“Un hoy, sin retorno al ayer” Inspirado en el ensayo de Beatriz Sarlo

“Un hoy, sin retorno al ayer”

Inspirado en el ensayo de Beatriz Sarlo

¿Estamos condenados a vivir en una cultura fast para siempre? ¿Volveremos en algún momento a lo único y duradero?

El tiempo  es algo que siempre ha atormentado al hombre durante su vida, por el simple hecho de ser el tiempo lo que constantemente lo acerca a la muerte y a medida que el hombre está más avanzado en edad, el tiempo se va convirtiendo en algo más preciado para él y por esto intenta hacer valer cada minuto de su vida. Es por ello que, al darse cuenta que en la sociedad que vive el tiempo avanza tan rápido, este se asusta, comienza a cuestionar su forma de vida y si es que la cultura fast  en realidad le está permitiendo aprovechar su vida o sólo lo está haciendo avanzar por ella sin un verdadero sentido.  

En la actualidad, nuestra sociedad se encuentra en una cultura que no le permite tomarse su tiempo, sino la induce a que realice labores, productos y servicios en el menor tiempo posible, muchas veces dejando de lado la calidad del producto final. Esto lo podemos ver reflejado continuamente en: la forma en que debemos trabajar para tener todo hecho en el menor tiempo posible de la mejor manera, para así poder competir con otras empresas o personas, los productos importados que recibimos, -sobre todo de china- los cuales encontramos a un buen precio, pero que sólo podremos utilizar un par de veces antes de que se rompan o dejen de funcionar, y los servicios que recibimos que si es que no son rápidos, entonces no son considerados eficientes. Así, criticamos constantemente a nuestra sociedad por ser tan acelerada e impaciente, pero no somos capaces de soportar que las cosas se hagan de otra manera que no sea fast, entrando en una lucha con nosotros mismos. Es por esto, que nos encontramos realizando actividades que hemos hecho durante todas nuestras vidas, con la sensación de que en el tiempo pasado nos producía mayor satisfacción, o que anteriormente nos daba resultados mucho más favorables, quedando con una sensación de nostalgia, el tiempo se nos está escapando y es en estas ocasiones de nuestras vidas cuando buscamos detener el tiempo, recrear tradiciones, escapar de la cultura fast en la que vivimos, resolviendo nuestro problema  solo temporalmente y jamás quedando satisfecha con el resultado. Son estos intentos nuestra verdadera insaciabilidad, ya que buscamos volver a lo único y duradero sin sacrificar lo fast. Un claro ejemplo de esto, es lo que compramos en el mercado, mientras más tiempo y dedicación tenga el producto, más valor adquiere para nuestra sociedad, sin embargo, no tenemos la capacidad de esperar para que llegue a nuestras manos con todas los requisitos que exigimos. Por eso es que hoy en día surge la pregunta de ¿Alguna vez volveremos a lo único y duradero?  

Personalmente lo único siempre ha sido más importante para mí que lo duradero por el simple hecho de que lo único te hace sentir especial, en cambio lo duradero va a acompañarte posiblemente toda la vida sin cumplir un rol especial en ella. Hoy, encontrar algo único y duradero es como encontrar un tesoro, y obtener algo con una de las dos cualidades algo muy preciado, porque aunque vivamos en una cultura fast aún nos queda memoria de lo preciado que era por ejemplo poder celebrar un cumpleaños nuestras casas con la familia y con tortas hechas en casa comparado con hacerlo en un lugar arrendado con cientos de personas que ni siquiera conoces y tortas compradas en el supermercado. Por eso es que en mi opinión nunca volveremos a lo único y duradero, porque es subjetivo, lo que hoy para nosotros es  único y duradero para la próxima generación puede convertirse en común y temporal. Al pasar el tiempo, las cosas y los conceptos van a cambiar y nunca van a volver a ser exactamente igual a lo que fueron.

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