Trata del entierro de un médico misterioso y odiado por los habitantes del pueblo de Macondo
Enviado por lisa.14 • 19 de Septiembre de 2016 • Apuntes • 1.542 Palabras (7 Páginas) • 246 Visitas
Trata del entierro de un médico misterioso y odiado por los habitantes del pueblo de Macondo,
Y un coronel retirado, para cumplir una promesa, decide enterrarlo aunque los habitantes y las autoridades del pueblo no estén de acuerdo. Es miércoles, pero parece que fuera domingo porque no fui a la escuela.
Y dirigiéndome con mi mama y mi abuelo a la casa donde esta el muerto, hacia demasiado calor en el cuarto, el muerto tenía una expresión de rabia y mamá se ve extraña y distraída.
Isabel sentía que hacia el ridículo, solo estaba ahí porque su padre se lo había ordenado, y se sentía arrepentida de haber llevado a su hijo.
Luego, el Coronel se muestra algo intranquilo y recuerda que fue lo que había hecho el doctor para ser odiado por el pueblo, el Coronel había encontrado un baúl que tenía el doctor durante muchos años y decidió poner las cosas que habían ahí, dentro del ataúd.
He notado que solo hemos venido mi mama, mi abuelo y los cuatro guajiros trabajadores de mi abuelo, y los guajiros vaciaron cal dentro del ataúd. Luego mama habla con mi abuelo y veo sus ojos estrechos y de apariencia seria, en ese momento entra a la habitación un agente de la policía y un hombre con pantalón de color verde, con un revólver en su cinturón, mi abuelo habla con el hombre y luego ordena abrir las ventanas de la habitación.
El doctor, había pasado diez años sin beber el agua del pueblo, acosado por el miedo de que estuviera envenenada. El pueblo de Macondo se sentía liviano y feliz, porque habían esperado que este día llegara, ansiaban la muerte del doctor.
El Coronel llamo a los guajiros, obligo a su hija Isabel que lo acompañara, para que el momento fuera algo familiar y humano. Además debía cumplir una promesa sagrada que le había hecho al doctor. Luego observo la habitación y encuentro un zapato que se le había caído al doctor al lado de la cama, lo recogí y le dije a mis hombres que destaparan el ataúd para ponerlo ahí dentro, en ese mismo instante sonaba el tren de las dos y media
El caso era que Meme no estaba en la casa y que nadie sabía de ella, la última vez que la había mirado fue hace once años. Pasó mucho tiempo antes de saber que Meme se había ido a vivir con el Doctor sin haberse casado con él, en ese entonces ella seguía asistiendo a la iglesia como una señora elegante, sin importar de lo que dijeran los demás. Recordaba al Doctor cuando vivió en nuestra casa, tenía un gran bigote negro, pero jamás intente acercarme a él, solo lo veía como un animal extraño que habitaba en nuestra casa y se alimentaba con la hierba que comían los burros.
Luego el Coronel hace un nudo en la soga, y la pone donde se encontraba el cuerpo colgando, el agente de la policía no cree que haya sido con esa soga.
-La soga no alcanza a rodear mi cuello, es imposible que lo haya hecho con esta soga.
Se acerca al ataúd y dice, tendría que verlo colgado de nuevo para creerlo
-El coronel responde. Yo autoricé a mis hombres que lo colgaran de nuevo, como estaba hace unos momentos. Pero luego pensé que seria muy duro para mi hija y para el niño a quien no debio traer a presenciar este hecho.
Luego Meme trajo un plato con panecillos, que habia aprendido a hacer con mi madre. Entonces se sento a mii lado, y empezó a recordar como habia llegado mi madre a Macondo, y que mi padre en ese entonces se habia desesperado por la partida de mi madre, pero al pasar de los meses, se caso con Adelaida, mi madrastra.
Despues llega por el atajo del pueblo de Macondo un sacerdote, y todas las personas lo miraban, pensando donde lo habían visto antes, pero nadie llego a reconocerlo.
Todos los habitantes estaban impactados al ver el nuevo sacerdote, y no pensaban que el llegara a hospedarse en un cuartico, pero la sorpresa fue que el sacerdote ya habia vivido ahí, antes habia sido un militar y lo apodaban ´´el cachorro’’
Y Adelaida recibe al Doctor en la casa del Coronel, mientras este almorzaba. En la cocina habia un asiento viejo donde mi abuelo, ponía a secar sus zapatos cerca del fogón, salimos de casa Abraham, Gilberto, Tobías y yo, nos dirigimos hacia las plantaciones con una honda, un gran sombrero para poner los pajaros y una navaja nueva.
Esa tarde no habían pajaros, porque habia llovido, y entonces al llegar a la orilla del rio se quitaron la ropa, y se lanzaron. Abraham me pidió la navaja para intentar atrapar pescados, pero yo le dije que no porque apenas ayer me la habían obsequiado.
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