¿UN IDEAL A SEGUIR?

¿UN IDEAL A SEGUIR?

Tal vez el ideal mas común y con el que todos concuerdan es el del “Amor por la patria y la camiseta”, orgullo de nuestras victorias frente a la adversidad. Un equipo no es un ente indivisible y perfecto, un equipo es un conjunto de hombres, hombres diferentes, con ideas diferentes, gustos y opiniones diferentes…con vidas diferentes; un conjunto de hombres que a pesar de sus divergencias individuales han tenido la suficiente humanidad y orgullo, ahora bien, si nuetro equipo de deportistas puede convivir y tolerarse con todo lo diferente que tienen, tal vez con solo una cosa en común y es el amor por la patria y el deporte, ¿Por qué nosotros como colombianos no podemos convivir sanamente con todo lo distinto que tenemos? No se supone que todos estamos de acuerdo con el “Amor a la patria y a la camiseta” si nos uniéramos todos y fueramos una sola fuerza asi como nos unimos cuando hay olímpicos o cuando juega la selección, las cosas serian distintas, tal vez para mejor o tal vez para empeorar, pero porque no lo intentamos si cuando hay olímpicos y juega la selección todos tiramos para el mismo lado.

Pero claro como lograrlo si cuando pasa algo malo o algo que afecte negativamente a nuestro alrededor nos quedamos callados y no decimos nada, porque claro como “eso no me paso a mi” “eso no me afecta a mi” pues que lo muerda el perro como se dice vulgarmente, pero bueno yo soy un simple aficionado que no hace más que especular y sacar inferencias que quizás carezcan de sentido. Simplemente soy de la opinión que ya es hora en que dejemos de lado todas las cosas que pudieran traer discordancia con el deporte porque cuando se adiciona el ingrediente política, inevitablemente las prioridades cambian y se deja de lado al instante algo fundamental para el desarrollo, menos intereses políticos en el deporte y en nuestra vida cotidiana; Profesionalismo, solo entonces podremos tomar las decisiones correctas o tal vez no tan correctas pero con el fin de rectificar con sabiduría y no con soberbia pues lo que está en juego es nuestro crecimiento deportivo no el orgullo político de un sistema que por definición propia nunca dará el brazo a torcer. QUE VIVA EL DEPORTE, QUE VIVA LA SELECCIÓN, QUE VIVAN LOS JUEGOS OLIMPICOS, PERO QUE TAMBIEN VIVA EL AMOR PROPIO Y AMOR POR NUESTRO PAIS.

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