Una metáfora final
Enviado por ESRIN • 3 de Mayo de 2014 • Informe • 642 Palabras (3 Páginas) • 252 Visitas
Epílogo
Una metáfora final
Hace algún tiempo un maestro muy conocido se reunió con 23 de sus discípulos más allegados; estaban preocupados por los difíciles mo-mentos que se vivían en su aldea y tenían la inquietud de encontrar la llave para obtener la riqueza y la prosperidad.
Uno de los discípulos sugirió: “¿Por qué no salimos a buscar la ver¬dad en otras aldeas?, seguramente hallaremos algunas respuestas”.
Todos estuvieron de acuerdo por lo que decidieron ir en búsqueda de la Excelencia alrededor del mundo.
Una parte del grupo se dirigió al viejo mundo y ahí encontró tena-cidad, fortaleza y disciplina, pero también rigidez, frialdad y resistencia al cambio.
Otro grupo decidió indagar sobre lo que, según se rumoraba, no era el camino correcto para el ser humano y fueron a visitar a las aldeas comunistas y ahí encontraron escasez, improductividad, opresión y burocratismo.
Uno más eligió cruzar únicamente las fronteras del vecino rico que te-nía al norte y ahí comprobó lo que ya conocía por las relaciones que de tiempo atrás se mantenían con ellos y que era la eficacia, la riqueza económica y el pragmatismo, pero también encontró el consumismo, el individualismo, la frialdad y el vacío existencial.
Otro recordó a tos más pobres y fue al lugar adonde se dio el origen del hombre, a las aldeas de selvas intrincadas y desiertos desoladores, ahí donde el sol se abraza y la tierra se agrieta y ahí encontró sequía, hambre y pobreza.
Las aldeas hermanas de raza fueron la elección del otro grupo que encontró alegría, exuberancia y calor, pero también algo de lo que ya conocía en ellos mismos y que era despilfarro, inflación, endeudamien¬to, inestabilidad y marginación.
Un discípulo deseoso de mejores resultados sugirió aplicar la tecno¬logía de lo obvio, es decir, identificar a la mejor aldea, observarla, imi¬tarla, igualarla y superarla y entonces todo el grupo estuvo de acuerdo en ir juntos a las aldeas más progresistas de aquel tiempo, que se lo¬calizaban en el lejano oriente, al lugar de la meditación y el misticis¬mo y ahí encontraron constancia, perseverancia y paciencia, además de cooperación, consenso, armonía y vocación de servicio, pero tam¬bién encontraron la robotización y la masificación de las personas, la pérdida gradual de la integración familiar y los valores humanos y entonces todos estuvieron de acuerdo en asimilar los aspectos positi¬vos, para tratar de adaptarlos a las costumbres propias y a mantener presentes los aspectos oscuros para no repetir los mismos errores, y retornaron nuevamente a su aldea con las alforjas colmadas de gran¬des experiencias.
Sin embargo, ya de regreso a su aldea, todavía tenían dudas acerca de cómo inculcar en su pueblo las llaves de la productividad y la Ex-celencia,
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