Subversión
Enviado por yeimymile • 29 de Octubre de 2013 • Tesis • 612 Palabras (3 Páginas) • 303 Visitas
Subversión
Para el software de control de versiones, véase Subversion.
El término subversión , (del Latín subvertere: trastocar, dar vuelta) se refiere a un proceso por el que los valores y principios de un sistema establecido, se invierten, se relaciona con un trastorno, una revuelta o una destrucción; está presente en todos los idiomas de origen latino, originalmente aplicada a diversos eventos como la derrota militar de una ciudad *.
Ya en el siglo XIV era usada en inglés con referencia a temas de derecho y en el siglo XV empezó a ser usada con relación a reinados. Este es el origen de su uso moderno, que se refiere a intentos de derrocar estructuras de autoridad, incluyendo al Estado. A este respecto, puede relacionarse a la palabra sedición y no sustituirla, ya que la connotación de ambas palabras es un poco diferente, puesto que sedición sugiere un alzamiento abierto contra la autoridad, mientras que subversión se refiere las bases de la fe en el statu quo o crear conflictos entre personas.
Varios autores recientes, en tradiciones postmodernas y postestructurales (incluyendo particularmente a autores feministas), han prescrito una ligera forma de subversión. Desde su punto de vista no es, directamente, el Estado el que debe ser subvertido, sino las fuerzas culturales predominantes, como el patriarcado, el individualismo y el racionalismo científico. La implementación de este nuevo blanco de la subversión se debe sobre todo a las ideas de Antonio Gramsci, quien señaló que la revolución comunista requería la erosión de la hegemonía cultural en cualquier sociedad. Subversión implica también por debajo de una primera versión. Su etimología puede analizarse de la siguiente forma, "sub" "versivo", una versión diferente, por debajo de la oficial, una óptica distinta a la implantada por el administrador de la sociedad.
Uso en Argentina[editar · editar código]
El Nunca Más señala que las autoridades de la dictadura militar usaron dicho término con un alcance imprevisible durante la caza de brujas que habían desencadenado:
porque la lucha contra los «subversivos», con la tendencia que tiene toda caza de brujas o de endemoniados, se había convertido en una represión demencialmente generalizada, porque el epiteto de subversivo tenía un alcance tan vasto como imprevisible. En el delirio semántico, encabezado por calificaciones como «marxismo-leninismo», «apátridas» , «materialistas y ateos» , «enemigos de los valores occidentales y cristianos» , todo era posible: desde gente que propiciaba una revolución social hasta adolescentes sensibles que iban a villas-miseria para ayudar a sus moradores. Todos caían en la redada: dirigentes sindicales que luchaban por una simple mejora de salarios, muchachos que habían sido miembros de un centro estudiantil, periodistas que no eran adictos a la dictadura, psicólogos y sociólogos
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