Trabajo Infantil En Chile

Para comenzar una definición de lo que es el trabajo infantil como entendimiento mundial del concepto:

El trabajo infantil es un trabajo realizado por un niño o niña, que no alcanza la edad mínima especificada para el tipo de trabajo que se trate y en el país que se practique y que por consiguiente, impida probablemente su educación y pleno desarrollo.

También puede ser un trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño o niña ya sea por su naturaleza o por las condiciones en que se realiza a esto se le denomina trabajo peligroso. Las incuestionablemente peores formas de Trabajo Infantil, que se definen como: esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas, reclutamiento y utilización de niños y niñas en conflictos armados, prostitución, pornografía y actividades ilícitas.

En Chile 1 de cada 20 niños ejerce el trabajo infantil, pero ¿hasta qué punto podemos considerar el trabajo de niños como parte su desarrollo normal, y dónde debemos marcar el límite entre lo que se considera justo y lo que se considera explotación laboral? En chile existen muchos tipos de trabajo infantil ya que en culturas como la mapuche los niños comienzan desde pequeños a trabajar en la tierra y en tareas de la casa lo que claramente no deja tener al niño la libertad y la oportunidad de poder jugar, asistir a la escuela de manera normal frente a lo regido por la ley, el estado y eso puede afectar directamente al niño/a pero donde quedan las costumbres familiares, donde dejamos el fruto del trabajo que ese niño realiza que quizás hasta le sirva para comer y poder ayudar a su familia, creo que son excepciones que claramente podrían llevar a una larga discusión de temáticas y opiniones a lo largo de mucho tiempo y es ahí donde aparece lo contrario en el caso de niños que son enviados a trabajar cuando son hijos de padres que no tienen ninguna dificultad para poder trabajar, ni están enfermos etc solo buscan la vida fácil y tratar de generar lastima en los demás para así ganar dinero fácil utilizando a sus hijos lo cual claramente afecta en su desarrollo normal ya sea por salud, educación, sociabilización normal del menor.

Por otra parte falta mano firme al generar políticas sociales y leyes que respalden los castigos a las familias o padres que tienen a sus hijos trabajando ya que no existe mano dura y mucho menos un buen seguimiento o un sistema de registro de estas actividades y más aún faltan profesionales que estén dispuesto a ayudar de manera consciente y perseverante a estas familias para así poder cambiar la realidad que al fin y al cabo representa un menoscabo a la integridad, derechos y deberes del niño/a y poder crear conciencia en padres, familias y en la sociedad en general para parar con este abuso.

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