Sistema Apa

Cuando en 1945, con la fundación de las Naciones Unidas, la comunidad internacional tomó la decisión de construir un "nuevo orden internacional", éste se hacía girar básicamente en dos conceptos: evitar la guerra a toda costa, haciendo que las controversias entre Estados se resolvieran de forma pacífica, y erigir los derechos humanos como la idea paradigmática para medir la legitimidad política y la justicia de aquéllos. Es decir, el horizonte de certidumbre de ese "new order".

Lo primero, evidentemente, no se ha alcanzado. Después de la Segunda Guerra Mundial las conflagraciones y conflictos bélicos, con talante y alcance distinto, se han seguido dando. Con influencia y no de las potencias que se han disputado el liderazgo internacional, con el financiamiento descarado a las fuerzas en pugna en distintos países, tomando partido con uno u otro bando, la violencia ha sido la constante.

No resulta extraño, entonces, que los tratados internacionales que cuentan con mayor aceptación y que, en consecuencia, han sido objeto del mayor número de adhesiones y despósitos por parte de los Estados sean los que regulan la guerra y a las víctimas de ésta; me refiero a los llamados Derecho de la Haya y Derecho de Ginebra.

Respecto de los derechos humanos ha sucedido otro tanto. Concebidos como cirterio de legitimidad y justicia de la comunidad internacional, su función no ha sido cabalmente entendida y han sufrido tanto una especie de abuso (abuso del derecho) como de vaciamiento conceptual.

El abuso del derecho es una figura que aparece con frecuencia en la vida jurídica y social. Consiste, como su nombre lo indica, en llevar las facultades que la ley otorga más allá de sus límites, invadiendo la esfera jurídica de los otros.

Sin embargo, la cuestión puede ser aún más compleja, pues el abuso se presenta no sólo en uno sino en dos supuestos. El primero opera cuando el abuso del derecho se vuelca en contra del derecho mismo; el segundo, cuando el abuso, según mencionamos antes, se produce en virtud del modo y la extensión (abusiva, precisamente) en que se ejerce en perjuicio de terceros. Ejemplifiquemos ambos supuestos empleando el derecho a la libertad de expresión.

El primero se presentaría en aquellas situaciones en las que la libertad de expresión se usa para disminuir o menguar esa misma libertad. Tal sería el caso del uso de la libertad de expresión en la que ésta se emplea para coartar esta misma libertad en otros o la libertad de la comunidad en su conjunto. Dicho de manera muy simple: usar, emplear o ejercer la libertad de expresión para hacer apología en contra de la misma libertad de expresión.

El segundo supuesto se daría cuando la libertad de expresión se emplea de modo tal que afecta o disminuye otros derechos fundamentales que son propios de la esfera jurídica de

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