Sociedad De Masas E Industrias Culturales
Enviado por ParangaItachi • 17 de Noviembre de 2014 • 3.217 Palabras (13 Páginas) • 314 Visitas
Cultura de masas , cultura de consumo.
JOSE IVAN DEL VILLAR GONZALEZ.
Abstract
Today we live in the homogeneity, looking for that consistency to think, live and act in the way that cultural industries want, it is not difficult to realize that we consume what your speech can sell, we reached a point where the mass media, became the ultimate tool to enable them to sell them what they pleased and where they have all control.
Hoy en día vivimos en una homegenidad, que busca esa uniformidad al pensar, vivir, y actuar de la forma en que las industrias culturales quieren, no es difícil darse cuenta que consumimos lo que su discurso puede vendernos, llegamos a un punto en el que los medios de comunicación masiva, se convirtieron en la herramienta definitiva para que pudieran vendernos lo que a ellos se les viniera en gana y donde ellas tienen un control total.
Film y radio no tienen ya más necesidad de hacerse pasar por arte. La verdad de que no son mas que negocios les sirve de ideología, que debería legitimar los rechazos que practican deliberadamente. Se autodefinen como industrias y las cifras publicadas de las rentas de sus directores generales quitan toda duda respecto a la necesidad social de sus productos. [...]
Por el momento la técnica de la industria cultural ha llegado sólo a la igualación y a la producción en serie, sacrificando aquello por lo cual la lógica de la obra se distinguía de la del sistema social. Pero ello no es causa de una ley de desarrollo de 2 la técnica en cuanto tal, sino de su función en la economía actual. La necesidad que podría acaso escapar al control central es reprimida ya por el control de la conciencia individual. (Adorno y Horkheiemer, 1988:1-2).
En el cine nacieron los cliches y de la mano de loa cliches, los discursos de cada concepto que conocemos, amor, odio, amistad, etc. Un punto en el que las cosas se volvieron tan repetitivas, que lo único que las cambía es la imposición de una nueva ideología implementada por las mismas industrias que crearon la ideología pasada. Pero que al fin y al cabo solo remplazan a lo que ellas mismos dieron génesis. De allí mismo en que los años ochenta, se escuchará la música disco, en los noventa, vivíeramos de las series de tv, y en los últimos años vivamos arraigados al internet.
En algún momento en clase abordamos el tema de la razón intrumental, en la cual se buscaba un control de la gente por el mismo discurso de razón que se incrementaba, aún ahí, por lo menos escuadriñabamos esa parte de razón, si bien es cierto dejabamos el raciocinio de lado, al menos se indagaba en que las cosas fueran creíbles en tiempos más recientes, las personas se sienten conformes con que lo que se les ofrece, algo que entretenga es con lo que nos sentímos conformes.
La mayoría de la población cuenta en la actualidad con este aparato maravilloso llamado televisión, es cierto que resulta irónico que puede que en ciertos hogares incluso haya días en los que no hay para la comida o alguna otra necesidad básica, pero que si se cuente con al menos una televisión en casa. Como dice Giovani Sartori (1997), “la televisión no es solo instrumento de comunicación; es también a la vez, paideía, un instrumento antropogenético, un médium que genera un nuevo ánthropos, un tipo nuevo de ser humano”.
Lamentablemente este nuevo ser humano, ya perdió el sentido de su realidad apropiando todo lo que se pasa en televisión y queriendolo llevar a cabo en la vida cotiadiana todo lo que ve y aprende, en el caso de México estoy seguro han podido notar la presencia de programas como “Laura”, la “Rosa de Guadalupe”, o similares de otras televisoras, si hago mención de estos dos es por el alto índice de sintonización nacional que tiene Televisa en México (Asunto que no es raro, teniendo en cuenta que más de el 70% de la población solo tiene acceso a los canales abiertos, al no poder pagar televisión de paga o bien Internet que da una gamma de mayor variedad audiovisual) lo cual ha afectado de manera preocupante la forma de pensar de la población mexicana, cuantas mamás o cuantos padres de familia o incluso deplorablemente los niños, se han dejado influenciar por este tipo de programas a tal grado de marcar un nuevo estilo de vida, pues bien los programos son basados en el contexto mexicano, sin embargo lo llevaban a un grado de exageración abrumador, en el que para mal la gente llega a creer, pues en el caso de la “Rosa de Guadalupe” lo mezcla con la religión católica y esa imagen simbólica de la virgen de Guadalupe que el mexicano tiene inmersa hasta las entrañas de su historia, dandole así al programa mayor credibilidad, una pseudo-credibilidad.
Tal es el caso que sucitó en 2011 en Piedras Negras, Coahuila donde una pequeña de tan solo 10 años de edad decidió suicidarse esperando que la virgen de Guadalupe le hiciera el "milagro" de revivirla y de reunir nuevamente a su familia, tal y como lo había visto en un capítulo del programa "La Rosa de Guadalupe”. El capítulo que sirvió de “inspiración” a la pequeña Itzel Elvira, muestra a una niña que vive con su madre y al enfrentar la separación de sus padres, y sentirse abandonada decide intentar suicidarse, para llamar la atención de su familia. Sin embargo, en el capítulo mencionado, la virgen aparece, revive a la niña y sus padres deciden darse una nueva oportunidad y vivir juntos de nueva cuenta.
Demostrando así que si es posible perder esa línea de ficción y realidad que nos crea la televisión, a la cual ya no le importa (sino es que nunca importó para ellos) en que horario o en que momento sea transmitido su contenido siempre y cuando venda. Lo cual me hace pasar al siguiente punto de este ensayo.
La mercancía tangible que nos implementan las industrias culturales, ya forma parte también de nuestra cultura, desde las modas occidentales hasta las prácticas socio-culturales que tenemos de día a día.
La industria cultural se ha desarrollado con el primado del efecto, del exploittangible, del detalle sobre la obra, que una vez era conductora de la idea y que ha sido liquidada junto con ésta. El efecto armónico aislado había cancelado en la música la conciencia de la totalidad formal; en pintura el color particular se había sobrepuesto a la composición del cuadro; la penetración psicológica dominaba sobre la arquitectura de la novela. A ello pone fin con su totalidad la industria cultural. (Adorno y Horkheiemer, 1988: 4).
Sería interesante ver como reaccionaría Adorno ante la constante degradación que el cine y la música han tenido en la última década.
En el caso del cine una repetitiva forma de hacer
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