TEORÍA DE LAS ASOCIOCIONES DIFERENCIALES

TEORÍA DE LAS ASOCIOCIONES DIFERENCIALES

De acuerdo con la teoría de las asociaciones diferenciales, el comportamiento criminal es producto del conflicto surgido a raíz de que dentro de una misma sociedad, conviven varios tipos de cultura. Una de ellas predomina sobre las otras y, por lo tanto, define los valores que debe observar la mayoría. Sin embargo, los miembros de las subculturas minoritarias, pueden asumir respecto de ese código de valores, una actitud de indiferencia, o incluso contradictoria.

Ello implica, por un lado, la posibilidad de que en el interior de esos modelos organizativos, se apruebe no sólo la realización de actividades delictivas, sino incluso, que las características de la propia subcultura favorezcan la puesta en marcha de mecanismos de aprendizaje del comportamiento criminal, a través de procesos de íntima interacción entre los miembros que la integran, procedimientos en los que está concentra la transmisión de técnicas y códigos de conducta.

La existencia de las asociaciones diferenciales presupone la existencia de una cultura dominante, integrada por la mayoría de los ciudadanos, quienes profesan un determinado código de valores pero cuya validez, no sólo es ignorada o incluso negada por los integrantes de tales grupos minoritarios, quienes se mantienen en constante conflicto con las sociedad.

Proceso de los contactos diferenciales

• Criminalidad aprendida
• Asociación directa o indirecta con quienes practican el comportamiento criminal
• Sin contactos frecuentes con el comportamiento conforme a la ley

El aprendizaje incluye:

• Formas de comisión del delito
• Racionalización del acto
• Justificación
• Motivación
• Actitudes frente a la conducta

Ejemplo: El hombre de negocios que incursiona en la delincuencia “de cuello blanco” tiene características comunes con el delincuente profesional, pues son generalmente reincidentes, los actos delictivos son mayores que los que se denuncian o acusan, mantienen la posición de privilegio dentro de la clase social o económica a la que pertenecen que los mira como sujetos amparados por la fortuna, y desprecian a la ley, así como a los delincuentes que no pertenecen a su status, que son delincuentes de menor categoría.

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