VOLVER AL CENTRO. En la segunda mitad del siglo XX se ha presentado en Latinoamérica y el Caribe una agravante y creciente pérdida de espacios públicos urbanos y zonas verdes

VOLVER AL CENTRO

En la segunda mitad del siglo XX se ha presentado en Latinoamérica y el Caribe una agravante y creciente pérdida de espacios públicos urbanos y zonas verdes, producto del rápido crecimiento de las ciudades, que se da a través de la rápida urbanización  causada por diferentes factores sociales como la migración de las personas de municipios en busca de oportunidades, políticos como la débil regulación de la urbanización del suelo por parte del estado y geo-económicos como el aauge económico que viven ciertas ciudades producto de una posición geográfica estratégica dentro del ámbito nacional e internacional, todo esto pone en un cierto peligro los mismos ámbitos que lo generan; siendo así un círculo vicioso que aparenta no tener fin.

En muchos países y ciudades, principalmente de Latinoamérica, se viene presentando un desapego hacia ciertas zonas de las ciudades. Zonas que en algún momento fueron centro social y/o de negocios, pero que actualmente se encuentran prácticamente abandonadas o en un deterioro bastante avanzado.

¿Por qué se presenta esto?, la respuesta a esa pregunta depende de  muchas variables. Desde las mismas personas que habitaban dichas zonas en un momento de esplendor, en las que estas eran concurridas ya sea por factores económicos, de transporte o administrativos, que fueron migraron del sector para buscar nuevos estilos de vida más sanos y tranquilos, pasando por los funcionarios públicos y entidades privadas, que en un principio no

desarrollaron alguna estrategia para prevenir el deterioro de la zona como el control de usos del suelo o la implementación de incentivos para el asentamiento de empresas en el centro, y que actualmente   no que no se ponen de acuerdo para recuperar en su totalidad los espacios deteriorados, hasta las personas ajenas a el sector, pero que de una u otra manera se encuentran haciendo uso de las edificaciones y el sector en general, sin aportar ningún beneficio significativo a la conservación o recuperación del espacio.

Tomando un ejemplo local, el Centro de Barranquilla, es un sitio que hace varias décadas, casi  solía ser eso, el Centro; el centro neurálgico del comercio, negocios, era también la zona residencial exclusiva de la ciudad, además poseer todo los equipamientos institucionales y cívicos, como hospitales, colegios clubes etcétera. , una zona focal donde ocurrían la mayor cantidad de eventos que tenían un gran movimiento socio-cultural y económico en las ciudades. Pero a medida del paso de los años, la ciudad se fue expandiendo y creando nuevos puntos focales, nuevos centros de todo ese movimiento, centros especializados en una actividad determinada, dejando el centro original en la desidia y a merced de un comercio cuyas características tenían como consecuencia el detrimento del patrimonio construido. Esto, ha continuado desde entonces, haciendo que el Centro se vea como se ve actualmente, sucio por el uso intensivo y la falta de cultura ciudadana del barranquillero en general, con cientos de locales de comercio de tipo informal que son consecuencia de un periodo de auge económico descontrolado que posiciono al centro de barranquilla como un centro de comercio de tipo regional, que solo lo hacen ver aún más desordenado, con   muchos de los edificios y casas de estilos republicanos, art nouveau, moderno - racionalista y art decó, abandonados y con las fachadas casi en los huesos, debido a ese mismo abandono y falta de consideración y mantenimiento de estos edificios que terminaron sirviendo para unas actividades con unas características funcional-espaciales completamente diferentes a las originales para las que fueron concebidos. Es asi como se

logra la deuda con un área que fue factor determinante por el progreso de la ciudad e hizo tanto por la ciudad en el pasado.

 Ir al Centro no es agradable, se siente una atmósfera pesada, recargada, caótica, ruidosa, que aleja a más de uno a pasar por allá. Los indigentes, vendedores ambulantes y locales que no se ven muy agraciados gracias a la cantidad de anuncios, anuncios que tapan las interesantes formas arquitectónicos de edificios de distintas épocas y corrientes historiográficas de la arquitectura además de la inseguridad, el caótico tráfico, el calor, la falta de zonas verdes, y que a la larga todo esto se  suma, para que el Centro se siga deteriorando.

A pesar de todo, las personas que habitan esta zona; que son personas de bajos recursos, son agradecidas, porque esta zona sigue representando para ellos la manera de salir adelante. Un proceso lento, pero constante. Lastimosamente, estas personas no aportan o ayudan a mejorar el entorno, dado que están concentradas en ellos mismos, y el crecimiento de sus negocios, y es entendible, pero demuestra una falta de cultura por el respeto al espacio y contexto de trabajo.

¿Cómo se puede arreglar?, otra respuesta con muchas variables, o más bien factores.

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