Vida Y Muerte Del Hombre

“Tragicomedia mexicana I: La vida en México de 1940 a 1970” obra literaria de José Agustín en la cual relata el desarrollo estabilizador en México de 1952 a 1958. En 1952 entra Adolfo Ruíz Cortines asumiendo el cargo a la presidencia como sucesor de Miguel Alemán, aunque el anterior presidente no se encontraba feliz de su sucesor.

Ruíz Cortines en su mensaje de toma de posesión menciona que la corrupción es una grave herida en el país (como si los ciudadanos no estuvieran consientes de aquello), entró deseoso por reducir la carestía y menciona que aportará nuevas ideas respecto a la economía para enfrentar la crisis. José Agustín menciona marcadamente que había un serio distanciamiento entre Miguel Alemán y su sucesor. Al entrar las nuevas leyes de Ruíz Cortines los funcionarios debían dar a conocer sus bienes y la fuente económica de donde los habían adquirido. También dio un “no” tajante para las personas que buscaban como pretexto la Tercera Guerra Mundial. El abaratamiento del frijol y del maíz, el fortalecimiento de la Ceimsa (encargada de la distribución de los productos básicos), una política de “austeridad” la cual dejó inconclusas muchas obras y abandonó otras; todo esto para reducir el gasto del gobierno. Una ridiculez fue que se prohibieron los Cadillacs de lujo, como si todas las personas que adquirieran ese tipo de automóvil hubieran echado del dinero del gobierno o algo asi.

Un sector importante de los mexicanos que apoyo a Ruíz Cortines fueron las mujeres, ya que les concedía los derechos políticos totales, esto puede verse como una estrategia política para ganar seguidores. En algunas de las tácticas de Ruíz Cortines, Alemán tuvo que halagarlos por que los consideraba de suma importancia para la nación; pese a que Cortines lo había tachado frecuentemente como una fuente de corrupción.

Mientras tanto el PRI se declaraba como un partido ruizorozquista, pero más bien competían absurdamente junto con los funcionarios para ver quien era el que daba mejores halagos para el presidente. El PRI se consolidó como una fuente de colocaciones, acarreador de apoyos al presidente y trataba de consentir todos sus caprichos. Pero Ruiz Cortines olvidaba una parte importante de la sociedad: a los campesinos y los pequeños propietarios, asi como a los obreros; este sector padeció un constante abandono por parte del gobierno.

En 1952, Fidel Velázquez había sido elegido nuevamente como secretario general de la CTM. A partir de este punto se desprendieron varias confederaciones: la Proletaria Nacional (CPN), la de Obreros y Campesinos de México (COCM), la Única de Trabajadores (CUT) y la Nacional de Trabajadores. Por consecuencia todas éstas formaron la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), la cual contó con la simpatía de Alemán pero ocasionó la furia de Fidel Velázquez por que según el actuaban como provocadores sin escrúpulos y por que parecía su único objetivo era dividir las agrupaciones más serias del país; incluso propuso la creación de una nueva central unificada y estaba dispuesto a renunciar. En cuanto al área comercial hubo demasiados sancionados por que no estaban respetando los precios fijados para disminuir los gastos. En 1953 el presidente de la Asociación de Banqueros anunció que los inversionistas privados habían puesto una pausa lo cual ocasionó la parálisis del aparato productivo durante ese año y la inevitable fuga de capital.

El crecimiento económico quedó estancado, así que Ruíz Cortines tuvo que modificar algunos puntos del “desarrollo estabilizador” asi que lo corrigió por: prudencia en el gasto público, bajos salarios, búsqueda de créditos exteriores, apertura a las inversiones estadounidenses, estabilidad de precios y la paridad del peso. La posibilidad de incrementar las inversiones del país vecino era de facto ya que el régimen se había caracterizado como cumplidor. En México había extensión de impuestos, facilidad de repartición de utilidades, las inversiones se recuperaban en uno o dos años y la utilidad era de un promedio de 15%. El régimen se enorgullecía por que nadie dudaba de su capacidad para pagar.

El PARM integrado por veteranos del movimiento armado y por algunos militares, intentaba neutralizar los planteamientos de que la Revolución Mexicana se había desviado.

Pero este era considerado como un partido manejado y manipulado totalmente por el gobierno. El PAN se oponía rotundamente a este partido político.

Ante la problemática económica el presidente se empeñó en restaurar el equilibrio perdido. Lamentablemente en Semana Santa, la radio y la televisión anuncian que el peso devaluaba a 12.50 por un dólar. Además de la evaluación Ruíz Cortines ya había echado a andar las obras públicas. Las exportaciones empezaron a crecer debido a la devaluación de los productos nacionales eran excesivamente baratos en el extranjero. Poco después cayeron los créditos para el campo, industria, transporte y empresas paraestatales; tanto el gobierno como el sector privado estaban satisfechos, aunque es obvio que esperaban mejores resultados. Aún así la carestía seguía latente, por lo tanto Ruíz Cortines ofreció un 10% de aumento a burócratas y pidió a las empresas que aumentaran el salario de sus empleados a la misma proporción.

Comenzó una lamentable desorganización en el sector de obreros, principalmente ocasionado por Fidel Velazquez que pedía un 24% de aumento en todos los sindicatos de la CTM, Fidel se muestra insensato al pedir algo así cuando apenas y el gobierno mexicano se estaba recuperando de los duros estragos.

El desarrollo estabilizador para el año e 1954 logró que los precios dejaran de encimarse. La Secretaría de Defensa Nacional ofreció vacantes para todas las personas que habían llegado como migrantes. A todas aquellas personas que deseaban tener un trabajo en Estados Unidos. Pero a final de cuentas, nada de esto sucedió. Estados Unidos firma un nuevo convenio con México donde favorecía los intereses de los agricultores estadounidenses también miles de mexicanos pudieron pasar legalmente a trabajar. Pero mediante la Operación Espaldas Mojadas expulsó a un millón de ilegales. A consecuencia la llegada de estas personas afectó drásticamente los problemas del campo.

En cuanto a la cultura mexicana, a fines de 1952 Salvador Novo inauguró su Teatro de la Capilla a la cual asistió la esposa del presidente, María Izaguirre. El autor de este libro a una cruda y triste descripción de la clase media: “Todo güerito de ojos claros era bien apreciado, asi como se repudiaba a los prietos y aindiados. Si de plano eran indios, peor; aunque los indios eran objetos de las dosis más siniestras del paternalismo y de la condescendencia, ningún grupo social ha sido objeto de tanto despojo, explotación,

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