Simbología religiosa como medio de comunicación en la región Lambayeque
Enviado por vibra16 • 10 de Julio de 2015 • Trabajo • 3.447 Palabras (14 Páginas) • 248 Visitas
“Año de la Diversificación Productiva y del Fortalecimiento de la Educación”
Integrantes:
- Dávila Yllaconza Pierina Antuaneth.
- Granda Pinedo, Jeanpierre.
- Sandoval Llatas, Héctor.
- Tirado Chuquitai, Elvis Alberto.
Docente:
Wester La Torre, Carlos.
Curso:
Cátedra.
Tema:
“Simbología religiosa como medio de comunicación en la región Lambayeque”
Contenido
INTRODUCCIÓN 2
ANTECEDENTES 4
Historia: 4
Robo y ultraje al sagrado madero: 6
Testimonios de fe 7
- Elba Lozada Gastulo 7
- El Cardenal Cipriani 8
DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA: 8
OBJETIVOS: 8
MATERIALES: 8
1. INTRODUCCIÓN
Debemos saber que Motupe, siempre ha sido considerado como un templo de la fe religiosa católica, pero hoy sabemos que no solo es visitado por la devoción de la Santísima Cruz de Chalpón, sino también por sus restos arqueológicos, diversas huacas prehispánicas y entre otros parajes de la zona. Desde que la devoción lo quiso, en la gruta del cerro Chalpón conviven la fe, los milagros y la felicidad, cuando en 1868 era buscada por los motupanos porque, según cuenta una de las tantas versiones, un astrólogo de la época había anunciado un cataclismo universal y solo la mano de Dios podía evadir la catástrofe. En aquella época, una potente luz guió a dos de los angustiados creyentes hasta la gruta que hoy es visitada por miles de devotos de todo el país. Con el hallazgo de la milagrosa Cruz de Motupe, la fe se multiplicó como los panes de la parábola bíblica. El madero fue llevado al pueblo, donde la celebración duró varios días. Después de los homenajes y las misas, fue devuelta a su cueva acompañada por una procesión. En el lugar se encontraron varias hojas sueltas de un libro, un camastro de paja y ramas y una piedra blanca que asemejaba a una almohada. Eran las evidencias de que en el lugar había vivido su tallador: un personaje misterioso que era conocido como El Ermitaño, dedicado a la penitencia, y que probablemente fue el padre Juan Agustín Abad. Nadie sabe exactamente por qué un día tomó la decisión de abandonar la gruta de difícil acceso. Motupe dentro de la región de Lambayeque, es considerado como la “Tierra de la Santísima Cruz de Chalpón y capital de la Fe y de la Religiosidad”. Es un distrito importante, que tiene mucho que mostrar al Perú y al mundo. Con sus características peculiares, es fuente de gran riqueza natural y humana, por tal razón es una esperanza en el desarrollo económico de la región Lambayeque, con sus producciones agrícolas y el gran trabajo de su gente. Por eso es importante saber, cual es la visión que tienen los turistas con respecto a este tipo de turismo religioso, y conocer que es lo que piensan al respecto, si es que realmente Motupe, está haciendo un buen trabajo turístico, y que es lo que le hace falta para mejorarlo, y hacer que el turista se sienta realmente satisfecho con su visita. ¿Cuál es la percepción que tiene el turista local con relación al turismo cultural y religioso del distrito de Motupe, Lambayeque? Lo que nosotros nos hemos dado cuenta es, que el turismo local en el distrito de Motupe, dentro de la región de Lambayeque, no es solamente muy concurrido en el mes de agosto, por toda la gente creyente en la Santísima Cruz de Chalpón de Motupe, sino también en diferentes fechas en todo el año tales como, semana santa, cada medio año bajándolo al templo de Motupe y también cada fin de semana, por lo tanto esto ha generado un turismo religioso en dicho distrito, promoviendo un mayor ingreso a las personas de ese lugar.
Como objetivo general, hemos planteado analizar la percepción que tiene el turista local con relación al turismo desarrollado en el distrito de Motupe; e identificar los problemas que presenta el distrito de Motupe, con relación al turismo religioso y cultural.
Desde que la cruz fue descubierta, no ha dejado de ser iluminada por cirios y velas que los creyentes agradecidos encienden sin sosiego. Por eso, es habitual encontrar el piso cubierto de cera y el olor a humo sagrado. Debido a que en dos oportunidades estuvo a punto de quemarse, la base fue forrada por una funda de plata y los brazos, por placas de oro y plata de diferentes grosores. La cruz, que mide 2.50 metros de alto, fue tallada con guayacán, una madera fina que es capaz de perdurar sin dificultades durante dos o tres siglos. Cuenta la tradición que El Ermitaño la habría trabajado sin usar herramienta alguna, lo cual hace difícil explicar cómo logró la suavidad y el aspecto lustroso que hoy luce. Nadie sabe tampoco cómo obtuvo el color intenso, oscuro y parejo. La mayor parte del año permanece junto a una especie de estrado de piedra, que antaño habría sido la cama del personaje que la confeccionó. Al centro de la gruta se ubica un cajón de fierro, que es el asiento del madero. El recinto se encuentra cubierto por placas de metal y es resguardado por rejas, donde la cruz permanece adornada con flores e incensarios. También es vestida con 'pectorales' de oro y plata, detentes, escapularios y rosarios. Con el paso del tiempo se ha incrementado la colección de mantos de seda, terciopelo y pana que han sido finamente bordados con hilos de oro y plata. Se calcula que el Museo de Paños, ubicado al costado de la iglesia de San Julián de Motupe, alberga más de 300 mantos que fueron obsequiados por los devotos que recibieron algún milagro. En las procesiones, la cruz suele vestirse con los más ostentosos, pero en la gruta acostumbra usar los más sencillos. La mayor parte del año, la cruz permanece en su gruta, ubicada en la parte media del cerro Chalpón. En días de celebración, los fieles ascienden a paso lento por el camino empinado. Muchos lo hacen con los pies descalzos y otros prefieren subir de rodillas, con profundo fervor. En la ruta que parte de Motupe y llega a Chalpón, conocida como Vía Crucis, hay 14 cruces o “estaciones”. Este tema de investigación se realiza, porque se quiere conocer qué importancia tiene este símbolo religioso en la ciudad de Motupe, haciendo que muchos pobladores y turistas den muestras de verdaderas manifestaciones de fe. Así, sin importarles su avanzada edad o limitaciones físicas, siguen la Cruz formando un mar humano que acompaña al son de músicos que entona música sacra. Todo esto hace que los motupanos se sientan orgullosos de la reliquia
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