Santa Marta: una región informal, carente de capital social y progreso
Enviado por yesica3900 • 28 de Mayo de 2020 • Ensayo • 1.908 Palabras (8 Páginas) • 150 Visitas
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Macroeconomía ll
Trabajo ll
Presentado
A:
Alexander Maldonado
Presentado
Por:
Yesica Carbonó Barbosa
Juan Almeida Calderón
Jorge Castilla Bahena
Universidad Del Magdalena
Mayo de 2020
Santa Marta
Santa Marta: una región informal, carente de capital social y progreso
La influencia de la informalidad es una de las características más negativas y persistentes que presenta el mercado laboral en América Latina y el Caribe. Según la OIT(2018) más de la mitad de los trabajadores de la región está dentro de la informalidad; se trata de los trabajadores a los cuales no cubre la legislación laboral, lo que hace que no estén sujetos a las reglas globales del mercado de trabajo, ni a la justicia laboral que por ley les corresponde, estos no cotizan seguridad social, sus horas extras de trabajo no se pagan según lo establecido por la ley, todo esto los hace estar fuera del estado de bienestar que caracteriza a las sociedades modernas, la mayoría poseen empleos de baja productividad, lo que los hace carecer de un buen salario, y de una vida digna, en los casos más remotos muchos de ellos viven en la pobreza o pobreza extrema, por otro lado, los que cuentan con más suerte, logran a pesar de estar en la informalidad tener un buen salario y una vida económicamente estable.
Lo mencionado anteriormente es para el caso de la informalidad laboral, pero que pasa con la informalidad empresarial, les contaremos cuales son las desventajas de estas organizaciones y por qué son las más propensas a persistir en la informalidad.
Pensaríamos que estar en la informalidad para las empresas resulta más ventajoso que estar en la formalidad, si bien parte de esto es cierto, también tiene grandes desventajas el no estar en esta. Las empresas informales no pagan seguridad social a sus trabajadores, se lucran altamente por medio de la evasión de impuestos e impositivos, estas generan informalidad dentro de la informalidad, lo que las hace querer quedarse dentro de ella, y no pasar a la formalidad donde los impuestos son altos y por ley deben pagar a sus trabajadores una seguridad social, pero estás incurren en grandes pérdidas, no son sujeto de crédito, no se les permite participación en los procesos de adquisición publica ni en los procesos de exportación e importación, al menos no por los canales formales, esto los condena a vender sus productos a un nivel local, además si lo miramos desde un punto de vista microeconómico estas empresas informales representan competencia desleal, lo que hace que los empresarios formales estén en constante inconformidad.
Después de entrar en contexto sobre la situación de la informalidad en los países de América Latina y el Caribe, nos iremos al caso local, hablaremos de la situación del mercado laboral en Colombia antes y después de la llegada del coronavirus, para después irnos a la situación de Santa Marta, siendo esta una de las ciudades con mayor tasa de informalidad en Colombia, y una de las que más se ha visto afectada en cuestión de empleo por la crisis que hoy atraviesan prácticamente todas las economías del mundo.
El mercado laboral en Colombia presenta muchas fallas a nivel estructural, en el último trimestre del año 2019 la informalidad en Colombia según las fuentes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) fue del 47%, mostrando que casi el 50% de los empleados laboran dentro de la informalidad. Existe muy poco estudio sobre este fenómeno en el país, por lo que se está volviendo cada vez más incontrolable; algunos consideran a la informalidad como actividades ilegales, tales como el comercio de drogas, la prostitución, el contrabando, entre otras, pero lo cierto es que ni siquiera las personas que se ven directamente afectadas saben con precisión que es informalidad y como es que hacen parte de ella.
Por otro lado las estadísticas del trimestre móvil Diciembre de 2019-Febrero de 2020 mostraron que de los 11,9 millones de ocupados, 5,7 millones de personas hacen parte de la informalidad, y el otro 6,2 de la formalidad. la representación de la informalidad en el mercado laboral fue del 47,9%, la situación lograba pasar un poco desapercibida a pesar de las altas estadísticas, pero la emergencia Sanitaria que vivimos hoy en día a dejado de lado los tapujos, mostrando realmente la situación en la que se encuentra el mercado laboral en Colombia.
Para mostrarles a que nos referimos cuando hablamos de que la pandemia del coronavirus dejó a un lado “los tapujos” del mercado laboral en Colombia, nos iremos a Santa Marta; capital del departamento del Magdalena y tercer centro urbano más importante de la Región Caribe, después de Barranquilla y Cartagena, esta es catalogada por muchos como “el corredor económico costa Atlántica” por el gran potencial turístico con el que cuenta, es además uno de los destinos turísticos más reconocidos en Colombia, por su gran posesión de recursos naturales, y por su patrimonio histórico y arqueológico. Su entorno lo hace un gran desarrollador de actividades económicas tales como actividades portuarias, de pesca, agrícolas, y principalmente turísticas.
A inicios del mes de marzo se presentó el primer caso de COVID-19 en Colombia, es evidente que el país no estaba preparado para afrontar una emergencia de ese tipo y mucho menos una ciudad pequeña como Santa Marta, en la cual existe una alta concurrencia turística que la dejó totalmente expuesta a presentar un gran número de casos importados. Sabido es que uno de los principales problemas que presenta la economía Colombiana y en particular la economía samaria es la informalidad; alto contribuyente a la pobreza y principal desequilibrador del mercado laboral, por su relación con la calidad de empleo. La emergencia Sanitaria del Covid-19 mostró la verdadera situación del mercado laboral en Colombia, un mercado laboral débil a nivel estructural, carente brindar empleos de calidad, y sobretodo un mercado informal. Hoy podemos ver realmente que tan grave es el escenario de la informalidad en el país y en ciudades como Santa Marta, donde gran parte de su población subsiste gracias al empleo informal.
Algunas teorías de economía regional y urbana nos muestran que los grandes centros urbanos son generadores de economías de aglomeración y deberían en esencia, contar con un mayor crecimiento económico (Duranton, 2016) menciona también (Pérez, 2013) que deben estos centros propiciar que su población pueda tener una buena calidad de vida, esa que garantiza las necesidades físicas, monetarias, ambientales y que brinda oportunidades de empleo, empleo de calidad, un empleo que les permita vivir dignamente y que cumpla esas necesidades físicas esenciales que mencionamos (Galvis, Rodríguez, y Ovallos; 2019). Pero esto muchas veces solo se queda en la teoría, las realidades para los tres centros urbanos más importantes de la región caribe son otras, según la última información brindada por el DANE (2020) Santa Marta es la cuarta ciudad más informal del país, con una tasa de informalidad del 62,2%, más de la mitad de su población activa labora dentro de la informalidad, estás cifras nos muestran que la ciudad no tiene un estudio a profundidad sobre este peligroso fenómeno, que carece de políticas públicas para frenar el desempleo y aplacar un poco la informalidad; actividades como el mototaxismo, los minutos, la numerosas ventas ambulantes, son el día a día de miles de samarios.
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