Sudamérica: La derecha en crisis y una izquierda que no puede quedar atrapada en los errores del pasado
Enviado por Carlos Cano • 21 de Mayo de 2020 • Informe • 428 Palabras (2 Páginas) • 141 Visitas
Sudamérica: La derecha en crisis y una izquierda que no puede quedar atrapada en los errores del pasado.
En las últimas semanas se han acrecentado las protestas en el cono sur americano, como respuesta a las políticas económicas y represivas de los gobiernos de derecha: Macri en Argentina, Piñera en Chile, Lenin en Ecuador, Bolsonaro en Brasil y Duque en Colombia. Esto, suscita un interesante análisis de la coyuntura política y económica de nuestros países, y también se presenta como un momento crucial para que emerjan proyectos políticos de izquierda que den de nuevo un viro progresista a la región.
Ahora bien, por ahora se está en una línea de carácter reaccionario; es decir, las protestas que hoy se expresan en las calles no tienen un objetivo más que de defensa frente a políticas estatales que alteran el bienestar básico de las clases populares, incluso de las capas medias, pero no forman parte de un proyecto de masas que estremezca el orden económico y político de nuestro territorio; por ahora el panorama vislumbra un pueblo que conservará los mínimos de subsistencia y una clase dominante que accederá a los reclamos, sin perder su supremacía. Es ahí donde encontramos el desafío de la izquierda latinoamericana, partir de una visión de región que elimine de una vez por todas la ligación con el neoliberalismo, ligación que proyectos progresistas como el de Chávez, Fernández, Morales y Correa no pudieron romper. La izquierda no puede simplemente democratizar el neoliberalismo, no puede descansar en un patrón de acumulación homogéneo al de gobiernos de derecha y reducir el progresismo a una mejora en la redistribución de los ingresos.
Por lo anterior, la discusión que se debe dar entre académicos, intelectuales y movimientos de izquierda, es qué proyecto real se puede presentar a las gentes de la región; atrás quedan los grandes avances sociales que dependen exclusivamente de la extracción de materias primarias; en el neoliberalismo, los mercados -términos de intercambio- en deterioro quitan margen de maniobra para la ejecución y aumento del gasto público que sostienen los avances ya concretados en épocas de vacas gordas. Por ello, el proyecto no sólo debe confrontar la redistribución de la riqueza; sino repensarse como un programa realmente socialista, con una mirada crítica en el ámbito económico, que esté a la vanguardia de las luchas ambientalistas, que proyecte una diversificación de la economía que no responda paradójicamente a lineamientos neoliberales. Hay que ser alternativa, pero no sólo en el discurso, hay que hacer de la utopía socialista lo deseable realizable para esa Latinoamérica profunda a la que le hemos fallado.
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