VESTIDO TIPICO CAMPECHANO
Enviado por jhon_criaton1 • 23 de Febrero de 2019 • Monografía • 702 Palabras (3 Páginas) • 205 Visitas
VESTIDO TIPICO CAMPECHANO
El traje típico de la mujer campechana se halla estrechamente ligado a la costumbre de los cuatro estrenos, de donde se deriva la línea creada para el servicio domestico.
La mujer de procedencia humilde había adoptado una indumentaria similar a las de las moras de servicio en España, con las siguientes modificaciones: en vez de chal, usaba rebozo, hipilillo con líneas de bordado corriendo en cuello y mangas, sobre el que se amarraba con líneas una saya de rareza estampada, calzaba chancletas de piel de color negro trabajadas de oro blanco. Este tipo de vestimenta se mantuvo generalizado durante el siglo XIX, con ligeras variantes.
Para el estreno de vestidos durante la feria de San Román, en septiembre se les daba tres juegos completos: uno de satín, de gran gala y dos de trabajo.
El ajuar lo integraban: corpiño de Nanrá, fustán blanco de estribillo, sayuela de estribillo blanco terminada en varias blondas superpuestas de encaje, camisas de SATINES blanco con bordado extranjero totalmente blanco con un recuadro alrededor del cuello, unido al bordado con un trabajo entre dos de puntillo pero conformado por cuatro alforzas y re-bordado en ramazones o guirnaldas de estrellas dentro del rombo, trazando la forma de un triangulo que se perdía en un ángulo de la cintura.
Los rebozos se estrenaban en las fiestas de San Juan, en junio, llamadas también “el relajo”. Consistían uno de satín siempre de seda, uno de Santa Maria, uno de abrigo y otro más que requería el vestuario para cubrir los hombros y el pecho en la realización de las faenas domesticas.
Las prendas (alhajas) antiguamente se proporcionaban un juego completo dentro del primer estreno, aretes de monedas de cinco pesos y de coral colgante de sombrillitas con fleco de oro remate de palomitas y pendientes con la piedra cantarina que a menudo se engarzaba en la sortija y peineta de carey. Remataba con filo de oro, mostrando tres piedras brillantes, incrustadas que se unían entre sí con dos cadenillas de oro.
El estreno del calzado se realizaba en las fiestas de la Purísima Concepción, en diciembre, llamada también “Noche buena chiquita”. Primero se daban botines y posteriormente zapatos, de acuerdo con la época. En la mayoría eran de charol negro con tira y botón de lado o bien zapatos de piel blanca, pero siempre de tacón alto. Otros eran chancletas de charol con figuras caprichosas bordadas con hilo blanco y finalmente chancletas de piel fuerte para complementar los tres juegos con los que se les dotaba.
A mediados del siglo XIX se modificaron estos estilos de vestidos y sin que se tenga noticia de la razón del cambio; la blusa de la campechana, aun cuando sigue presentado en su mayor parte la labor del recuadro y el palo en ramazones blancas ya mostraba las ramazones aplicadas en el cuello y las mangas con un embutido de seda negro, enmarcado todo con doble redoble del llamativo y complicado trabajo del puntillo el cual desapareció por completo a principios del siglo XX.
La zaga también ha sufrido mutilaciones y lo que antes era blonda de sayuela pasa a ser tira bordada a fines del siglo XIX, ya no hay rulos ni holanes, sino adornos con blondas separadas y se pierde la media cola. El género ya no es labrado ni embutido, sino liso aunque todavía muestra la tira bordada que se conserva en la sayuela.
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