Tortura en Adolescentes
Enviado por counter100 • 5 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 20.538 Palabras (83 Páginas) • 175 Visitas
INTRODUCCION
Como preludio de un nuevo comienzo en la historia jurídica nacional, la primera década del nuevo milenio es trascendental para México, ya que es durante la misma que diversas reformas constitucionales, como lo son la de justicia penal, seguridad pública y derechos humanos, vinieron a cambiar la forma de concebir a la justicia misma. La decadencia del sistema inquisitivo generada por los extremos burocráticos, la violación a derechos fundamentales por parte de autoridades y particulares, así como la alta percepción de impunidad por parte de la ciudadanía, tuvieron como consecuencia estas reformas, con el objetivo de constituir un país más justo ante el paradigma garantista internacional.
En este contexto, la justicia para adolescentes no fue la excepción. Si bien durante la historia de la humanidad la figura del adolescente ha sido enigmática y controversial, a partir de unas décadas a la fecha se ha resaltado la importancia del bienestar de este sector de la población para consolidar un desarrollo social sustentable; por ello, a partir del año 2015 la legislación especializada en la materia en México recoge la vanguardia proteccionista internacional para adolescentes, lo que denota bastante disposición política para proteger este sector de la población. De esta manera, en nuestros días, los adolescentes adquieren valor al ser contemplados como personas en formación que necesitan de todo el acompañamiento y respeto del estado, sociedad y familia para lograr un crecimiento saludable que aporte paz y bienestar al ambiente nacional.
Sin embargo, en la actualidad son bastantes los casos documentados en diversas regiones del planeta que denotan las graves violaciones a los derechos de los adolescentes que están sometidos a un ambiente de violencia, ya sea como espectadores o participantes; tanto autoridades como particulares llevan a cabo en contra de los más jóvenes diversas prácticas lesivas de derechos humanos, tal cual es la tortura. Por ello, que desde la óptica del derecho humanitario internacional, se ha pugnado por la protección de los niños, niñas y adolescentes que viven en un ambiente de conflicto[1].
En México, la actual crisis de seguridad ha generado que cada vez sea más frecuente la participación de niños, niñas y adolescentes en actividades del crimen organizado, los cuales se ven tentados por los efímeros y riesgosos beneficios que ofrece la vida delictiva. Si bien es cierto, el problema de seguridad en México no es un conflicto armado, bien puede equipararse al mismo, debido al alto número de personas que han perdido la vida y las constantes violaciones a derechos humanos tanto de adultos, como de niños, niñas y adolescentes. Ante la actual situación de inseguridad, diversas corporaciones del estado han entrado en la escena nacional en búsqueda de combatir la delincuencia y restablecer el orden, sin embargo, su falta de capacitación y la crudeza del combate del crimen organizado los ha llevado a cometer graves atropellos a los derechos humanos. Esta situación no ha sido ajena a la juventud, la cual en primer lugar es atrapada día a día por las redes delictivas que abusan de su particular estado de vulnerabilidad para hacerlos cometer actos tan atroces como homicidios, secuestros o trata de personas y en segundo lugar es atentada por los cuerpos del orden, que bajo la necesidad de restablecer el estado de derecho cometen atropellos a sus prerrogativas fundamentales bajo simple sospecha e imposición de la fuerza absoluta. Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el 57% de los adolescentes detenidos sufrieron de tortura por parte de policías municipales, estatales, militares o marinos[2], situación alarmante ante el paradigma proteccionista de derechos humanos que impera a nivel internacional y que el mismo estado mexicano se ha comprometido a respetar mediante toda la convencionalidad a la que se ha sujetado.
Por ello, debido a las graves consecuencias de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, los cuales afectan de manera profunda, no solamente a la persona, sino a su entorno y sociedad, ciertos estados han mostrado disposición política para erradicar el problema; incluso, el bloque internacional de derechos humanos ha considerado como parte del ius cogens la obligación de los estados de proteger la dignidad humana, condición que se constituye como absoluta e irrenunciable, sin embargo, a pesar de existir cuerpos normativos que pretenden erradicar dichas violaciones, el ámbito de protección aún es insuficiente, debido a la inobservancia de la normativa en la materia y la impunidad ante dichos atropellos.
Por ello, es que a través del presente trabajo se analiza la figura del adolescente en la sociedad, a la tortura como un crimen de lesa humanidad y se finaliza con el análisis de un importante y reciente caso que involucra a un adolescente víctima de tortura por parte de los elementos del orden en el Estado Mexicano, los cuales cometieron en su contra una grave violación; lo anterior con la finalidad de determinar las consecuencias y las afectaciones a la dignidad humana que producen dichos tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como la necesidad de vigilar de manera efectiva el cumplimiento de todos los cuerpos normativos que prevén la erradicación de este tipo de actos.
“No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños”.
Nelson Mandela.
1. EL ADOLESCENTE.
La adolescencia es una de las fases de la vida más fascinantes y quizás más complejas, una época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y experimenta una nueva sensación de independencia[3]. Durante esta etapa de transición, las experiencias y emociones vividas por el ser humano son un factor importante para determinar la personalidad del adulto del mañana, el cual se desarrollará y conducirá en la sociedad de acuerdo a la formación que obtuvo durante años anteriores. Por lo tanto, el artículo 3 de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes establece que la adolescencia es aquella etapa del ser humano comprendida de los doce a los dieciocho años de edad[4] la cual se establece como fundamental para complementar el desarrollo de cualquier persona; por ello, los esfuerzos internacionales para garantizar el pleno desarrollo del individuo durante estos años se han convertido en constante por parte de organizaciones no gubernamentales y estatales.
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