Un recuerdo de nunca olvidar

Juan Camilo Ramón Jiménez

Ética Noche

Contabilidad

UN RECUERDO DE NUNCA OLVIDAR

En la mañana del día lunes 20 de junio del 2022 sentado frente a la ventana de la cocina en la compañía de mi querida madre y de mi abuela corría un aire fresco, se sentía una tranquilidad y armonía al ver que mi Colombia entraría en la era del cambio con el nuevo presidente, esto me hizo acordar del día que nos trasladamos del municipio de San Vicente del Caguán a Doncello donde estaba acostumbrado a mis maestros y amigos.

En Doncello fui matriculado en la Institución Educativa Corazón Inmaculado de María a inicios del segundo periodo académico escolar cabe recalcar que estaba cursando el grado Decimo, allí conocí a una profesora muy destacada llamada Rubiela Rivera, siendo esta una persona acuerpada, con piel blanca, cabello corto, su tono de voz es fuerte al igual que su carácter, su edad oscilaba entre unos sesenta a sesenta y cinco años. Era una profesora muy excelente en su forma de ser y enseñar.

La mayoría de mis compañeros no la querían por su exigencia, pero como persona la respetaban y sentían admiración. Ella lo que buscaba en nosotros era el aprendizaje verdadero donde el conocimiento adquirido quedara para toda la vida y no para el momento donde ella se esmerada por darnos sus conocimientos en lengua castellana y filosofía.

Mi primer día de clase la profesora Rubiela me dio la bienvenida a la institución y me hizo la inducción a la asignatura de Filosofía donde me indico lo que tenía que ver una película llamada Matrix y con base a esta realizar un ensayo, me sentía anonadado y a la vez sorprendido, entre mí mismo me dije “Guau” ya que esta forma de enseñar es muy diferente y me anime a realizar mi trabajo con entusiasmo, aprendí tanto de ese trabajo y de ver que el mundo no es solo la monotonía sino que también hay tanto por explorar debido a que su enseñanza no se centraba en algo ya establecido sino que buscaba la enseñanza vivencial y aplicada, agradezco a mi maestra por despertar ese interés y anhelo por aprender día a día.

En mi último año escolar la profesora Rubiela le correspondió orientar al grado Once la asignatura de ética y valores, conociendo su forma de enseñar esperaba mucho de ella y anhelaba ver con que nos iba a sorprender cada día. En el primer periodo académico la ética que nos dio; no fue ética y valores sino más bien fue ética-Moral, ella nos explicaba que la ética y la moral iba relacionada esto debido a que la moral son normas y la ética es donde cada uno razona llevándonos a tomar una decisión ya sea buena o mala sabiendo la normal impuestas ya sea por anterioridad o en el momento.

Para explicarnos mejor esto y hacernos reflexionar nos ponía ejemplos de la siguiente forma:

“Mi madre está enferma y somos una familia de bajos recursos, al ver a mi madre en ese estado me acerco a una farmacia y le pregunto a la persona que atiende por un posible medicamento que pueda curar a mi mamá, el señor saca un medicamento y lo pone encima de la vitrina por un instante este se da la vuelta dándome la espalda”.

Este pequeño texto viene acompañado de dos opciones:

1. Robar el medicamento llevárselo a mi madre y esperar que sea el medicamento que posiblemente la cure,
2. Explicarle al señor de la farmacia en la situación que estoy y en el estado en el que se encuentra mi madre.

Con estos ejemplos la profesora buscaba que escogiéramos la opción que para nosotros era la correcta y diéramos una justificación a esta sabiendo que era la ética, la mora, el bien y el mal. Lamentablemente fue tan solo un periodo académico, ya que entramos en pandemia y no se podían hacer estas actividades de conversatorio puesto que las áreas se tuvieron que transversalizar y la dinámica cambio.

...