hasta las primeras décadas del siglo XX uno de los pilares fundamentales de la idea de salud pública en la sociedad chilena. Los católicos sentían el deber moral de ayudar al prójimo en desgracia, lo cual se expresaba en donaciones por medio de las cuales se financiaban los establecimientos hospitalarios, donde también se recibían a huérfanos, ancianos e inválidos. En este sentido, legados y donaciones de tierras, dinero y edificios eran la base financiera de los hospitales tradicionales e históricos de Chile como el San Juan de Dios y el San Borja.
Paulatinamente, el Estado comenzó a intervenir en los problemas de salud pública pues en nuestro país se observaban altísimos niveles de mortalidad en relación a otros países latinoamericanos y europeos. De esta manera, la caridad perdió terreno y comenzó a ser desplazada por una nueva visión de la salud pública que se expresaba en la acción del Estado Benefactor y la Asistencia Social. Así, la alta mortalidad nacional forzó la transformación de un régimen caritativo e individual de salud a un régimen público y colectivo, donde el Estado se hizo progresivamente cargo de los problemas de enfermedad y muerte. En este sentido, en 1924 se decretó la creación del Ministerio de Higiene, Asistencia, Trabajo y Previsión Social, que implicó consolidar y proyectar el carácter estatal que había adquirido la dirección de la salud pública.
Respecto de los avances médicos, hasta mediados del siglo XIX, el desarrollo de la medicina en Chile era escaso. Con la creación de la Universidad de Chile se produjo un creciente aumento de los médicos en el país y de su prestigio, además de la modernización de esa profesión al asumir y practicar los postulados científicos y positivistas provenientes de Europa. Con la valoración del ejercicio profesional de la medicina se formó un estamento del cual el Estado obtendría la capacidad humana que necesitaba para llevar a cabo las reformas que requería el sistema de salud.
Sin embargo, las condiciones ambientales de los asentamientos humanos en Chile hicieron prácticamente imposible la disminución de los indicadores de salud, a pesar de los enormes esfuerzos realizados por el Estado, a partir de la formación de profesionales en el ámbito de la medicina y la construcción de un sistema de salud pública basado en hospitales. El tiempo demostró que era más efectivo atacar las causas de las enfermedades más que sanar sus consecuencias, por lo tanto se hizo evidente la necesidad de invertir en obras de saneamiento urbano e higiene pública que, hasta mediados del siglo XX, eran deplorables.(1)
Situación de la salud pública en Chile: ¿Un problema sin solución?
Los hechos ocurridos en el hospital Salvador y en la Posta Central revelan un escenario insoluble en la salud pública: Insuficiencia de camas, insumos y de médicos(2)
Que la salud pública está en problemas no es novedad. Que cada año hospitales y centros de salud primarios colapsan, tampoco. Y este 2007 no es la excepción. Si basta con revisar las informaciones de estas últimas semanas para darse cuenta que el mismo escenario se repite año tras año. ¿Ejemplos? El pasado viernes 24 de agosto, la reunión entre el Gobierno y autoridades del Colegio Médico, con el fin de evitar una movilización no se concretó, luego que los directivos no asistieran a la reunión.
Pero no sólo esto ha ocurrido, pues en menos de tres días, el Hospital Salvador y la Posta Central no dieron abasto por diversas razones: carencia de utensilios, de camillas y de personal
médico. Erigiéndose esto último, tal vez, como la principal deficiencia de dichas instituciones, pero ¿a qué se debe la falta de profesionales en este sector?
“esto tiene que ver con los salarios, pues los funcionarios de la salud pública presentan sueldos muy bajos comparados con las mismas funciones que cumplen los profesionales en clínicas y hospitales privados”(3)
Asimismo plantea que otro factor que incide es la judicialización de la medicina, que ha provocado también que la gente sea reticente a participar de la salud pública, pues “ante cualquier error que cometa el médico o el grupo de salud, el responsable es el doctor, quien queda sujeto a que los pacientes tengan el derecho de entablar acciones judiciales en su contra”.
“los riesgos que existen en este momento frente a posibles demandas por mal practicas es desalentador para algunos profesionales. ¿A qué se debe? A que las condiciones en que trabajan no son óptimas, como, por ejemplo, el tener que estar atendiendo pacientes hospitalizados en los pasillos de diversos servicios de salud. Es una condición que expone tanto al paciente como a los miembros del equipo de salud a riesgos mayores a los que presenta la enfermedad por si sola y que, sumado a la gran presión asistencial, aumenta la probabilidad de que se cometan errores. Esta situación crea grandes dilemas éticos a los profesionales, porque el aceptar trabajar en condiciones que frecuentemente resultan
inapropiadas, se traduce en pasar a ser “cómplice” de ella, lo que produce gran frustración y desmotivación en ellos”. (4)
La doctora cree que “el no contar con los recursos en los centros de salud pública, sumado a la alta presión –que además limita el poder acceder a una actualización permanente-, hacen que en la medida en que el profesional adquiera otras necesidades de tipo económicas, como lo son formación de una familia, acceso a una buena educación para los hijos, etc., -aspiraciones todas, que cualquier profesional tiene el derecho anhelar-, pero que lamentablemente, para un gran número de médicos, éstas sólo se lograrán desempeñándose en una institución de tipo privada.
Sin embargo, esto último es cada día más difícil porque las instituciones privadas exigen cada vez más, el contar con la especialización, lo que prolonga los estudios
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