Un Viaje Inesperado ¿Cuál es el límite entre la realidad y el sueño?

Un Viaje Inesperado

                                                                                          Mariela Alexandra Tovar Salazar

        “Quería soñar a un hombre: quería soñarlo con interioridad minuciosa e imponerlo a la realidad”. Pero ¿Cuál es el límite entre la realidad y el sueño? Esta es la duda metafísica que plantea Borges en su cuento “Las ruinas circulares”. Este cuento, publicado en 1940, trata de un hombre que sueña con crear y darle vida a otro hombre.

        El tema central del relato es justamente esta confusión del límite entre realidad y sueño, ya que el hombre soñado se convierte en una persona con vida al igual que él y al final de la historia el soñador descubre que él también es soñado. Esto es una cadena infinita que no tiene principio ni fin.  En este relato se cuenta la historia de un hombre que llega a las ruinas de un antiguo templo circular. Su objetivo es crear un ser humano a través del sueño e imponerlo a la realidad. Al principio el hombre sueña que está en el centro de un anfiteatro de estudiantes a los cuales les dicta lecciones. Elige un alumno y, después de darle lecciones particulares, se maravilla de las habilidades del joven. Sin embargo, un día el hombre se despierta y por muchas noches no puede dormir. Reconoce que su primer intento ha sido un fracaso y decide buscar otro método de trabajo. Después de un descanso y de observar varios ritos de purificación y adoración a los dioses, el hombre se duerme y sueña con un corazón.

        Noches, días y años pasan y el hombre crea a su hijo, pedazo por pedazo, con atención mayor a cada minúsculo detalle. Finalmente, el joven está completo, pero no habla y no se incorpora; solo sueña. El hombre le ruega ayuda al dios del Fuego para darle vida a su hijo y esté consiente. El joven se despierta como un hombre de carne y hueso y es enviado a otro templo. Sólo el soñador y el dios del Fuego saben que el hijo es una creación, un hombre soñado; no es un hombre real. Al pasar el tiempo, el soñador escucha de otros hombres que hay un hombre en otro templo que puede caminar por el fuego sin daño. El hombre sabe que este es su hijo y se preocupa de la posibilidad que él se entere que no es un ser humano, sino una proyección de otro. Se acerca de repente un gran fuego. El hombre acepta que ha llegado su momento de morir y se acerca al fuego. Pasa por las llamas sin dañarse, y en ese momento comprende que él también es una proyección, un sueño de otro.

        Éste relato es perteneciente al denominado género fantástico. Su tema es la existencia del mundo, no como realidad autónoma e independiente sino como el sueño de alguien. La presencia de dos soñadores nos puede sugerir la posibilidad infinita de muchos más soñadores, que se repiten cíclicamente.

El tiempo pasa y ¿a dónde iremos a parar? Es una pregunta que nos hace llegar a la conclusión de que todo aquello que tiene final, también tiene su origen. Esto se debe a que siempre existe un inicio, además de que una acción siempre tiene su consecuencia o reacción final debido al hecho de que siempre existe una base previa a que dicho suceso ocurra.

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