TEATRO GRIEGO

EL TEATRO GRIEGO

Orígenes

El origen del teatro está asociado al de la lírica: la humanidad ha cantado siempre al celebrar algunos ritos, sobre todo en las relaciones con sus dioses; el canto acompañaba a su vez los movimientos de una danza o farsa mímica, en la que los danzantes podían llevar máscara, por ejemplo de sátiros, asociados siempre con Dionisos. Sabemos de la existencia de rituales miméticos relacionados con los cultos agrarios, celebrados por coros que en diversas festividades danzaban y cantaban; el coro efectuaba la mímesis ( ‘imitación’), asumiendo la personalidad de un héroe o un dios. La innovación que supuso la creación del teatro consistió en que ciertos coreutas ( personas que formaban parte del coro en Grecia) de los que interpretaban composiciones líricas se independizaron para convertirse en actores, que dialogaban con el coro, y pudieron recitar, y no sólo cantar, encarnar personajes individuales del mito o de la ficción. Tal innovación se atribuye a Tespis, él sería el inventor del hipocrités ( intérprete, actor).

Sobre el modelo de los coros populares se produjo una especialización hacia los temas de sufrimiento y muerte, que darían lugar a la tragedia, y, más tarde, hacia los temas festivos, que darían lugar a la comedia. La especialización se produjo también en torno al agón ( ‘lucha’), enfrentamiento entre un protagonista y su oponente, que con diversas posibilidades de combinación dialógica conllevaría, además, la complicación de la trama y el aumento del número de actores. El hecho de que los temas representados se relacionen con los grandes problemas del hombre y de su destino hace que el teatro aparezca también como una prolongación de la filosofía.

Desarrollo

Fue Atenas, la democrática ciudad-estado, la que produjo y patrocinó la tragedia. Consecuencia de la protección que el Estado dispensa al nuevo arte es la aparición de grandes dramaturgos (Sófocles, Esquilo, Eurípides, Aristófanes).

En las fiestas nacionales de Atenas en honor de Dionisos, las Leneas en enero y las Grandes Dionisíacas en marzo, había representaciones de tragedia y de drama satírico a partir del 535 a. C., y de comedia a partir del 485. Fue también en Atenas donde la comedia se constituyó en una modalidad especial del drama, en verso y representada por pocos actores y por coros.

Las representaciones, organizadas por el estado en forma de concurso, eran parte de la fiesta religiosa, del culto. Se otorgaba un premio a un poeta trágico y otro cómico, entre los seleccionados previamente, cuyas obras se ponían en escena.

El teatro era una fiesta eminentemente popular porque se dirigía al pueblo y buscaba su formación, en la medida en que trataba problemas humanos y temas de trascendencia política. Sufragaban los gastos ciudadanos ricos, uno por poeta, llamados coregos. El estado pagaba la entrada a los ciudadanos pobres.

Temas de la tragedia

Bajo la forma del mito tradicional, podían expresar los poetas ante su público los grandes temas de la vida política y de la vida humana, desde una perspectiva atemporal. Todo en la tragedia es majestuoso, solemne. El problema de la inocencia o culpabilidad humana, la desmesura, la cuestión de la sabiduría divina y humana, la arbitrariedad o la justicia divina, son los grandes momentos del destino humano, sometido al poder de los dioses, representados a través de los héroes del pasado, no de hombres normales. El héroe de la tragedia es excesivo y soberbio; su arrogancia le atrae la ira divina. La tragedia, pues, es una lección de moderación para un pueblo temerario como el ateniense.

Elementos de la acción dramática

El protagonista trágico siempre marcha adelante sin importarle su propia ruina, lo que despierta en el público admiración y pasión, pero también miedo, terror. La acción se organiza en torno al agón, o enfrentamiento dialéctico en el que cada uno de los que intervienen defiende su punto de vista, que puede darse entre el coro y el actor, entre dos actores o entre dos semicoros acompañados de actores.

La tragedia se centra en un momento grave, decisivo de la vida humana, o de una comunidad,

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