VICENTE FOX, SU PLAN NACIONAL DE DESARROLLO Y LA GLOBALIZACIÓN

VICENTE FOX, SU PLAN NACIONAL DE DESARROLLO Y LA GLOBALIZACIÓN

En la página 17 del Plan Nacional de Desarrollo de Vicente Fox se afirma que: “La globalización de la economía mundial es un hecho que nadie puede detener ni acotar. La pregunta que cada nación tiene que plantearse es cuál es la mejor manera de integrarse a ese proceso mundial para obtener los máximos beneficios posibles”. Como se observa da por hecho el destino de nuestro país, pero en la página anterior advierte el peligro que implica la globalización: “La globalización y la nueva economía crean oportunidades para México y los mexicanos de avanzar en su desarrollo, pero también presentan enormes riesgos que podrían recrudecer la situación actual de rezago económico y tecnológico”.

Vicente Fox es un gran promotor de la inversión extranjera y para el “Gran Capital”, México es enormemente atractivo, de ahí la integración al TLC que representa la puerta de entrada principal al mundo globalizado.

Los promotores de la integración económica prometieron que con el tratado de libre comercio, México lograría entrar en el primer mundo, principalmente por las siguientes razones.

a) beneficios de la inversión extranjera.

b) Aumento en la calidad de sus productos sujetos a la competencia mundial.

c) Aprovechamiento de ventajas comparativas en el mercado internacional.

Puntos que se vuelven a escuchar como justificación de la conveniencia de globalizarnos.

Recordemos que desde la entrada al GATT se tomaron políticas que hoy se vuelven a implementar; facilitar la inversión extranjera, liberalizar el comercio y reducir la acción reguladora del Estado.

Uno de los argumentos principales de la política actual con relación a la inversión extranjera es la “gran generación de fuentes de trabajo”, ¿será cierto? El único beneficio que se tendría como pueblo ante la inversión extranjera sería mayores y mejores trabajos que redundarían en mejores ingresos y estos a su vez en mejor calidad de vida de los mexicanos, sin embargo el modelo neoliberal no ha generado empleo suficiente, se calcula que desde 1993 se crearon 6.2 millones de empleos, mientras la fuerza laboral ha crecido en más de 10 millones, dejando sin empleo a casi 4 millones de personas.

. De los que tienen empleo más del 60% no tienen ninguna de las prestaciones de ley (seguridad social, aguinaldo, vacaciones, etc.) y unos 10 millones de mexicanos trabajan en el empleo informal, la gran mayoría por la falta de empleo formal.

De manera que al parecer la inversión extranjera no ha mejorado el nivel de vida del pueblo mexicano, su efecto principal en la población ha sido: la polarización en la distribución de la riqueza. En México el 10% más rico recibe el 42% del ingreso y el 40% más pobre recibe apenas el 11%, el TLCAN ha creado gran riqueza entre los ricos (hay hombres de negocios mexicanos que están entre los primeros en la lista de Forbes), pero deja igual o peor a los de bajos ingresos.

En el sector laboral, el salario mínimo ha bajado más de 60% en términos reales desde 1982, desde la entrada del TLCAN ha perdido 23% de su poder de compra.

Luego entonces es una realidad que lo que buscan los inversionistas no es mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, sino obtener grandes ganancias a bajo costo, pues las condiciones que existen en nuestro país para que ellos coloquen parte de su producción y de su mercado en el país les son muy favorables; bajos salarios, abundantes recursos naturales, legislaciones ambientales menos estrictas o poco aplicadas, facilidades impositivas, infraestructura, etc.

¿Por qué no mejora la calidad de vida del pueblo de México? Sencillamente porque las utilidades obtenidas no son repartidas entre mexicanos, emigran al extranjero, se van de nuestro país.

Con respecto a la educación el Plan Nacional en su pág. 2 dice: “El Plan establece como columna vertebral del desarrollo a la educación, por lo que habremos de impulsar una revolución educativa que nos permita elevar la competitividad del país en el entorno mundial, así como la capacidad de todos los mexicanos para tener acceso a mejores niveles de calidad de vida.” Y en la pág. 21 se lee lo siguiente: “Sin embargo, la educación es el eje fundamental y deberá ser la prioridad central del gobierno de la República.

No podemos aspirar a construir un país en el que todos cuenten con la oportunidad de tener un alto nivel de vida, si nuestra población no posee la educación que le permita, dentro de un entorno de competitividad, planear su destino y actuar en consecuencia; tampoco será posible si la población no cuenta con servicios adecuados de salud y si no existe seguridad para personas e instituciones.

No podemos aspirar a una sociedad más justa y equitativa si los individuos no mejoran económicamente y si no avanzan en su educación; sólo así podrán valorar y tener acceso a los satisfactores que cultivan el espíritu y el sano esparcimiento.

No podemos aspirar a tener un país en el que se respete el Estado de Derecho y se acaben la corrupción y la impunidad, si no contamos con una educación que promueva los valores cívicos y morales necesarios para la convivencia armónica de todos los mexicanos, así como un gobierno que brinde servicios de calidad a toda la población.

No podemos aspirar a un desarrollo sustentable si el crecimiento del país no respeta los recursos naturales y no contamos con un sistema educativo que promueva su conservación y su uso racional.”

En la pág. 2 se habla de una “Revolución Educativa” y en lo escrito en la pág. 21 coloca a la educación como el remedio de todos nuestros males o de casi todos ellos, con lo cual estoy de acuerdo, sin embargo a un año de terminar el sexenio podemos preguntarnos si ¿dicha revolución educativa se dio? Yo diría que no, sólo que esta se refiera a lo que dice el Presidente en sus spots de los medios de comunicación que “hoy tenemos a 700 000 alumnos con computadora y con enciclomedia en pizarrón electrónico.” Lo que se me hace muy poco para lo que se proponía hacer y que lo plasma en el Plan en la pág. 32 y que dice: “El gobierno de la República considera a la educación como la primera y más alta prioridad para el desarrollo del país,

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