Teatro Comparado

Teatro Comparado:

SEÑORITA JULIA – UN TRANVÍA LLAMADO DESEO

Alejandro Sifon

Introducción

La presente investigación teatral, pretende comparar en estas dos obras las características que poseen las dos protagonistas, en relación al deseo, ya sea éste consciente o inconsciente, y la irrealidad a la que las lleva, desestimando con ello, los determinismos tanto sociales como genéticos, en la Señorita Julia de August Strindberg, y los condicionamientos sociales principalmente en Un Tranvía Llamado Deseo de Tennessee Williams, arrastrando al seguro suicidio a Julia, y al entendido hospital para desequilibrados mentales a Blanche. Este tipo de comparación la afrontaré a través de ir cotejando los parlamentos de los personajes y acotaciones, que sean relevantes al tema, y analizándolos desde mi propia reflexión,

La idea de investigar este tema es porque la mayoría de las obras teatrales que tratan estos temas, el deseo está esencialmente implícito en lo que no se dice, tal como sucede en muchos casos de la realidad cotidiana, particularmente en la etapa de juventud, que es donde más se acentúa esta cualidad. Deseo, luego existo sería para mí el motor impulsor de muchas de las acciones humanas, seguramente René Descartes se abrumaría al escuchar esta tergiversación de su tan célebre frase. Sin embargo, alejándonos del elemento fundamental del racionalismo occidental, podemos plantear que muchas de las causas de nuestra existencia están basadas en el deseo. El deseo nos atraviesa, somos sujetos deseantes, es decir, el deseo es uno motores de la vida, una de las más significativas pulsiones de la libido, es aquello que nos impulsa a vivir, a hacer cosas, a tomar decisiones, el deseo circula en nuestro cuerpo y en nuestra mente imaginando situaciones, moviéndose entre nosotros y los demás. Muchas veces, por diferentes circunstancias no podemos llevar a cabo aquello que realmente deseamos, tan relacionado con el conflicto propio de este tipo de obras de teatro, y quedamos escindidos entre el deseo y lo que debemos hacer, o ser aquello que se espera de nosotros.

Breves referencias sobre las biografías y obras

Johan August Strindberg fue un escritor y dramaturgo sueco. Nacido en Estocolmo el 22 de enero de 1849, fue considerado como uno de los escritores más importantes de Suecia y de reconocimiento mundial, sobre todo por sus obras teatrales, siendo sus escritos antecedentes del teatro de la crueldad y absurdo, como unas de sus consecuencias. Su madre había sido criada y amante de su padre antes de contraer matrimonio, lo que sumado a la extrema religiosidad de ella y el autoritarismo de él, dio cabida junto a otros detalles de su vida a conformar una personalidad muy singular, la cual se ve volcada en sus obras. Muere el 14 de mayo de 1912 enfermo de cáncer.

Tennessee Williams dramaturgo y poeta estadounidense, nacido en el año mil novecientos once. Comienza a escribir a los 11 años, tomando como modelos a Chejov, Lawrence, entre otros. Vivió en la bohemia de la ciudad de Nueva Orleáns, hombre de increíble sensibilidad, por tener una niñez atroz, fue considerado el gran perverso del teatro norteamericano, vivió víctima de calmantes y de las drogas, solo y abrumado por las críticas. Su carrera literaria muestra obras importantes con gran influencia de la obra teatral de Ibsen Espectros. Utiliza símbolos y metáforas dando rienda suelta a sus obsesiones y perversiones, desde el estilo gótico sureño. Muere en una habitación de hotel en el año mil novecientos ochenta y tres, después de haber ingerido un tubo de pastillas contra el insomnio.

Señorita Julia se presenta en la cocina del conde quien es padre de la protagonista, y el dormitorio de Jean como un espacio aludido, en las últimas décadas del siglo XIX. La obra nos muestra las limitaciones de la mujer, en cuanto a manifestar sus deseos, ya sea por la diferencia de clases sociales, los determinismos genéticos, y los propios del género.

La acción de Un tranvía llamado deseo transcurre en el sur de los Estados Unidos a mediados del siglo XX, En el apartamento de los Kowalski un barrio francés de Nueva Orleáns, donde Stella y Stanley son un matrimonio que vive en un modesto departamento de un edificio de inmigrantes. El equilibrio de la pareja se altera con la llegada de la hermana de Stella, Blanche, quien al igual que su hermana proviene de la alta sociedad, pero que no logra adaptarse a la nueva situación que le ha impuesto su destino, dadas las características de su personalidad.

Características de Julia

Luego de haber reflexionado sobre sus comportamientos contradictorios, un tanto propios de la situación que le ha tocado vivir, tanto en lo social como en su determinismo genético, desde el punto de vista del autor. Se puede señalar que posee un carácter sadomasoquista, rebelde y con una coherente necesidad sexual dada la juventud de sus años. Actúa en contra de los estereotipos de la mujer por la educación de su difunta madre, fue criada para que pensase y actuase como un hombre, debido a esto le cuesta relacionarse con los ellos, a pesar del deseo contenido.

Esto le provoco tener una serie de quiebres en su vida. Señorita Julia muestra a una protagonista incapaz de explicarse el móvil de sus acciones, que lucha en completa soledad contra los deseos ambivalentes que actúan dentro suyo. Una mujer que no sabe bien quién es ni qué desea, que seduce al que no debe. Se presenta como una mujer resuelta agresiva, toma las riendas de la situación, humilla a los hombres, aunque termina por someterse a ellos, buscando compañía donde no encaja, que se odia y quiere ser amada, que contraviene el comportamiento que se espera para su condición social

Características de Blanche

Esta se nos presenta sensible y contradictoria, simboliza la hipocresía y el miedo a la realidad, refugiándose en un mundo de fantasías como una forma de evadirse de ella, ya sea por su situación económica, o por sus debilidades humanas. Busca ser una mujer respetada, actúa con dignidad, pero su vida es lamentablemente todo lo contrario. Evade los problemas con alcohol y acciones promiscuas, seduce a los hombres para obtener protección por ser débil.

Pareciera que siempre fue una mujer insegura, delicada, que se sentía culpable por el suicidio de su marido, e imaginaba cosas. Le preocupa demasiado su edad, y creyendo que ya nadie se va a querer casar con ella por ello, es por eso que no le gusta ser vista con luz intensa debido a sus arrugas. Le tenía miedo al fracaso y al rechazo; casi al final de la obra dice

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