Vertederos en Santiago

El 2018 en Santiago, se detectaron 73 vertederos urbanos ilegales de más de 1 hectárea y mas de 600 microbasurales de menos superficie. A pesar de que las autoridades tomaron medidas al respecto, según una reciente investigación de la Universidad Católica, en Santiago siguen existiendo mas de 931 sitios de vertederos ilegales cubriendo 210 hectáreas de basura acumulada.

Coincidentemente la mayor parte de estos vertederos se encuentran, uno, en comunas alejadas de la densidad urbana, las cuales son víctimas de “la mafia de la basura” que se encarga ilegalmente de los residuos trasladándolo a estos sitios por un menor costo, y dos, en comunas centrales vulnerables y con mala conexión, donde la baja conciencia y educación ambiental se evidencia, por el efecto que tiene la carencia económica y la falta de oportunidades de desarrollo social que posee este grupo de personas. Estas fuentes de infección y insalubridad ponen en riesgo la salud de los vecinos debido a la contaminación visual, del agua y del aire, generando inseguridad en los barrios, limitando y dificultando aún más la integración social de este y la calidad de vida de los vecinos. Si bien ellos mismos llevan basura a estos lugares para no costear un camión de escombros, ya que, primero, deben satisfacer las necesidades básicas de su hogar, su comportamiento se justifica en base a su falta de oportunidades y la real causa de sus acciones, radica en la falta de identidad del barrio, su segregación social por ser un foco de delincuencia, y su falta de servicios, equipamientos y áreas verdes o de recreación. Que afectan directamente a la cohesión del barrio y a la falta de confianza entre vecinos por el peligro constante.

El año 2006 en Tianjin se realiza el proyecto parque urbano Turenscape que propone a través del diseño regenerativo y el cambio de las formas terrestres, introducir el proceso natural de adaptación de las plantas y permitir la evolución de la comunidad, con el fin de transformar un basurero ilegal alado de un rio, en un parque urbano de bajo mantenimiento, otorgando diversos servicios y entregándole un área natural a la ciudad. Brindando oportunidades para la educación ambiental, creando una experiencia estética apreciada, conectando el área urbana densa con un área natural y fomentando las relaciones sociales entre los residentes.

En chile ha habido más de una iniciativa de este tipo y se mantiene el anhelo de convertir estos vertederos que hoy afectan negativamente a la comunidad en parques urbanos capaces de solucionar conflictos y mejorar los barrios más vulnerables. Como es el caso del ex vertedero Lo Errázuriz, en estación central, que recibió los residuos de 30 comunas durante 11 años afectando gravemente la calidad de vida de los habitantes. Lo cual motivó a la organización vecinal a pedir la erradicación del vertedero. Se logro cerrar realizando un relleno sanitario, y un plan de del terreno, con inversiones públicas en áreas verdes, paisajismo, espacios recreativos y de uso deportivo. El parque lo Errazuriz se vuelve emblemático actuando como un regenerador social, integrando a la comunidad y otorgando un espacio público que permite dinámicas saludables que aportan enormemente a los barrios aledaños.

...