UN MODELO DE PRODUCCIÓN AGROPECUARIA PARA LA ORGANIZACIÓN SOCIAL Y AMBIENTAL EN UN TERRITORIO DE PAZ.

UN MODELO DE PRODUCCIÓN AGROPECUARIA PARA LA ORGANIZACIÓN SOCIAL Y AMBIENTAL EN UN TERRITORIO DE PAZ

RELEXIÓN

Se ha dicho que Colombia es un país rico en producción agropecuaria, pero el país se ha encargado de desperdiciar gran parte de su biodiversidad por tomar decisiones sin tener información completa sobre el territorio, puesto que no estamos haciendo buen uso de nuestra producción porque la exportamos, y paradójicamente después la estamos importando, por tanto económicamente estamos fallando en la solución, puesto que lo que realmente necesitamos es compromisos sociales, políticos, culturales, económicos y por cada uno de esos se requiere trabajar.

Por tanto, todavía no hay un listado de las riquezas que tenemos en nuestros país, porque tenemos la ventaja de poder producir alimentos los 365 días del año, pero una idea es producir diferentes productos de los demás países, no crear una competencia sino una innovación. Mientras tanto, en los países estacionales han aprendido a vivir para planear la cosecha futura, mientras que aquí a diario conseguimos lo mismo porque aquí no es necesaria la conserva y tenemos la oportunidad de comer fresco, pero lo que debemos es aprender aprovechar esas condiciones que nos da nuestro país.

Si nos detenemos hablar del compromiso político, los diversos procesos de paz respecto a la cuestión agropecuaria ha sido un eje preponderante y lo será para un futuro proceso de paz. La clave de un panorama distinto para Colombia sólo es posible con profundas trasformaciones de éstas, por tanto, la realidad del campo colombiano ha estado caracterizada por la alta concentración de la propiedad de la tierra, siendo esta una de las principales características de la estructura rural del país.

Los pocos esfuerzos por transformar la realidad del campo han fracasado, el asunto es que, mientras no se resuelvan los conflictos de tierra en Colombia, éstos seguirán siendo el centro de cultivo del conflicto armado, teniendo en cuenta, que el país actualmente importa toneladas de alimentos anuales, mientras destina sus mejores tierras y grandes recursos económicos a través de subsidios y auxilios, para producir materias primas que se exportan a muy bajos precios, con pocos beneficios para Colombia.

Por lo tanto, no enfrentamos en lo paradójico, ya que estamos en medio de la más importante crisis alimentaria mundial, mientras se debieran estar promoviendo políticas públicas que revaloricen al campesinado y enfrenten la crisis, la dirigencia colombiana sólo ve el campo y la producción campesina en términos de productividad y competencia, sin entender que tan solo con profundas transformaciones en la cuestión agraria estará la base para la autonomía y la soberanía alimentaria y la paz de este herido país.

...