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Arte , La Segunda Mitad Del Siglo XX


Enviado por   •  28 de Junio de 2014  •  4.039 Palabras (17 Páginas)  •  739 Visitas

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La complejidad del arte en la segunda mitad del siglo XX es indudable. Museos, galerías, exposiciones provisionales se convirtieron en parte de la vida cotidiana de las ciudades del mundo, mostrando de esa manera la relación estrecha entre el arte y la sociedad de su momento. De hecho uno de los peligros de ello ha sido la vulgarización y la excesiva comercialización de las tendencias artísticas.

Mientras que en la arquitectura las tendencias se han ido simplificando, en cambio en las artes plásticas el panorama resulta confuso y complejo por la convivencia de posturas distintas que van desde la aceptación del “Expresionismo” hasta la aparición del “Minimalismo”, pasando por el “Hiperrealismo” o la “Transvanguardia”.

El período informalista tuvo su máxima expresión en el “Expresionismo abstracto” norteamericano, el cual empezó a cuestionarse a finales de los años 50, pidiendo una vuelta a los aspectos racionales e intelectuales, para no basarse tanto en los gestos intuitivos. Así, a lo largo de las dos décadas siguientes, en los años 60 y 70, se suceden las denominadas “Neovanguardias”, corrientes diversas que comparten el amor por la racionalidad. Fueron pioneros en ello artistas como Barnett Newman o Lucio Fontana que manifestaron su rechazo al cromatismo característico de la “Escuela de Nueva York”, aunque ninguno pueda librarse del influjo informalista, por ejemplo en la elección de gamas cromáticas con clara intencionalidad emotiva.

En los años 50 se inicia la geometrización abstracta, como primer paso para superar el “Informalismo”, el paso siguiente será retomar la figuración. Artistas como Jasper Johns y Robert Rauschenberg conciben sus creaciones a partir de objetos cotidianos de la vida moderna, aunque transformados para que lleguen a impactar en el espectador. Resulta evidente el influjo en ello de los “ready-made” de Duchamp, motivo por el que la tendencia se denomina “Neodadaísmo”. Claro que, su intencionalidad no es la misma que la de la vanguardia de los primeros años del siglo, pues su pretensión es unir la obra dearte con el espectador, de ahí la utilización de imágenes del arte popular.

A finales de los años cincuenta, otro grupo de artistas, encabezados por David Hockney, reaccionan contra lo que es para ellos unarte demasiado elitista e intelectual, defendiendo un arte más popular que será conocido como “Pop-Art”. En esta tendencia recurren a una figuración objetiva, con una simplificación de los contenidos, utilizando los medios expresivos de comunicación de masas, como el cómic, la publicidad, etc. El Pop pronto atravesó el Océano, donde artistas como Warholl, Lichtenstein o Wesselmann lo llevan hasta sus cotas más altas.

En los años sesenta aparece en Estados Unidos una tendencia aparentemente opuesta al “Pop- Art”, llamada “Minimal”. Propone un reduccionismo formal absoluto usando materiales procedentes de la industria trabajados con formas geométricas simples. Estos objetos minimalistas no tienen puntos en común con los “Ready-made”, ya que no están sacados directamente de la realidad, combinados y descontextualizados con una intencionalidad esencialmente crítica. En el “Minimalismo” los objetos son cubos, cajas, formas simples en acero, plástico, formica, etc., obteniendo como resultado imágenes de gran simplificación abstracta. Entre los artistas destacados resaltan Judd y Serra.

En los años setenta comienza también en Estados Unidos una revalorización de la tradición realista norteamericana y del “Preciosismo”. Con una exquisita minuciosidad, los artistas reproducen figuras y objetos con un resultado sorprendente, constituyendo el movimiento conocido como “Hiperrealismo”. A partir de ahí el objeto artístico se va a ir distanciando de la personalidad de su autor, dentro de una tendencia que intenta resultar cada vez más objetivo. Se intenta separar al autor de la obra, considerando la idea creadora como la esencia verdadera del Arte, no la forma de la misma. Es el concepto que surge en la mente del artista lo que tiene el auténtico valor artístico. Con ello aparece el “Arte Conceptual”, que incluye el “Arte en Acción”. Este es el que convierte en protagonista del arte al ser humano. Primero comenzó como “happenings” para invitar al espectador a participar en la obra, pero progresivamente se hace más complejo, con “perfomances” radicales y provocadoras como las de Joseph Beuys.

En el final de los setenta, las Neovanguardias monopolizaban la creación artística, pero poco a poco se observa un deseo de volver a técnicas y conceptos tradicionales del arte, hasta acabar confluyendo en la “Posmodernidad”, que se configura como el cuestionamiento de los principios de las vanguardias, postulando la negación de los dogmas, la defensa de lo individual, del eclecticismo, del rechazo a la separación entre arte culto y arte popular, de la ironía, el humor, defendiendo sobre todo la superioridad creativa de la emoción sobre la razón.

Una de las primeras manifestaciones de la “Posmodernidad” fue la “Transvanguardia italiana”, tendencia pictórica que defiende la vuelta a temas y técnicas tradicionales, defendiendo la creatividad del artista individual, el eclecticismo formal y el rechazo hacia los compromisos ideológicos. Debido a la defensa de la individualidad del artista no se constituye como escuela o grupo, siendo cultivado por artistas como Francesco Clemente, Ernesto Tatafiore o Sandro Chia.

En Alemania aparece el “Neoexpresionismo Alemán”, pretendiendo una recuperación de la pintura tradicional, buscando un arte más libre e intuitivo, relacionándose con el Expresionismo de primeros del siglo XX en la forma y sobre todo en la recuperación de la tradición alemana frente al Informalismo. Artistas de este movimiento son Baselitz y Kiefer.

En Estados Unidos la “Posmodernidad” carece de movimientos unitarios como los europeos, con lo que son figuras aisladas las que se decantan por esta tendencia. El arranque fue la “Bienal de Arte Contemporánea” de Nueva York de 1982, en la que triunfaron dos artistas Keith Haring y J. M. Basquiat, que tienen en común el rechazo al elitismo del arte, ligándose a la estética de los graffiti. Tras la desaparición de estos jóvenes pintores (en 1990 y 1988, respectivamente), Julian Schnabel es el máximo exponente del arte actual en Estados Unidos, con una amalgama de tendencias que van desde Gaudí hasta el arte conceptual, pasando por el “Expresionismo abstracto”.

En la actualidad junto a la cada vez más madura obra de Baselitz, Chia o Schnabel, coexisten contradicciones entre artistas ambiguos como David Salle o de realismo con una fuerte carga sexual, como

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