TRABAJO FINAL DE ÉTICA Y CIUDADANÍA: LA EUTANASIA
Enviado por Miguel Vasquez Cornejo • 28 de Marzo de 2021 • Apuntes • 2.726 Palabras (11 Páginas) • 162 Visitas
[pic 1]
UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS – UPC[pic 2]
LAUREATE INTERNATIONAL UNIVERSITIES[pic 3]
TRABAJO FINAL DE
ÉTICA Y CIUDADANÍA:
LA EUTANASIA
Sección : E33B
Profesor : Alfredo Augusto García Quesada
Elaborado por :
Vásquez Cornejo Diego (U201710631)
Lima – Perú
2017
CONTENIDO
- DESCRIPCION:
El primer tema para hablar sobre la eutanasia y la ética siempre va a ser la “dignidad humana”, este concepto lo ocupan tanto los defensores de la eutanasia como sus detractores.
En lo que corresponde a las personas que están a favor de la eutanasia, argumentan que la dignidad humana del enfermo consiste en el derecho a elegir libremente el momento de su propia muerte. En cambio, para los que están en contra, la dignidad humana nos obliga a oponernos a la eutanasia, por considerarse una arbitrariedad humana frente a un problema moral ya que la decisión de vida o muerte es una decisión divina.
Desde un punto de vista liberalista, cada ser humano autónomo es propietario pleno de sí mismo, de su mente y de su cuerpo. Llevándolo a ejemplo con propiedades esto significaría que el propietario puede realizar lo que el desee con su propiedad siempre que no agreda la propiedad ajena, de modo que la libertad de cada uno acaba donde empieza la de los demás. Dentro del ámbito de la propiedad, la única voluntad éticamente relevante es la del propietario o dueño. La destrucción de una propiedad no es un delito si no va en contra de la voluntad del propietario.
Ninguna persona tiene el derecho o el poder necesario para impedir u obligar a una persona a hacer algo que no quiere. La libertad propia implica una tolerancia y una aceptación a la acción de los demás, aunque no nos guste (mientras esta acción no nos involucre o nos perjudique). Por ende, prohibir la eutanasia es obligar a vivir en sufrimiento en vez de dejar a las personas descansar en paz.
Una muerte de un pariente o de una persona cercana puede causar mucho dolor, pero esto no puede ser usado como herramienta de disuasión para evitar una muerte digna.
La terminación de la vida puede suceder por accidente, por enfermedad mortal o por la voluntad del mismo ser vivo. Si el hombre no decide el momento y las circunstancias de su muerte, entonces son el azar y las circunstancias incontrolables los que la determinan.
El ser humano es dueño pleno de su vida, no es un simple administrador, y no tiene que dar cuentas a nadie del uso que haga de ella.
A partir de lo anteriormente explicado, podemos decir que para poder apoyar la eutanasia es necesario poder realizar un análisis profundo y reflexivo al respecto, sin dejarse influir por las condiciones morales y religiosas que cada uno de nosotros posee, lo cual es sin duda difícil ya que nos es innato por ser parte de nuestra persona, pero considerando que existe el derecho a la vida y todo cuanto esta implica, la dignidad y libertad de la persona humana, es también imprescindible que exista un derecho a morir dignamente y esto se traduce en la eutanasia positiva, que es una salida válida para un enfermo terminal que ya no desea sufrir más, es una decisión íntima y personal, que sólo corresponde tomar a la persona en cuestión
La vida es el valor esencial y debe ser protegida por el Estado con todos los medios posibles, pero no podemos dejar de lado la parte humana del tema y ser honestos en señalar que la muerte debe ser lo menos dolorosa posible y la eutanasia ofrece esa alternativa.
No podemos olvidar, como antes señalábamos los motivos humanitarios frente al sufrimiento innecesario de un enfermo terminal sólo se alarga su agonía y no su vida.[1]
- ANÁLISIS:
- Definición:
El término eutanasia deriva del griego: "eu" (bien) y "thánatos" (muerte). Es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de su vida. Cabe inicialmente destacar dos datos relevantes: para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo o de sus familiares más cercanos.[2]
- Clasificación:
La primera clasificación de la Eutanasia se puede realizar si el acto del tercero tiene o no tiene por finalidad directa la de causar la muerte del paciente y así vemos que puede haber eutanasias que califican como directa o indirecta en cuanto existe o no la intención de provocar exclusivamente la muerte en las acciones que se realizan sobre el enfermo terminal.
En el contexto anglosajón, se distingue entre la eutanasia como acción y la eutanasia como omisión (dejar morir); su equivalente sería eutanasia activa y eutanasia pasiva o positiva y negativa respectivamente, en la terminología hispana. Resumiendo: La Eutanasia directa consiste en adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, y que admite dos posibilidades; la eutanasia directa y activa que es la causa de la muerte indolora a petición del afectado cuando se es víctima de enfermedades incurables progresivas y la eutanasia directa y pasiva por la que se precipita la muerte mediante la abstención de efectuar actos médicos necesarios para la continuación de la precaria vida objeto de la misma. Junto a esta eutanasia directa se debe clasificar la llamada Eutanasia indirecta en la que la intención básica no es acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, consiste en procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo, la sobredosis de morfina para calmar los dolores, cuyo efecto secundario, como se sabe, es una abreviación de la vida.
...