“Una realidad imaginaria”

“Una realidad imaginaria”

Esta historia se desarrolla en un vecindario de clase media- alta, donde viven los matrimonios con los mejores apellidos de la región. Estas familias están conformadas por: el esposo que es la pieza fundamental de la familia ya que es el quien aporta el dinero con el cual pueden mantener sostener su estatus en sociedad; generalmente el esposo es un señor que mantiene su día muy ocupado en asuntos de negocios los cuales le consumen todo el día y poco es el tiempo que dedican a su familia. Las madres son mujeres que desde niñas ya han gozado de cierto status entre la sociedad, gracias al dinero de sus padres. Estas se casan con hombres que saben que podrán darles lujos, confort y dinero. Los hijos que procrean en matrimonio son mayormente atendidos por la señora de la limpieza o la nana y estos niños aunque gozan de comodidades sufren de la ausencia de sus padres.

En una de las casas de este vecindario vive la familia del niña Serafina Godínez, la familia de Serafina esta conformada por su papá el señor Serapio Godínez, su mamá Victoria Rubalcaba de Godínez y la sirvienta Lencha Pérez. Una tarde se encontraba la sirvienta Lencha tratando de cumplir con sus funciones domésticas, ella acostumbraba poner la música a todo volumen mientras limpiaba la casa y cantar a todo pulmón sin que nada le importara. Esa tarde estaba muy entretenida limpiando y cantando, pero de pronto decidió que era necesario tomar un descanso ya que ya había trabajado mucho. Apenas se recostó sobre el sillón escucho que como tocaban la puerta con insistencia pero como era muy floja decidió subir más el volumen de la música y fingir que no escucho que estaban tocando la puerta.

Detrás de la puerta estaba tocando con insistencia la mamá, la señora Victoria Rubalcaba de Godínez que regresaba de hacer “shopping” con sus amigas y quien al notar que no tenía respuesta de adentro de la casa decidió buscar entre su bolsa las llaves para poder abrir la puerta. Cuando entró sorprendió a Lencha la sirvienta mandando un wasap a su amor secreto, Lencha al ver que llego pego un grito y salto de la silla para fingir que seguía limpiando. La señora Victoria comenzó a regañar a Lencha porque aún no tenía la limpieza de la casa terminada.

Mientras esto pasaba la niña Serafina se encontraba en un rincón jugando entretenidamente con sus juguetes, y aunque aparentemente estaba muy entretenida en su juego, también estaba muy al pendiente de lo que sucedía a su alrededor. De repente la niña Serafina pega un gran grito y exclama:

-La culebraa!! Y aunque Lencha se espanta y empieza a huir de la supuesta culebra, la señora Victoria que es una señora que conoce a su hija, ya que lleva una muy buena relación con ella, empieza a seguir el juego fantasioso de la niña, ella sabe que Serafina es una niña muy imaginativa lo cual piensa que es una cualidad muy importante de su hija y por eso apoya y alimenta su fantasía.

La señora Victoria decide que es hora de que Serafina se lave las manos para tomar sus alimentos. Cuando de repente llega el papá de Serafina, el señor Serapio Godínez, que aunque es un señor muy trabajador es también muy machista con el trato que le da a su mujer y a su pequeña hija.

El señor Serapio llega muy de prisa exigiendo a su mujer que le sirva  la comida, la señora Victoria  manda a Lencha por la comida y esta se acerca con una olla de frijoles en agua y sal. La señora Victoria está muy enojada porque esa no era la comida que pidió que se cocinara, pero Lencha manifiesta que era lo único que había podido cocinar y que aparte de eso, ella sabía bien lo que le gustaba al patrón.

Pasan a la mesa a sentarse en compañía de su hija Serafina y Lencha empieza a servir los frijoles mientras esto pasa nota que Lencha la sirvienta esta coqueteando con su marido Serapio y le pregunta ¿Lencha acaso estas coqueteando con mi marido? Y ella manifiesta que no es coqueteo que se trata de un tip nervioso que a veces le da. La madre muy enojada avienta los frijoles y comienza a reprochar y discutir con su marido sobre los coqueteos de su sirvienta, y sobre la preferencia que este le daba a Lencha por sobre de ella.

Mientras la discusión seguía la niña tomaba sus alimentos en silencio sin molestar a los adultos que le rodeaban pero prestando mucha atención a lo que estaba pasando. En eso se escucha que tocan la puerta, Lencha aprovecha la ocasión y corre a la puerta a atender a quien está tocando tan insistentemente. Cuando abre se da cuenta que es Carlitos, su vecinito, que viene a visitar a Serafina para jugar con ella. Lencha lo deja pasar y Serafina lo recibe con gran alegría. Y lo invita a jugar. Carlitos es el hijo de los vecinos, los vecinos parecen ser una familia muy educada y con muy buenos modales, en esa familia todos los integrantes tienen la apariencia  de ser muy intelectuales.

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