Un Invento Llamado Tocorón

UN INVENTO LLAMADO TOCORÓN

Yo vengo de Tocorón, país situado al norte de un continente fantástico. Tocorón es bello como su nombre. Tocorón es grande como su espíritu. En Tocorón todo es posible, porque para nosotros la Historia cuenta y la palabra de nuestros Padres Fundadores es seguida al pie de la letra. Desde que uno de ellos dijo: “o inventamos o erramos”, el verbo inventar ha sido nuestro santo y seña y desde hace más de una década hemos llevado hasta el extremo las posibilidades de inventarnos como colectivo.

En Tocorón inventamos un nombre nuevo para nuestro máximo líder: PRAN (Presidente Revolucionario de una América Nueva) porque todo en Tocorón se hace pensando en una Patria Grande, en un continente de luz. Y por eso en Tocorón no hay ministros sino “luceros” que ejecutan los deseos de nuestro PRAN (Dios bendiga su santo nombre). Antes de llegar a ser PRAN nuestro líder dirigió un golpe de Estado, pero él inventó que no era un golpe sino una “Revolución de Libertad”. Nuestro PRAN inventó reelegirse en el poder hasta su muerte, porque todo en él es sacrificio por el progreso de nuestra patria ¡Oh, afortunado Tocorón! ¡En nombre del amor supremo que nuestro líder nos profesa, él decidió acompañarnos hasta su último hálito de vida!

En Tocorón la Presidenta del Supremo inventó que la división de los Poderes Públicos era algo “obsoleto” y que “todos” deberían desaparecer y plegarse al Poder Único de nuestro PRAN ¡Oh, Ilustre Magistrada! ¡Qué gran demostración de creatividad en el ámbito jurídico! ¡Tocorón a la altura de esa magnífica isla del Caribe, como segunda monarquía tropical del siglo XXI! Y por estos excelsos servicios nuestros Magistrados perciben ínfimos emolumentos, de allí que extrañe tanto que algunos de Sus Señorías inventen fugarse del país con valijas repletas de verdes papeles que nada significan.

En Tocorón los Generales y Almirantes inventaron que nuestras Fuerzas Armadas estaban al servicio de nuestro PRAN y esto nos enorgullece porque evoca el poder del gran imperio romano ¡Nuestro PRAN por encima de Cayo Julio César y nosotros como gran potencia que hace palidecer la gloria de Roma! Además, varios de nuestros jefes militares inventaron vincularse al tráfico de drogas reafirmando la formación integral de nuestros comandantes quienes saben tanto de armas como de negocios.

En Tocorón no hay “cárceles, ni policías”, como dijo el poeta aquel, porque ninguna de esas instituciones actúa conforme a su identidad, en todas se inventa cada día y los resultados están a la vista: nuestras autoridades dejan que nuestra imaginación vuele muy alto y podamos inventar la inseguridad que no existe. Todo esto se ve sólo en Tocorón y por eso cantamos emocionados: “vivo en un país libre, el cual solamente puede ser libre…”.

En Tocorón inventamos las cárceles como centros de diversión

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