TRADICIÓN VERSUS INNOVACIÓN. LA CAMISA DE FUERZA DORADA

Thomas L. Friedman

TRADICIÓN VERSUS INNOVACIÓN

LA CAMISA DE FUERZA DORADA

Una vez que las tres democratizaciones confluyeron, a fines de los 90, y derrumbaron todas las barreras, al mismo tiempo derrumbaron todas las alternativas posibles al capitalismo de libre mercado hasta el momento no se presentan terceras vías.

Esto es  muy diferente de la primera era de la globalización cuando la Revolución Industrial y el capitalismo financiero global triunfaban en América y Europa. Destruían el viejo orden y la vieja jerarqueías, producían enormes brechas en los ingresos y ejercían presión sobre todos, pero también producían un nivel de vida en constante ascenso para quienes se arriesgaban.

Cuando un país reconoce este hecho, cua do reconoce las reglas de libre mercado en la economía global actual, y decide respetarlas se pone lo que denomino “ la camisa de fuerza dorada”.

Para adaptarse a la camisa fe fuerza dorada un país debe adoptar, o demostrar que va en camino de adoptar, las siguientes reglas:

• hacer el sector privado el principal motor de su crecimiento, manetener baja la inflación y estabilidad de precios
• reducir considerablemente el tamaño de su burocracia estatal, manteniéndose lo más cerca posible de un presupuesto equilibrado
• eliminar o reducir las tarifas sobre productos importados quitando restricciones a las inversiones extranjeras, eliminando las cuotas y monopolios internos, privatizando las industrias y servicios en manos del estado, desregulando mercados de capitales y haciendo su divisa convertible
• abrir sus industrias valores y bonos a la inversión y propiedad extranjera directa
• desregularizar su economía para promover la competencia interna
• eliminar la corrupción gubernamental, subsidios y sobornos en todo lo posible
• abrir su sistema de bancos y telecomunicaciones a la propiedad privada y a la competencia
• permitir que sus ciudadanos elijan entre diversas opciones jubilatorias

Cuando un país se pone la camisa de fuerza dorada pueden suceder dos cosas: su economía crece y su política se encoge. En el frente económico por lo general promueve un mayor crecimiento y entradas promedio más altas. En el frente político limita opciones políticas y de política económica de los que están en el podeer a parámetros relativamente ajustados.

En un mundo en el que el capital es internacionalmente móvil, uno no puede adoptar tasas impositivas muy diferentes de las que prevalecen en otros países y cuando el trabajo es móvil no se puede diferir de los salarios de otros países. Se ha reducido la posibilidad de maniobrar.

El sistema de mercado global de hoy, el mundo veloz y la camisa de fuerza dorada fueron producidos por grandes fuerzas históricas que han vuelto a configurar de manera fundamentalmente diferente la forma en que nos comunicamos, invertimos y vemos el mundo.

Este nuevo escenario también dió a luz a nueva fuente de poder en el mundo que demino, “el rebaño electrónico”.

El rebaño electrónico está compuesto por todos los anónimos negociantes de divisas, bonos y valores, sentados detrás de pantallas alrededor del globo, que mueven su dinero con el click de su mouse. Y consisten en grandes corporaciones internacionales que ahora disemina sus fábricas por el mundo cambiándolas constantemente a los productores más eficientes y de costo más bajo.

Este rebaño ha crecido exponencialmente gracias a la democratización de ls finanzas, la tecnología y la información, a tal punto que hoy comienza a reemplazar a los gobiernos como fuente priamria de crecimiento de capital, tanto para las compañías como para los gobiernos. Para prosperar en el sistema actual un país no solo debe ponerse la camisa de fuerza dorada sino que además debe conectarse con el rebaño eléctrónico.

Esta interacción entre el rebaño electrónico, las naciones y la camisa de fuerza dorada ocupa el centro del sistema de la globalización actual.

EL REBAÑO ELECTRÓNICO

La verdad básica de la globalización es que nadie está al mando.

El rebaño no es infalible, también comete errores. Pero si tu fundamento es sólido, con el tiempo el rebaño se darña cuenta y volverá. A la larga siempre reconoce el buen  gobierno y la buena administración económica.

Los países no pueden prosperar en el mundo de hoy si no sin unirse al rebaño electrónico, y no puede sobrevivir a menos que aprndan a obtener lo mejor del rebaño electrónico sin ser abrumados o atacados por sus inevitables impulsos.

El ganado de hoy consiste en dos grupos básicos. Uno es el ganado de cuernos cortos. Incluye a todas las personas que se ocupan de la compra venta de valores, bonos y divisas en todo el mundo y que pueden mover su dinero en poco tiempo.

El otro grupo es el ganado de cuernos largos. Son las multinacionales, cada vez más involucradas en mayor grado en hacer inversiones directas en el extranjero. Que contruyen fábricas alrededor del mundo o hacen tratos de producción a largo plazo o constituyen alianzas con otras fábricas para manufacturar o armar sus productos. Deben tomar compromisos más largos cuando invierten en un país.

Los supermercados son los megamercados donde se reunen los mienbros principales del rebaño electrónico, donde se brindan información, realizan su intercambio y emiten valores y bonos para diferentes compañias con los que se alimenta el rebaño.

Este rebaño – y los supermercados – se ha convertido en un imprtante actor internacional en el sistema de la globalización. Si bien no puede hacer la guerra ni invadir ningún país, sí puede configurar el comportamiento de las naciones en muchas áreas. Por eso la globalización se basa en el equilibrio entre Estado y Estado y entre los Estados, los supermercados y el rebaño electrónico.

El rebaño electrónico de hoy cuando se mueve cambia la forma del mundo de una menra fundamental.

El Ganado de Cuernos Cortos

Lo primero que llama hoy la atención de el ganado de cuernos cortos es la cantidad de productos financieros con los que puede alimentarse. Uno puede apostar a casi cualquier cosa hoy. Esto debido a la democratización de las finanzas y la explosión de la “segurización”, hoy casi cualquier cosa puede ser convertida en bonos.

Cuanto más controles de capitales haya entre los países, más ofrecen todo en venta como acciones, bonos o derivados. Esta tendencia “ha cambiado fundamentralmente el carácter de los mercados de crédito” sostiene el economista Henry Kaufman. Esta segurización ha abiero títulos por un valor de billones de dólares, títulos que antes no eran nunca negociados o que nadie pensaba que podían ser convertidos en bonos y que ahora lo son. Todo esto a añadido una increíble diversidad a los mercados.

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