¿TOMAS LAS BEBIDAS POR SER O POR SABER?

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
PLANTEL ORIENTE[pic 1][pic 2]

RESEÑA CRÍTICA

MAESTRA:
HERNÁNDEZ PATIÑO MARTHA ANGÉLICA

ALUMNAS:
CALLEJAS DOMÍNGEZ DINORA GIORGANA
CASTILLEJO REYES KARLA YANELI

TLRID

GRUPO:
267

Callejas Domínguez Dinora Giorgana
Castillejo Reyes Karla Yaneli
267

¿TOMAS LAS BEBIDAS POR SER O POR SABER?

“En busca de la energía perdida, ¿qué te tomas?”, artículo de divulgación científica de la UNAM; el autor nos redacta la importancia de conocer de qué están constituidos los productos, más específicamente las bebidas que consumimos a diario y que son conocidas por sus funciones revitalizadoras y energizantes.

Este texto se centra en concientizar a los lectores sobre las bebidas embotelladas que se venden dentro y fuera del país, y los daños que causan a largo plazo. Es de conocimiento general que este tipo de productos son en extremo peligrosos para la salud humana, sin embargo, tanto la ciudadanía como las instituciones públicas lo pasan por alto.

Agustín López nos informa de manera precisa y extensa sobre “uno de los grandes dilemas de la sociedad industrializada” que es, sin lugar a dudas, “el hambre voraz de fuentes de energía que satisfagan nuestro placer gustativo con efectos inmediatos”, como así lo define.

Él resalta principalmente los ingredientes que las industrias enaltecen y promueven como la cafeína y los aditivos herbales, sumados a los colorantes que cada empresa maneja de manera diferente y que, como lo venimos mencionando, en cantidades mayores a las “establecidas” llegan a causar graves problemas de salud, como las adicciones, obesidad, hipertensión, problemas renales, cáncer, etc.

También es de suma importancia tener en cuenta como lo dice el autor, la cantidad de azúcares que contienen; tomando en cuenta un estudio clínico encabezado por la Dra. Kimber Stanhope de la Universidad de California Davis, publicado en abril del 2015 en el American Journal of Clinical Nutrition, muestra que las bebidas azucaradas tienen efectos metabólicos adversos a solo dos semanas de haber sido consumidos.

Esto nos lleva a pensar que, si no somos nosotros mismos los que regulamos nuestro consumo, no lo hará nadie más, pues instituciones mexicanas como la PROFECO realmente encubren los nombres de las grandes empresas, es decir, sí se ponen etiquetas, pero ¿qué puede más, el deseo de consumir “los grandes sabores y sensaciones promovidos” o preservar la salud idealizada? Esto sumado a la promoción a través de los medios de comunicación que literalmente nos bombardean sin parar, ¿cómo es posible olvidar algo que ves todos los días en todos lados? Se vuelve realidad el hecho de tomar esas bebidas por saber bien pero no por ser buenas.

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