Trabajo La Escuela De La Señorita Olga
Enviado por Facu1994 • 19 de Agosto de 2013 • 1.395 Palabras (6 Páginas) • 948 Visitas
“LA ESCUELA DE LA SEÑORITA OLGA”
A continuación, presento una reflexión sobre el documental “La escuela de la señorita Olga” (1991) que trata sobre la experiencia educativa llevada a cabo por la maestra Olga Cossettini en la Escuela Provincial “Dr. Gabriel Carrasco”, del barrio Alberdi, de Rosario de Santa Fe de la República Argentina entre 1935 y 1950. En cuanto a la metodología y organización escolar de esta escuela, hay que empezar destacando que la organización institucional y las modalidades de aprendizaje de esta escuela fueron contrarias a la escuela tradicional. Lo característico de esta escuela fue que el niño/a era el centro del proceso educativo. Se potenciaba la iniciativa del alumnado, se fomentaba sus intereses, necesidades y su autoeducación. Y a diferencia de las escuelas de la época que se basaban en un modelo tradicional caracterizado por una disciplina rígida, en esta escuela se aplicaba una autodisciplina nacida del interior del niño hacia afuera. Para Olga Cossettini era muy importante la interacción entre la escuela y la comunidad y el contexto que nos rodea. De hecho, en el documental se comenta que cuando Olga llega a la escuela “llega con esa pasión, deseo inmerso de conectarse con la gente y el barrio”. Así, era importante abrir la escuela a la vida, y por tanto, fundar los aprendizajes en variadas experiencias vivenciadas por los niños/as, utilizando su realidad circundante como principal premisa. De ahí, la importancia de las excursiones, salidas, paseos y observaciones que realizaban los alumnos/as prácticamente todos los días. En esas excursiones el alumnado aprendía lenguaje, ciencias naturales o, por ejemplo, matemáticas, a través de la medición del tiempo del recorrido que habían realizado, de fijarse en las formas geométricas de las cosas y calcular su superficie o el volumen de agua que tiene la fuente. Y al mismo tiempo que hacían ese aprendizaje matemático observaban, en ese mismo lugar, la naturaleza, disfrutando de la belleza de los rosales que acababan florecer, del follaje de los árboles en las distintas estaciones, del canto de los pájaros,… o recoger plantas o insectos para analizarlos en el laboratorio. También destacar las visitas que se hacían a los habitantes del barrio como, por ejemplo, al albañil que construía casas, al carpintero que trabajaba en su taller, o al anciano que conocía todos los acontecimientos de la pequeña ciudad, a quienes los niños/as entrevistaban. Así, en el documental se dice que “los planes de enseñanza eran los planes del estado pero vivificados permanentemente por una experiencia con la vida circundante con la gente, con las circunstancias, de manera que barrio, paisaje y escuela convivían en una armoniosa fraternidad”. Y, por supuesto, destacar las visitas que a esta escuela realizaron personalidades ilustre. Así, los alumnos/as tuvieron la oportunidad de conocer a Juan Ramón Jiménez (autor del libro “Platero y yo” que estaban leyendo en clase).También, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Nicolás Guillén, Rafael Alberti, Horacio Butler, Jorge Romero Brest o Javier Villafañe, fueron algunos de los visitantes ilustres que establecieron diversos tipos de intercambios con los alumnos/as. También hay que poner de relieve los conciertos de música que tenían lugar una vez por semana donde escuchaban a Bach, Beethoven o Mozart, entre otros. Los maestros/as aprovechaban estos conciertos para explicar la música, dar bibliografía de los autores, diferenciar los diferentes instrumentos o para que los alumnos/as escribieran sobre la música. Para Olga Cossettini era también importante crear una escuela basada en la libertad, creatividad y formación artística. Se pretendía respetar las posibilidades y características individuales desarrollando las distintas formas de expresión creadora del educando. Ello se manifiesta, por ejemplo, en el documental cuando se habla del poema “la muñeca de goma” donde cada alumno/a encontraba su manera de expresarse (los/as que eran más tímidos escribiendo, otros dibujando, otros cantando,….), o las representaciones que hacían en la escuela, como la de “platero y yo” que realizaron los alumnos y alumnas en su teatro de títeres en honor a la visita de Juan Ramón Jimenez, o “la zapatera prodigiosa” de Federico García Lorca. Por tanto, podemos observar de todo lo antedicho que las prácticas educativas estaban basadas en la experimentación
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