Situación Actual Del Euro
Enviado por annto • 6 de Septiembre de 2012 • 10.558 Palabras (43 Páginas) • 541 Visitas
Historia
El euro (€) es la moneda oficial en 20 países, entre ellos 17 de los 27 estados miembros de la Unión Europea conocidos colectivamente como la Eurozona, que son Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia,Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal. Los otros 3 estados oficiales son Ciudad del Vaticano, Mónaco y San Marino.
El euro es la segunda moneda de reserva, así como la segunda moneda más negociada en el mundo después del dólar de los Estados Unidos.
El nombre de euro fue adoptado oficialmente el 16 de diciembre de 1995.
El euro se introdujo en los mercados financieros mundiales, como una moneda de cuenta el 1 de enero de 1999, reemplazando la antigua Unidad Monetaria Europea (ECU) en una proporción de 1:1. Las monedas y billetes del euro entraron en circulación el 1 de enero de 2002.
La situación actual de la economía europea Perspectivas económicas mundiales para 2012 y 2013
La economía mundial se encuentra al borde de otra gran recesión la economía mundial se encuentra al borde de otra crisis importante. El crecimiento de la producción se ha desacelerado considerablemente durante el año 2011 y para los años 2012 y 2013 se prevé que el crecimiento será anémico.
Los problemas que acosan a la economía mundial son múltiples e interconectados. Los desafíos más urgentes son afrontar la crisis del empleo y evitar el descenso continuado del crecimiento económico, especialmente en los países desarrollados. Ya que en éstos la tasa de desempleo sigue siendo alta, bordeando el 9 por ciento, y el crecimiento de los ingresos se ha estancado, la falta de demanda agregada entorpece la recuperación económica en el corto plazo. Aún más, como cada vez más trabajadores se encuentran desempleados durante un largo período, las perspectivas de crecimiento en el mediano plazo se ven también afectadas por la pérdida paulatina de habilidades y capacitación de los trabajadores.
El rápido enfriamiento de las economías desarrolladas ha sido tanto causa como efecto de la crisis de deuda soberana en la zona del euro y de los problemas fiscales en otros lugares. Los problemas de deuda pública en varios países de Europa empeoraron en 2011 y han acentuado las debilidades del sector bancario. Incluso algunas medidas audaces de los gobiernos de la zona del euro enfocadas a la reestructuración ordenada de la deuda soberana de Grecia han encontrado mayor turbulencia en los mercados financieros como respuesta, incluyendo crecientes preocupaciones sobre la capacidad de pago de algunas de las economías más grandes de la zona euro, como Italia.
Las medidas de austeridad fiscal que se han adoptado tenderán a debilitar aún más el crecimiento y las perspectivas de empleo, haciendo el ajuste fiscal y la reparación de los balances del sector financiero aún más difícil. La economía de Estados Unidos también padece de tasas de desempleo altas y persistentes, del tambaleo de la confianza de los consumidores y de las expectativas empresariales, así como de la continua fragilidad del sector financiero.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos de América equivalen a las dos economías más grandes del mundo, y están intrínsecamente entrelazadas. Sus problemas se pueden transmitir fácilmente de una a otra y dar lugar a otra recesión mundial. Los países en desarrollo, que se había recuperado fuertemente de la recesión mundial de 2009, se verían afectados a través de sus vínculos comerciales y financieros.
Incertidumbres y riesgos
Las economías desarrolladas padecen de cuatro puntos débiles que se refuerzan mutuamente
Especialmente en Europa y Estados Unidos, el fracaso de los políticos al hacer frente a la crisis del empleo y evitar que los problemas de deuda pública y de fragilidad del sector financiero se acrecienten, representa el riesgo más crítico para las perspectivas de la economía mundial en 2012-2013, siendo su clara manifestación la posibilidad inminente de una nueva recesión global.
Las economías desarrolladas se encuentran al borde de una espiral descendente impulsada por cuatro factores de debilidad que se refuerzan mutuamente: crisis de deuda pública, sectores bancarios frágiles, débil demanda agregada (asociada con altas tasas de desempleo) y parálisis política causada por entramados políticos y deficiencias institucionales.
Estas debilidades son ya un hecho, pero un mayor deterioro en una de ellas podría desencadenar un círculo vicioso que conduzca a una grave turbulencia financiera y una recesión económica. Esto también podría afectar seriamente a los mercados emergentes y otros países en desarrollo a través de canales comerciales y financieros.
El contagio de la crisis de la deuda soberana podría desencadenar una crisis crediticia en todo el mundo
Es muy posible que las recientes medidas adicionales previstas en Europa no sean lo suficientemente eficaces como para resolver la crisis de deuda soberana en la región. El resultado en este caso será un proceso caótico de contagio en un buen número de países, causando estragos en las economías de la región y más allá. Los esfuerzos para resolver la crisis de la deuda soberana en Europa durante el mes de noviembre de 2011 no llegaron a apaciguar el nerviosismo en los mercados financieros, lo que se ha manifestado ya en el alza de los costos de financiamiento de nuevas emisiones de deuda pública en Italia, alcanzando su nivel más alto desde que el país adoptó el euro. Un gran número de bancos en la zona del euro se ven ya abocados a sufrir pérdidas significativas. Un contagio de la crisis de deuda soberana hacia las economías grandes provocaría, sin duda alguna, una crisis crediticia mundial y el desplome de los mercados financieros, en un escenario reminiscente de septiembre de 2008 cuando colapsó Lehman Brothers Holdings Inc. Un desplome del sistema financiero en dichas circunstancias desencadenaría una recesión profunda, no sólo en las economías en crisis de deuda soberana, sino también en todas las otras grandes economías de la zona euro, probablemente con una intensidad similar a la de finales de 2008 y principios de 2009.
Un acentuamiento de la austeridad fiscal arrastraría a la economía de Estados Unidos a la recesión
La disputa política sobre el presupuesto en los Estados Unidos también podría deteriorarse al punto de perjudicar al crecimiento económico si concluye en una austeridad fiscal con efecto inmediato. Esto elevaría el desempleo a nuevos récords, deprimiría aún más el nivel de confianza por parte de los hogares y las empresas, y exacerbaría las tensiones
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