TEORIA CRITICA
Enviado por zakahe_25 • 19 de Noviembre de 2012 • 1.786 Palabras (8 Páginas) • 447 Visitas
¿Industria cultural o Industria manipuladora?
El presente ensayo abarca la teoría crítica en la industria cultural, la cual surge de la escuela de Francfot, con ideas de Hegel, Marx y Freud cuyos exponentes principales son Teodor W. Adorno y Max Horkheimer cuya principal obra es la colección de ensayos Dialéctica de la ilustración. Dicha teoría aborda a la sociedad como masa; donde los individuos están alienados por la industria cultural respondiendo así a los intereses de una cultura dominante.
Por otra parte también se aborda el revisionismo cuya premisa es la audiencia como sujeto activo de estudio, ya no como una masa si no como individuos con capacidad de elección.
La Teoría crítica es pertinente para estudiar y tratar de entender el fenómeno mundial que implican los medios de comunicación masiva, ya que como su nombre lo dice, adopta una actitud crítica frente a la sociedad, la política, la cultura, la ciencia, la tecnología y la economía, todos estos ámbitos de la vida social actual que han sido permeados por la gran industria cultural.
Al decir “gran” se señala la magnitud de poder que ejerce sobre los individuos; a la capacidad que tiene para crear necesidades, sentimientos, estándares y valores. Es grande porque se encuentra en el entorno, es decir, en donde esté la persona estará explícita o implícitamente la Industria cultural. Incluso en las conciencias.
Al pensar en industria se viene a la mente maquinarias, producción en serie, procesos lineales y sumamente controlados, entre otras imágenes. La lectura explica que esto es precisamente en lo que consiste la industria cultural: en producir y reproducir en los consumidores reacciones controladas y calculadas desde la concepción hasta el consumo de los productos culturales, o al menos, en los que van dirigidos a las masas. Pero pensándolo bien, ¿qué productos no van dirigidos a un mercado de masas? Al parecer ninguno, o no alguno del entorno inmediato, pues seguramente aún existen expresiones culturales o artísticas que sí exijan al individuo formar su propio sentir respecto a ellas, pero ¿Donde están? ¿Por qué no al alcance de todos?
Precisamente se cree que esto responde la teoría crítica, es decir, sí están, pero jamás verán la luz porque no van de acuerdo a los estándares necesarios para ser comercializados y consumidos, uno no sabe si le va a gustar o no, si le va a entender o no, no sabe cómo se sentirá al leer o escuchar o ver algo realmente original y por lo tanto no se atreve. Se desean formulas probadas y comprobadas, o como se dice vulgarmente, peladito y a la boca.
Y no es que esté mal ser uno más del montón, pues sentirse aceptado y con identidad es una necesidad del ser humano, ser acrítico y obediente es, como dice el autor, el valor dominante y avasallador (Wolf, 2001)
Sin embargo la Industria cultural es agotante e insaciable, ya que aísla cada vez mas al individuo, al mismo tiempo que lo satura de tecnología y estímulos controlados va reduciendo las interacciones sociales a relaciones contractuales, pues ya no hace falta tener amigos, dar un paseo, relacionarse profundamente con las personas, es más, ni siquiera conocerse así mismos para sentirse parte de.
Por otra parte la teoría crítica frente a la investigación administrativa abre un parte aguas para la interpretación de la sociedad como una forma de abordar a la misma totalmente distinta, por un lado la teoría critica ve a ésta como un todo y los métodos de investigación empíricos no penetran en la objetivación de los hechos, estructura, implicaciones de su base histórica y solo producen la fragmentación de la totalidad social.
Así las investigaciones sobre los medios de comunicación se limitan a estudiar las condiciones presentes y se acaban doblegando al monopolio de la industria cultural, se confinan a averiguar como manipular a las masas y no existe una investigación de carácter crítico. La teoría crítica acaba privilegiando la aproximación especulativa sobre el método empírico.
Los datos recogidos empíricamente solo permitirán analizar las relaciones internas del sistema productivo, no sus conexiones con la dinámica histórica, es decir con la característica constitutiva de todo fenómeno social.
La teoría critica establece a los medios de comunicación como instrumentos de la reproducción de masas, que en la libertad aparente de los individuos, re proponen las relaciones del aparato económico-social. Y la investigación empírica como instrumentos utilizados para alcanzar determinados fines: vender mercancías, elevar el nivel intelectual de la población.
La manipulación sin duda es un factor importante al hablar de la Industria cultural. Retomando este termino de “industria” para entenderlo como algo mecánico, automatizado.
Estos medios son un bombardeo permanente de entretenimientos que afectan el juicio y adormecen la razón. Llegaron a destruir la cultura popular del pasado, la de las tradiciones orales. Los medios masivos, administrados como industrias, ejercen una permanente seducción porque alivian, relajan permiten soñar y tener esperanza. Los medios forman una cortina de humo, un vapor que embrutece. Generalizan la ausencia de sentido crítico y de respeto por la verdadera cultura. Son el nuevo opio del pueblo.
En la era de la industria cultural el individuo ya no decide autónomamente: El conflicto entre impulsos y conciencia se resuelve con la adhesión acrítica a los valores impuestos, el hombre esta en manos de una sociedad que lo manipula a su antojo, el consumidor no es soberano, como la industria cultural desearía hacer creer, no es un sujeto si no su objeto. (Cornejo, 2007).
La teoría critica se centra en el
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