VOLKSWAGEN, EL GRAN FRAUDE ALEMÁN

TALLER DE PRENSA                                VICTORIA YCAZA POVEDA                         30/09/2015

VOLKSWAGEN, EL GRAN FRAUDE ALEMÁN

Volkswagen, el mayor fabricante de autos alemanes, se enfrenta a la peor crisis de su historia reciente, después de reconocer que instaló un software para esquivar controles medioambientales en 11 millones de vehículos diesel de todo el mundo. Un periódico alemán lo ha denominado como "el acto de estupidez más costoso en la historia de la industria automotriz".

El responsable de destapar el engaño de Volkswagen fue un ecologista, Peter Mock, director de un grupo medioambiental llamado International Council for Clean Transportation, (ICCT). Todo empezó por un intento de demostrar que los controles de gases contaminantes en Europa son mucho menos exigentes que en Estados Unidos.

Mock quería hacer ver que los mismos modelos de una misma marca emitían menos gases nocivos en Estados Unidos que en Europa debido a que los controles eran más duros allí. Para ello, el año pasado, un equipo liderado por Mock se dispuso a estudiar las emisiones contaminantes del Volkswagen Jetta, Volkswagen Passat y BMW X5. Lo hicieron con un sistema portátil de medición de emisiones (PEMS) que se coloca en el maletero de los autos, en colaboración con la Universidad de West Virginia, EE.UU. Y fue este sistema el que descubrió el engaño de Volkswagen.

El sistema analiza directamente los humos que salen del tubo de escape en tiempo real mientras va por carretera. El equipo probó varios vehículos con el medidor de gases en viajes de 2.100 kilómetros, desde San Diego a Seattle. Mientras que el BMW X5 pasó la prueba de carretera, el Volkswagen Jetta, fabricado en 2012, tenía unas emisiones de óxidos de nitrógeno 35 veces superiores a la legalidad, y el Passat, de 2013, las multiplicaba por 20.

"Esperábamos lo contrario. Esperábamos que los vehículos pasaran la prueba con mejores tasas de emisiones porque en EE.UU.hay un programa de pruebas más riguroso" , le dijo a un diario estadounidense Drew Kodjak, director ejecutivo de la ICCT. Los hallazgos del estudio alertaron a la autoridad ambiental de California, que lanzó su propia investigación.

Y cuando se involucró la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), VW tuvo que reconocer que había instalado de forma deliberada un programa informático en varios de sus modelos diesel para esquivar los límites de emisiones de gas. Estallaba así la que probablemente es la peor crisis en la historia de Volkswagen, justo cuando la marca se había posicionado como el primer fabricante de coches a nivel mundial.

El número de vehículos afectados se han calculado en 11 millones (2.8 millones de los cuales han sido vendidos en Alemania). Se reparten según las marcas, así, Volkswagen 5,0 millones, Audi 2,1 millones. Skoda 1,2 millones y 2,7 millones de vehículos comerciales. Seat aún no ha dado ninguna cifra. La posible multa al Grupo Volkswagen (solo en USA) podría ascender a 20.000 millones de dólares.

Los motores afectados por el fraude se conocen como “Motores Euro V”, en relación a la normativa Europea de control de emisiones “Norma Euro V”. Los nuevos “Motores Euro VI” homologados según la “Norma Euro VI” según las investigaciones llevadas a cabo no están manipulados.

• ¿Porqué se trata de una cuestión o tema controvertido?

Es un tema muy controvertido por las siguientes razones:

Se trata de un fraude a nivel mundial para evitar una serie de controles medioambientales, en un momento en que toda la población mundial está concienciada de la importancia de reducir la contaminación. Además cuando en las grandes metrópolis se están dando niveles de contaminación ambiental que están desarrollando enfermedades crónicas respiratorias, cutáneas y posiblemente contribuyendo al desarrollo temprano de ciertos tipos de cánceres.

Este fraude es evidentemente un factor de competencia desleal hacia el resto de marcas del mercado, en un momento de crisis del sector a nivel mundial, lo que evidentemente provoca un efecto dominó en las marcas de la competencia, de despido de trabajadores, cierres de concesionarios, cierre de fábricas, reducción de ingresos estatales de los países donde se producen y desde donde se exportan los vehículos de esas marcas competencia de Volkswagen.

No hay que olvidar que antes de salir a la luz esta noticia, el Consorcio Volkswagen que agrupa varias marcas, Volswagen, Audi, Seat y Skoda entre las principales, estaba ubicado como el mayor productor y comercializador de automóviles del mundo; posición que probablemente ha conseguido en parte por el fraude que ha cometido.

Siendo el mayor productor de vehículos del mundo, lo más normal es que esta noticia, hunda no su techo de mercado, sino su suelo de mercado; es decir que en breve seremos testigos con toda seguridad del cierre de concesionarios, distribuidores y fábricas de Volkswagen en este caso, porque según reza la frase “La confianza se gana con mil actos y se pierde con tan solo uno”; y es que el automóvil es probablemente la maquina en la que mayor confianza depositamos, ya que dada su potencia y su peso, de su seguridad depende nuestra vida.

 En definitiva es altamente probable que muchas personas pierdan su empleo debido a este hecho, no solo en las empresas de la línea de comercialización de Volkswagen, sino también en empresas de su logística diaria.

• ¿Qué grupos o actores políticos o sociales están involucrados en el debate?

En este caso y dada su repercusión mundial, ya que según unas primeras estimaciones, Volkswagen ha vendido alrededor de 11 millones de “vehículos trucados”, los grupos o actores involucrados en este desaguisado son muchos, entre los de mayor relevancia podemos citar a los siguientes:

1.- Evidentemente el Grupo Volkswagen, desde sus laboratorios I+D (origen físico del fraude), hasta sus fábricas, distribuidores y concesionarios, todos ellos podríamos decir sentados en el banquillos de los acusados. En este sentido hay que comentar que Bosch ya comunicó por escrito a Volkswagen en el 2007 que el “software elaborado por ellos y que manipula las emisiones de gases contaminantes, era solamente para pruebas y no para su uso continuado en carretera, lo cual sería “ilegal” (Bosch salvó así su responsabilidad).

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