Una vida que brilla por la luz de Jesús

Una vida que brilla por la luz de Jesús

Hay camino que al hombre le parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte.

Proverbios 4:12

Conocí la historia de Alejandro  ********, un hombre que vive en un total apasionamiento por Dios y su obra, el hablar con él, resulta bastante fascinante,  creeme, pocas veces charlaras con alguien cuya conversación gire en torno a Jesucristo, su iglesia y la salvación pasa este mundo.  Para aquellos que de alguna forma nos acostumbramos a las trivialidades de la vida, nos podría resultar un poco tediosa esta práctica, claramente Alejandro,  aplica a su vida, lo declarado por el Apóstol Pablo en  2Timoteo 4: 1-2 “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Hoy en día,  Alejandro es un hombre sencillo y de buen corazón, se dedica al negocio del encuadernado, pero su vida, se vio sumergida desde su niñez en oscuros lazos que le trajo consecuencias en su área familiar. Fue una víctima  más de violación, suceso del cual declara, no se convirtió en un pretexto para decir que era  lo que había ocasionado que se desviara del camino, reconoce que fueron sus actos lo que le condujo  a las cosas que vivió.

Mas sin embargo esto marcó su vida  de un manera radical, Alejandro declara que  no encontró ayuda de ningún tipo en el momento de esa situación, ni un  consejo, o algo que le permitiera desistir de darse libertades en el mundo de las drogas y la delincuencia, mundo en el cual se fue sumiendo sin control.

No se imaginó que iba a tocar fondo en este tipo de situaciones como lo fue el narcotráfico, la vida fácil que este brinda, es solo una apariencia, la realidad es que destruye vidas y familias, es exactamente lo que le pasó a Alejandro. Pero da gloria a Dios que lo rescató y lo hizo un hombre totalmente nuevo

Hace veinticuatro  años, un siete de diciembre, en la ciudad de Pereira, ya estaba  todo listo para lo que sería el viaje de su vida,  cargado con drogas  se dirigiría a  México.  Esa misma noche, se encontraba consumiendo cocaína y tomando  bebidas alcohólicas, no supo que pasó, pero bajo  los efectos de estas sustancias llego a su casa  y solo pensaba en destruir todo lo que encontraba, no entendía que sucedía,  pero algo pasaba en su interior, todo ese desierto y todas las cosas que vivía lo estaban preparando para  algo mayor que su propia vida.

Decidió regresar a la ciudad de Cali,  “con una mano atrás y otra adelante” tal cual como él lo manifiesta, con el deseo ferviente de  arreglar las cosas en su hogar.

Todos los días se encontraba en la calle a un anciano que le compartía del evangelio,  por momentos le parecía fastidioso pero siempre terminaba haciendo la oración de fe, de esta forma Dios comenzó a obrar en su vida,  al mostrarle personas que estaban dispuestos a ayudarle,  asistía a una iglesia, pero no había asumido de todo el compromiso de seguirle, le decía al Señor, que si le devolvía por completo a su familia él lo haría, y así fue.

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